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Will Spector y Los Fatus agita su coctelera musical e ilumina con ‘La llama’

La banda oscense protagoniza la “primera escucha” de su nuevo trabajo mañana en La Catalítica, a las 12:00 horas

Will Spector y los Fatus.
Will Spector y los Fatus.
Quique Roma

Celebrar el fracaso, aceptar la miseria existencial y abrazar la tragedia con alegría y ganas de bailar son la razón de ser del tercer disco de la banda oscense-barcelonesa, Will Spector y Los Fatus, que lanzaron este viernes La llama, un trabajo del que el mediodía de este sábado han ofrecido, como ellos dicen, la “primera escucha”, en un vermú-acústico-misa en La Catalítica de Huesca.

Hacía tiempo que Will Spector y Los Fatus no presentaban nuevo álbum. “Las cosas de palacio van despacio, y en el reinado Fatu ha habido nacimientos, deserciones, intrigas de todo tipo e, incluso, peste negra”.

Una vez restablecido el orden, la banda ha conseguido ponerse manos a la obra “y diseñar este engendro sonoro en el que tenemos puestas todas nuestras esperanzas. Ha sido un proceso laborioso, un trabajo de orfebre con una exigencia de mimo y detalle tal vez sólo comparable a alguna de las mejores tallas de Damián Forment, y digo solo tal vez”.

Así que, Will Spector y Los Fatus cogieron el lapicero, en vez del cincel, el papel en lugar del alabastro y se preguntaron, “qué preferimos, ¿un disco que nos proporcione guías para vivir, actuar, pensar y sentir mejor, y que, por tanto, nos haga entender lo mal que hacemos las cosas; o, por el contrario, uno que empatice con nuestra desastrosa existencia y nos ilumine en el hastío?”. Y llegaron a la conclusión de crear La llama que les iluminara en el hastío ya que “de un tiempo a esta parte, hemos sido conscientes de que es solo cuestión de tiempo que la gran pira revisionista que todo consume a su paso nos alcance, por lo que, en una jugada maquiavélica, hemos decidido adelantarnos y tomar nosotros el mando inquisidor. Tiemblen las almas impuras que ya sea de obra o de pensamiento se desvíen del recto camino. Esta Llama está destinada a dar un luminoso ejemplo por todo lo que alcanza la vista”.

La llama puede contener trazas de multitud de géneros estilísticos como synth-rock, psicodelia de inspiración 60s, dark disco, garage, new wave o pop hedonista, “siempre con tendencia al acento brit del rollo Madchester”, y lo hace en una magistral combinación de tonos de autoescarnio, escapismo, optimismo cáustico y humor negro con instrumentaciones exultantes. Los Fatus han creado un álbum “que entiende y acompaña en el desastre”, y en el que siguen en la misma línea de siempre, “pop, psicodelia, chicharra, rock, noise, synthpop… Para vender seguimos diciendo que hacemos indie, pero vaya, en nuestra coctelera siempre vamos metiendo de todo. Es como cuando mezclas todas las plastilinas, que queda un resultado súperbonito”.