Cultura

la entrevista

Xavier Gutiérrez: es "una novela fácil de leer pero con una retranca y profundidad interesantes”

El escritor presentó ayer ‘El refugio de las mariposas’ (Destino) en Bodega Enate, una novela negra centrada en el balneario de Panticosa

Xavier Gutiérrez.
Xavier Gutiérrez.
A. H.

La trama en torno a la cantante ruandesa Valeria, que se arroja desde su habitación en el hotel Baños de Panticosa, en el Valle de Tena, esconde la misteriosa historia de la novela El refugio de las mariposas (Ediciones Destino) escrita por Xavier Gutiérrez (San Sebastián, 1960). El autor eligió bodega Enate para presentarla, en su primera visita al Somontano, y deja constancia de uno de los vinos entre las 512 páginas.

Los catorce libros de cocina publicados por Gutiérrez y los cinco ensayos sobre estética culinaria no tienen nada que ver con el contenido de esta novela negra, que tampoco relaciona al autor con el Premio Nacional de Gastronomía que recibió en 2005. En todo caso, con la tetralogía de noir gastronómico integrada por El aroma de crimen (2015), El bouquet del miedo (2016), Sabor crítico (2017) y De entre el humo (2019).

La novela El refugio de las mariposas solo puede escribirse en una zona como Panticosa, según el autor, “allí se acaba la carretera y casi todo. Se basa en el valle de Tena desde Zaragoza, Huesca, Sabiñánigo, Biescas, Escarilla, Panticosa pueblo y el balneario. El suicidio de una cantante ruandesa que pone fin a su vida arrojándose desde el quinto piso del hotel, ficticio de nombre, pero real. A partir de ahí comienza la trama con la segunda muerte en las montañas próximas, donde una botánica es asesinada y enterrada en un helero cerca de los Picos del Infierno”.

Respecto a la elección del lugar, “la piel exterior de la novela es misterio, suspense y entretenimiento por saber qué ha pasado. En cambio, la parte interior son tres conceptos fáciles de definir y no tanto, de entender. Una reflexión sobre la religión católica y sobre el azar. De ahí, sale una novela fácil de lectura pero tiene una retranca y profundidad muy interesante”.

Si la compara con las cuatro anteriores, “me ha costado bastante más porque me ha obligado a pensar bastantes detalles. Soy cocinero profesional con 40 años en el oficio y me ha sido de utilidad porque los documentos que tengo que sacar en el lado gastronómico me han servido, en forma de trabajo, para conseguir otros”.

En la comparativa, “trabajar en conceptos de innovación y creatividad en el Restaurante Arzak ayudan mucho si lo traslado a la escritura. Se cuenta una historia y en la base es innovación. La novela es bastante claustrofóbica, pero responde al contenido de un hotel con cocinero, jefe de sala, camareros y camareras, jefe de cocina, director, es la trama del hotel, diferente a la otra de Vanessa, botánica que trabajaba para una farmacéutica que busca la flor de Edelweiss, asesinada en un enclave solitario y enterrada bajo la nieve”.

Xavier Gutiérrez explica que “son dos historias paralelas que se construyen poco a poco hasta el final del relato”. El autor reconoce su “relación especial con el Valle de Tena porque en 1969 estuve con mi padre en Formigal, allí tuve otros momentos posteriores porque trabajé de cocinero y allí me declaré a la novia, que dijo sí. El Valle de Tena forma parte de mi casa”.