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Ángel Garcés recoge en un libro los ‘50 años del Festival de Cine’

Editado por el Instituto de Estudios Altoaragoneses, cierra esta efeméride

Alberto Sabio, Maribel de Pablo y Ángel Garcés, en la presentación del libro.
Alberto Sabio, Maribel de Pablo y Ángel Garcés, en la presentación del libro.
Pablo Segura

Emocionado recordado a su esposa, Marisa, que falleció seis meses antes de empezar el libro, a Pepe Escriche, Alberto Sánchez, Fernando Moreno, Paco García de Paso..., “una cantidad de amigos que se marcharon, pero que empujaron y que gracias a ellos y a todos lo que colaboraron se ha llegado a esto”, a los 50 años del Festival Internacional de Cine de Huesca (1973-2022), efeméride que da título al libro de Ángel Garcés, que se presentó ayer en la Diputación Provincial de Huesca.

Esta publicación recoge de forma resumida lo que se hizo en cada una de las cincuenta ediciones del festival, además de los homenajeados, el palmarés, los jurados, los carteles, “con un pequeño comentario de cada autor, y unas fotos que busqué personalmente y que son representativas de labores que vale la pena comentar”; de modo que “no queda nada por decir de estos 50 años”, al menos “esa ha sido mi intención”, indicó Garcés, que pese a no incluir anécdotas en esta obra “porque hace 25 años ya se hizo un libro que reunía algunas, y cuando son 50, no se pueden relatar las de año por año porque estos hubiera sido la Biblia”, sí que compartió ayer algunas, en un acto en el que estuvo acompañado por la diputada de Cultura de la DPH, Maribel de Pablo, y del director del Instituto de Estudios Altoaragoneses, Alberto Sabio, institución que ha editado el libro. También asistieron, entre otros, el concejal de Cultura, Ramón Lasaosa, y el presidente de la Fundación Festival de Cine, Manuel Avellanas, que fue el que le propuso hacer este libro.

Sabio dijo que no es casualidad que este libro lo haya editado el IEA “porque históricamente ha tenido un vínculo muy cercano al festival a través de actividades, publicaciones..., y en esta edición hemos echado el resto. Es muy cuidada y a todo color para realzar los carteles de las distintas ediciones”, reveló el director del instituto, quien avanzó que si se hace un repaso en retrospectiva “nos encontramos entre la nómina de autores a los que luego fueron Premio Nacional de Ilustración, de Fotografía...”.

Sabio recordó que 50 años son muchos, en los que el festival “ha atravesado momentos de bonanza y de crisis económica, y el camino a veces ha estado allanado y otras pedregoso”.

Evocó sus orígenes a partir del Cine Club de la Peña Zoiti, al “añorado Pepe Escriche”, su fundador... y reveló que una de las virtudes de este festival es que “se ha ido profesionalizando progresivamente, pero sin perder la frescura inicial que inyectaba en grandes dosis Pepe” desde aquellos orígenes de hace medio siglo”.

El cine, según Alberto Sabio, “es un hecho cultural, producto de una sociedad especifica, y el cine es también un hecho discursivo”, y el libro de Ángel Garcés, “un baluarte del festival”, transita muy bien por las dos sendas “porque refleja cómo hemos cambiado, la ciudad, el país e internacionalmente”. Cómo ha cambiado el país lo marca el paso de la dictadura a la democracia. “El festival arranca al final de la dictadura y el primer cartel de 1973, es una mirilla para mirar con sigilo el futuro que se avecinaba”.

Internacionalmente, “en 1976, en la edición del festival se quemaron banderas de la Unión Soviética e hicieron pintadas de grupos de la ultraderecha en el colegio Salesiano, que era su sede. En 1980 hubo problemas con los checoslovacos porque no querían que se proyectase un documental sobre la Primavera de Praga. En 1981, el Gobierno polaco censuró un documental sobre el campo de exterminio de Auschwitz. Cuando España reanudó relaciones diplomáticas con la República Popular China llegó algún corto de ese país”, indicó Sabio.

Además, el festival ha contribuido a que Huesca “siempre tenga un punto de vanguardia, que no ha perdido. Ha tenido capacidad de arrastre sobre la ciudad, la provincia, la comunidad autónoma, y las ha hecho mejores desde dos puntos de vista. Nos ha aireado, nos ha abierto fronteras ya que siempre ha tenido una sensiblidad especial hacia Europa y América Latina, y lo ha hecho valorando lo que teníamos en casa”.

De todo esto se ocupa el libro escrito por Ángel Garcés, en el que se desgranan los pasos que ha ido dando el Festival de Cine de Huesca para llegar a la actualidad “con buena salud y con la voluntad de cumplir más años, de hacerse centenario”.

De hecho, Maribel de Pablo aseguró que desde la DPH, que es su principal valedor institucional, comparten el deseo que Garcés incluye al final del libro: La ilusión de que este importante evento cultura llegue a celebrar con brillantez su centenario, “y seguiremos trabajando con la fundación para que así sea”.

La diputada provincial reiteró la importancia de este trabajo. “El festival se merecía este libro, y así lo entendimos desde el IEA y desde la DPH, ya que recoge la historia no solo del Festival de Huesca sino del festival de cine con mayúsculas de Aragón por su trayectoria y excelencia”.