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Marián Conde: “Nunca supimos cómo llegó mi canción a Sadam Huseín”

La cantante Marián Conde actúa este sábado, a las 21:00 horas, en la Sala Genius de Huesca

Marián Conde.
Marián Conde.
S.E.

El programa Artistas EN RUTA, organizado por la AIE, trae este sábado a la Sala Genius de Huesca a la cantante Marián Conde, que repasará sus grandes éxitos a partir de las 21:00 horas.

“Va a ser un concierto muy alegre y personal, que creo que es lo que importa”, informa María de los Ángeles Sánchez Pulet (San Sebastián, 1953), verdadero nombre de la artista.

En la cita, la veterana vocalista aparecerá en escena con toda su banda, que para ella “es imprescindible” y que está compuesta por “músicos excepcionales”, dice.

Temas tan conocidos como Celos o Amor de mis amores no pueden faltar en su repertorio, en el que también canta sevillanas.

Aunque soy de San Sebastián, mi madre era de Sevilla -y su padre salmantino-, y lo llevo dentro de mí”, asegura la artista.

Ahora bien, su “hit” por antonomasia, Taka Takata -publicado en 1972-, que tantas alegrías le dio en su momento por su ritmo galáctico y aflamencado, protagonizará seguramente el momento más álgido de la velada.

Es un clásico ya y siendo tremendamente comercial no es vulgar. Hasta Fran Pourcel hizo una versión instrumental”, valora.

Cuando se cumple el 50 aniversario del lanzamiento de esta canción, la cantante vasca recuerda la que probablemente sea la anécdota más surrealista de toda su carrera, que se produjo cuando Sadam Huseín usó su Taka Takata para dar los partes informativos durante la Guerra del Golfo.

Nunca supimos cómo le llego la canción, entonces no había internet, fue una incógnita y aquí en España causó mucha sensación”, rememora.

Aire (2016) es su último álbum publicado hasta la fecha, pero no será el último, según avanza la cantante.

Estamos grabando uno nuevo. Ahora hay que mirar muy bien lo que se hace, que sea actual, pero a su vez que no pierda mi línea”, avanza Marián Conde, que lleva tantos años de carrera que incluso dice entre risas que ya no se acuerda “ni de los momentos buenos ni de los malos”