Cultura

EXPOSICIÓN

Rafael Navarro: "Huesca es una joya para un pintor, siempre te emociona"

El artista zaragozano muestra sus ‘Paisajes de Aragón’ en la sala de Caja Rural

Rafael Navarro junto a uno de los paisajes monegrinos que expone en Huesca.
Rafael Navarro junto a uno de los paisajes monegrinos que expone en Huesca.
Roger Navarro

Visitar la sala de exposiciones de la Caja Rural de Aragón en Huesca es viajar por la Comunidad a través de los paisajes de Rafael Navarro.

La vida profesional de este artista zaragozano ha sido siempre la pintura. Con cerca de un centenar de muestras individuales y casi 300 colectivas, tenía muchas ganas de volver exhibir su obra en la capital oscense, en la que llevaba una década sin exponer, y lo hace hasta el 20 de enero.

En Paisajes de Aragón, este pintor al natural reúne óleos realizados en los últimos tres años, en los que se ve una evolución en su trabajo. “Ahora soy un poco más impresionista. Valoro más la impronta, la sensación que te produce cuando pintas, más que la elaboración cargada o densa de un paisaje. Es una evolución que casi no notas, pero que se da porque cuanta más consistencia ves en el paisaje, más liberas la sujeción y consigues que el pincel vaya más suelto, se deja llevar”, indicó a este periódico Rafael Navarro, que lo que busca con sus paisajes es “el efecto de la luz y el color”.

Uno de los óleos que forman parte de la muestra Paisajes de Aragón.
Uno de los óleos que forman parte de la muestra Paisajes de Aragón.
Roger Navarro

Entre los cuadros que se exponen en la sala de Caja Rural, el visitante se va a encontrar con el valle de Benasque, “ya que este mismo año estuvimos diez días en Castejón de Sos pintando al natural”. También hay del entorno de Jaca, de Broto..., y de Los Monegros, “porque es una zona que me encanta pintarla por la austeridad que tiene el paisaje, que es difícil de trasladar al lienzo porque no tienes muchos argumentos para defenderlo, pero al mismo tiempo, es precioso”, confesó Navarro, que insistió en que “sacar esa sensación plana de Los Monegros es casi un desafío en cada cuadro”.

Lo que no puede ocultar Rafael Navarro es que es un enamorado de los paisajes altoaragoneses. “Huesca es una joya para un pintor, vayas por donde vayas. Cierras los ojos y te metes por cualquier camino sin saber el destino, y siempre encuentras algo que te emocione”.

Para el artista, esta tierra es “como abrir una caja de bombones”, que ahora quiere compartir con la ciudad ya que “tenía, se podría decir, ansia por volverme a encontrar con amigos, con clientes, con los oscenses”, un reencuentro ante el que está expectante y en el que también espera conocer “que les parece la evolución de mi obra”. Para ello, la idea de Rafael Navarro es, siempre que pueda, acudir a la sala para charlar y compartir un rato con los visitantes.

Seguro, que con más de uno también comentará el trabajo que hicieron hace tres años con Ricardo Lamenca en la ermita del Pilar de Candasnos, “donde pintamos el altar”, aunque no es el único, también ha realizado diferentes pinturas al fresco en las iglesias de Cubel, Villanueva de Jiloca, y el monasterio de Monlora en la localidad de Luna que, por cierto, da título a su libro De Luna al paraíso, en el que se pone en la pie de un pintor que sitúa en el siglo XVIII, “y que hace un viaje pintando desde Luna, en las Cinco Villas, al paraíso que para él es el valle de Ordesa. Era tanto lo que le habían contado de ese lugar, que lo idealizó en su cabeza como el paraíso terrenal”, un lugar que Rafael Navarro ha pintado en más de una ocasión.