Cultura

PROYECCIÓN

‘La última película’, un premio Espiga de Oro en el Olimpia

El cine-club Fernando Moreno proyecta este martes esta película a las 20.00 horas  

Fotograma de ‘La última película’, del director indú Pan Nalin, que este martes se proyecta en el Olimpia.
Fotograma de ‘La última película’, del director indú Pan Nalin, que este martes se proyecta en el Olimpia.
S.E.

El cine-club Fernando Moreno, en su segunda sesión de este año, ha programado para las 20.00 horas de este martes, en el cine Olimpia, la proyección de La última película,  del director indú Pan Nalin. Se trata de una cinta que llega a Huesca con el máximo galardón del último Festival de Valladolid-Seminci: la Espiga de Oro como Mejor Película del Festival y que se llevó el Premio del público para su director en el Festival de Mill Valley (California) y Mención Especial del Jurado en el Festival  de Milwaukee (Wisconsin, USA). La última película, además, fue presentada por la India para los Premios Oscar a Mejor Película Extranjera 2023.

La última película narra la historia de Samay, un niño de nueve años que un día acude al cine por primera vez y queda deslumbrado por lo que ve. Se da cuenta de que las historias se convierten en luz, la luz en películas y las películas en sueños. Contra los deseos de su padre, vuelve al cine día tras día y se hace amigo del proyeccionista que, a cambio de la comida que la madre le prepara para que lleve a la escuela, lo cuela cada día en la humilde sala de proyección desde donde el hipnotizado espectador ve las películas gratis. Contagiados por la emoción, Samay y su inquieta pandilla, investigan sin descanso para intentar captar la luz y proyectarla para lograr ver películas de 35 mm. Sin embargo, perseguir tus sueños a menudo significa dejar atrás las cosas que amas.

El cineasta Nalin Kumar Pandya, conocido como Pan Nalin, ha explicado que La última película es un largometraje marcadamente autobiográfico con el que rinde homenaje a su profesión. “La luz es un milagro y el cine su gran cómplice” y está inspirada en su propia infancia. Ha contado que “la primera vez que vi una película contaba con ocho años y aquello me fascinó, me hipnotizó. Fue como una iluminación. En ese mismo momento me dije que quería hacer mis propias películas y como mi familia no tenía recursos, no pude estudiar en una escuela de cine”.

En cuanto a interpretaciones, hay que mencionar muy destacadamente la del niño Nangesh Bhavin Aalabhai, también conocido como Bhavin Rabari (Samay en la película), el actor protagonista.

Según comentó el director, fue muy complejo el elegirlo. Lo consiguió tras hacer pruebas a unos tres mil niños de todo el país pero tanto él como su pandilla quería que fueran de la región de Gujarat, donde crecí, para poder contar con el lenguaje corporal que la película exigía. Estos chicos hablan el dialecto del lugar y, sobre todo, todos provienen de familias modestas y están acostumbrados a no tener nada.