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Jorge Agustí Serrano: “El motivo me da igual, a mí lo que me gusta es pintar”

El artista expone sus mejores obras de la última década en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner de Huesca

Jorge Agustí Serrano posa con uno de sus cuadros en el antiguo Matadero.
Jorge Agustí Serrano posa con uno de sus cuadros en el antiguo Matadero.
Pablo Segura

Jorge Agustí Serrano (Huesca, 1971) demuestra con su nueva exposición una premisa que ha marcado toda su carrera: “El motivo me da igual, a mí lo que me gusta es pintar”.

Así se pone de manifiesto en Obra 2013-2023, una muestra que se ha inaugurado este viernes en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner de la capital oscense, donde vuelve a exponer una década después de la última vez.

Estos diez años han sido criminales con la crisis, que ha resultado una estafa en realidad, y la pandemia. Antes se vendían muchos cuadros y ahora, poquísimos”, ha dicho.

Pero no todo son penas, ya que el pintor aprovechó la era del covid para mudarse con su familia a Lierta, donde ha pintado varios de sus cuadros.

La provincia altoaragonesa marca algunos de ellos, donde brillan paisajes urbanos como los Porches de Galicia o la Catedral, y otros más naturales como Aínsa. Pero también aparecen otros lugares fuera del Alto Aragón, así como retratos a personas queridas y animales.

A lo largo de las casi 30 obras que componen la exposición, el artista oscense ha utilizado, sobre todo, acuarela, pero también hay espacio para las “maquetas”, para las que ha usado “mucho esmalte, espray o acrílico”.

He pintado en tres dimensiones para realizar cuatro dioramas, que muestran, por ejemplo, la plaza de Navarra”, ha asegurado Jorge Agustí Serrano sobre unas obras “sorprendentes”, con las que busca transmitir varias emociones y, a grandes rasgos, “tranquilidad y sosiego”.

El artista lleva la pintura "en las venas"

Jorge Agustí Serrano lleva el arte “en las venas”, ya que su abuelo paterno “disfrutaba comprando y vendiendo”, mientras que su abuelo materno “pintaba cuadros”, aunque “no tuvo la oportunidad de ir a la escuela a aprender”, ha lamentado.

No obstante, su “gran referente” es su padre, Paco Agustí Prat, propietario de una de las galerías más conocidas de la ciudad.

Aprendí a ver el arte gracias a su ayuda, aunque él siempre ha sido más moderno y yo más conservador”, ha confesado un creador que no tiene claro su futuro: “Imagino que seguiré pintando, pero en estos tiempos no descarto abrir otras vías para tener beneficios”, ha sentenciado.