Cultura

ENTREVISTA

Celia Santos: "A los soldados, en la academia, se les debería obligar a leer ciertos libros"

La escritora presenta este sábado en el Marzo Poético de Fraga su última novela, ‘La niña de Rusia’

Celia Santos.
Celia Santos.
S.E.

“No estaría mal escribir un libro sobre la guerra que provocara náuseas, que lograra que la sola idea de la guerra diera asco. Que pareciera de locos. Que hiciera vomitar a los generales”. Con esta cita de la novelista ucraniana Svetlana Aleksiévich Celia Santos (Vergara, 1972) introduce al lector en su última novela, La niña de Rusia (Ediciones B). Toda una declaración de intenciones.

Su libro, que será presentado este sábado en el Palacio Montcada de Fraga, a las 12:00 horas, recoge la vida de Teresa Alonso, quien siendo una niña partió hacia el exilio. “Teresa salió de España en junio de 1937. La Unión Soviética entró en guerra en septiembre de 1942. Pasaron cinco años, y los primeros años tras huir de España, Teresa estuvo en Kiev (...). Después se fue a terminar sus estudios a Leningrado, a la actual San Petersburgo, y fue allí donde le pilló el inicio de la Segunda Guerra Mundial”, explica la escritora sobre la protagonista de su última obra, quien ahora suma 98 años y vive en su mismo barrio de Barcelona.

Santos describe la vida de Teresa diciendo que es “una mujer de acero y paz”. “A pesar de todas las barbaridades, de todo el dolor, de todas las guerras, de todo lo que ha sufrido y de todo lo que ha tenido que superar, no se le van las ganas de reír, de dar abrazos, de dar besos, ni tampoco su generosidad. Esta mujer es indescriptible”, relata.

Unas cuantas décadas después de la huida de Teresa Alonso, la historia se repite: “No solo en Ucrania, no solo en Europa. Se repite en Siria, en Afganistán, en Oriente Medio, en un montón de sitios. Nos choca más (la guerra de Ucrania), porque los refugiados que vienen son rubitos, tienen los ojos azules (...). Es terrible, es racismo; igual de refugiados son unos que otros”.

Respecto al papel de la literatura, Celia Santos asegura que es “esencial en cualquier conflicto porque habría menos conflictos”. “Y ha sido a través de la literatura cómo se han conocido conflictos del pasado, porque no había otra herramienta”, sostiene. Asimismo, sugiere que “a los soldados, en la academia, se les debería obligar a leer ciertos libros”.

Celia Santos vivió los primeros seis años de su vida en el País Vasco antes de que sus padres regresaran a la Castilla de la que emigraron. “Recuerdo las manifestaciones, los controles, las cadenas de pinchos en el suelo, los policías con metralletas, el hablar con susurros”, rememora la autora, detallando que ahora ve estas situaciones “desde otra dimensión”.

Estas imágenes pueriles, con el paso del tiempo, han influenciado a la novelista y su obra. “De una forma u otra, me ha permitido mirar el conflicto desde la objetividad, no obcecarme, no posicionarme en extremismos y tener varios puntos de vista”, expone Santos, quien protagoniza la jornada de este sábado del Marzo Poético fragatino junto a los artistas aragoneses Ángel Petisme y Trisurko.