Cultura

LA ENTREVISTA

Oswaldo Felipe: “Este libro pretende transmitir emociones y provocar preguntas”

El artista presentó ayer, en el Instituto de Estudios Altoaragoneses de Huesca, su último proyecto, el libro fotográfico ‘Delirio cósmico’

Oswaldo Felipe, ayer, en el IEA.
Oswaldo Felipe, ayer, en el IEA.
IEA

El artista, actor y autor Oswaldo Felipe, miembro de la compañía teatral aragonesa PAI, presentó ayer, en el Instituto de Estudios Altoaragoneses de Huesca, su publicación Delirio cósmico: extravagancias astronómicas de un fotógrafo noctámbulo, en una cita en la que intervinieron, además del propio autor, el editor, Rafael Yuste, de la aragonesa Prames, y Jesús Pérez Navasa, director-gerente del Planetario de Aragón–Fundación Centro Astronómico Aragonés de Huesca.

Según indicó Oswaldo Felipe a este diario, antes de la presentación, “entre las páginas de Delirio cósmico se pueden encontrar imágenes del cielo sorprendentes, acompañadas de textos breves, unos más divulgativos, otros más poéticos. Algunos oníricos, otros que tienen que ver con la mitología griega y otros con mis conversaciones secretas con algunos de los fotones que he ido capturando”. Aseguró que, en realidad, “es un libro que pretende sorprender, transmitir emociones y provocar preguntas y sonrisas”.

En cuanto a lo que se muestra, advirtió que los cielos fotografiados son aragoneses puesto que explicó ayer el autor que “casi todas están hechas en Aragón, en las tres provincias” e hizo hincapié en que “las de Huesca se localizan en Loarre, Navarri y varios puntos del Pirineo”.

Delirio cósmico nace, en verdad, de uno de los espectáculos de la PAI, dijo Felipe, que “llevaba un tiempo fotografiando el cielo nocturno para completar las imágenes y escribiendo los textos para el espectáculo Garbeo Cósmico. Los iba publicando en redes y Josu Azcona, redactor de Prames, siempre los comentaba y remataba con un ‘... aquí hay un libro’. Hasta que un día me llamó, me lo propuso y comencé a recopilar todo, a darle forma y a completar imágenes y textos. Finalmente, conté con la supervisión de Nicolás Buenaventura en la redacción y de Cristina Margalejo y Miguel Pérez Torres, astrofísicos, en la parte científica”.

Y es que además de ser un libro “de lectura fácil”, incluye “extravagancias astronómicas” como él denomina a las “múltiples conversaciones con fotones, intentos de convertirme en hombre bala para ir a la Luna, conjuros para hacer aparecer nebulosas, conatos de plantar banderas en la Luna, greguerías de observatorios, consejos absurdos para viajar al espacio, similitudes entre nebulosas y películas de Chaplin... Pero todo para provocar la curiosidad”, y ello entrelazado con técnicas fotográficas muy diferentes porque “no es lo mismo fotografiar la Luna, Júpiter, una nebulosa o un paisaje con la Vía Láctea”, aclaró. Además, apuntó que “el libro tiene un pequeño apéndice en el que se describe de forma somera cómo es cada una de esas técnicas”.

Por otro lado, confesó que, aunque la PAI le deja poco tiempo para estudiar, aprender o llevar a cabo proyectos como este, salió adelante debido “al terrible parón que sufrimos en las artes escénicas durante la maldita pandemia”.