Cacho Palomar: "El vino contribuyó a asentar la población en el Somontano"

“El vino en la cultura mediterránea tiene una importancia total desde hace 8.000 años hasta hoy”, según Juan Cacho Palomar, catedrático de Química Analítica que fundó y dirigió el Laboratorio de Análisis del Aroma y Enología, Académico de la Real Academia de Ciencias de Zaragoza. En estos términos lo destacó en la conferencia de clausura del Curso 2022-2023 de la Universidad para Mayores, celebrada en el Aula de la Uned de Barbastro.

En su opinión, “el vino ha conquistado al hombre por sus efectos. A lo largo de los años, los pueblos que han conocido el vino se han postrado en mayor o menor medida. En el momento en que los países mediterráneos, donde se cultiva la vid, comenzaron la expansión afectó a todos donde fue posible. El hombre es el único animal capaz de beber sin tener sed, además, tiene la necesidad de beber líquido que sea estimulante, como el vino, que aumenta la euforia de algunas personas”.

En la historia de España, “en la literatura, hay múltiples referencias, entre ellas la famosa cuarteta escrita por Gonzalo de Berceo, también citas de Cervantes en El Quijote a los pellejos que eran sus enemigos y Sancho Panza aparece con la bota de vino. Hay muchos personajes en la literatura española que loan el vino continuamente”.

Juan Cacho conoce muy bien la D.O.P. Somontano, “aquí vine por primera vez en los años 80, apenas creada la Denominación de Origen, con bodegas pequeñas como Lalanne y la Bodega Cooperativa Comarcal Somontano de Sobrarbe (Pirineos)”, apuntó. En aquellos años, “conocía a personas propietarias de viñedos con interés en cosas nuevas, al poco tiempo apareció Viñas del Vero y revolucionó el sector con un tipo de bodega moderna y recursos para sacar adelante el proyecto inicial que salió muy bien”, recordó el experto.

En este aspecto, tiene claro que el vino está entre los factores de desarrollo en el Somontano, “si no hubiera sido por este sector tampoco estaría donde se ha situado porque la despoblación era notable. Este sector contribuyó a la creación de puestos de trabajo y, además, tuvieron la visión de poner en el mercado vinos que no había en España, tan solo en parte de Cataluña. En el resto, lo que había no se parecía en nada”.

Se refirió, en concreto, a “vinos buenos, de calidad, que rompían con el vino basto -por así llamarlo- que había en la mayoría de provincias. Somontano se conoció mucho y bien, por lo que atrajo a más personas y el viticultor aprovechó la nueva situación. En aquellos años, el vino contribuyó a asentar la población”.

Se justifica, también, que España se haya situado entre los tres mayores productores del mundo con más de 35 millones de hectolitros en 2022, “está en este lugar destacado porque tiene particularidades muy definidas en cada unas de las diferentes regiones, no tiene nada que ver, en absoluto, el centro de España con Somontano, por ejemplo”, concluyó Cacho Palomar.