Cultura

LA ENTREVISTA

Mariano Ferrández: "El libro de Max Arel Rafael tiene ese realismo mágico que yo empleo en música"

El pianista y compositor oscense ofrece en el Centro Ibercaja Huesca un concierto con obras suyas sobre ‘El príncipe de las coquinas’

Mariano Ferrández.
Mariano Ferrández.
S.E.

El pianista y compositor oscense Mariano Ferrández, afincado en Bélgica desde tres décadas, regresa este miércoles a Huesca para ofrecer en el Centro Ibercaja un concierto muy especial, ya que todas las obras que va a interpretar han sido creadas por él. Entre ellas se incluyen las ocho con las que ha puesto música al libro El príncipe de las coquinas, de Max Arel Rafael, que acompañará al músico leyendo fragmentos del cuento, en un acto que comenzará a las 19:00 horas y que conducirá Javier Gastón.

Mariano Ferrández y Max Arel Rafael se conocieron en Madrid estudiando Ciencias de la Información en la rama de imagen. Aunque cada uno siguió su camino, esa amistad que se forjó en la universidad se ha mantenido en el tiempo. Mariano se dedicó a la música y Max Arel ha compaginado su trayectoria en comunicación y márquetin con la literatura. Con varios títulos publicados, El príncipe de las coquinas (Cuentos de la marisma de Doñana) se lo envió a Mariano, y tras leerlo “me pareció interesante ponerle música. Como esta historia reúne varios cuentos, pensé que podía hacer una serie de piezas de piano”, explica Ferrández.

Así surgieron El príncipe de las coquinas, Tirín titirita, Las taraseis, Faela, El camino de la Rocina, ¿Es posible volver a nacer?, Un hombre que fue medusa y Epílogo, que se corresponden con ocho capítulos del libro. Era la primera vez que Mariano Ferrández hacía un trabajo de estas características, y lo que le animó es que “con Max Arel Rafael nos conocemos desde hace años, y cuando yo empecé a componer él me animaba a seguir en el camino de la creatividad y a hacer música que perdurara en el tiempo”. El hecho que Max Arel influyera para que Mariano desarrollara esa faceta como compositor, “sirvió para que yo estuviese atento a este libro, que me pareció muy interesante y quise ponerle música”.

A Mariano Ferrández, cuando compone una sonata o piezas de canto, siempre le gusta “que detrás haya una historia que no tiene por qué ser real, pero que me inspire”. En este caso “no cuento el libro, sino lo que a mí me ha inspirado”. Confiesa que una vez que las creó, “tardé en enseñárselas a Max Arel por pudor o por si no se correspondían con lo que él había sentido al escribirlo, pero le gustaron mucho y se sintió contento y agradecido de que las hubiera hecho, cuando era yo el que lo estaba porque me había inspirado para componer al encontrar ese realismo mágico que yo empleo en música, sintiéndome cercano a Max Arel Rafael”.

Tras estrenar el concierto en Sevilla hace un par de meses, este miércoles se va a presentar en Huesca El príncipe de las coquinas, tanto el libro como la música, unas partituras que Mariano Ferrández ha hecho con la editorial Pirineo. Se trata de un concierto que le hace especial ilusión porque va a ser la primera vez en la que ofrezca en casa una actuación con obras compuestas por él, ya que a El príncipe de las coquinas se sumarán otras tres piezas originales inspiradas en Aragón: La chica de Canfranc, Jota del río Piedra y Cuatro estaciones, dedicada al músico turolense Antón García Abril, del que el pianista ha sido un gran difusor en Bélgica.