Cultura

LA ENTREVISTA

Anabel Lapeña y Ana Segura: “Las nobles de la Edad Media han estado ocultas a los ojos de la historia”

Presentan este miércoles en el IEA de Huesca ‘Damas, reinas y señoras: mujeres en las sombras de la Casa Real de Aragón’, tras pasar por Barbastro

Ana Segura y Anabel Lapeña.
Ana Segura y Anabel Lapeña.
Á.H.

En poco más de un mes, el libro Damas, reinas y señoras: mujeres en las sombras de la Casa Real de Aragón (siglos XI-XIII) (Doce robles), escrito por la historiadora Anabel Lapeña y la periodista Ana Segura se ha convertido en referente entre obras recomendables sobre divulgación histórica. Las autoras lo presentaron en el Museo Diocesano Barbastro-Monzón en charla compartida con Rita Piedrafita en el acto organizado por Librería Castillón. Este miércoles lo harán en el salón de actos del Instituto de Estudios Altoaragoneses de Huesca, a las 19:30 horas, y este sábado en el Museo Diocesano de Jaca, a la misma hora.

En opinión de las autoras, “las mujeres de la nobleza en la Edad Media, sean reinas, esposas, madres, hijas, amantes y hermanas de los primeros reyes de Aragón, han permanecido casi siempre ocultas a ojos de la historia. Apenas se sabe de ellas en algunos casos. A pesar de que, en el reino, fueron piezas indispensables del tablero político, incluso para pactos y alianzas, ni siquiera trascendieron sus nombres. En otros casos, los historiadores no pudieron conocer sus orígenes”.

Una de ellas, la reina Petronila de Aragón con referencia en Barbastro por los esponsales, está entre las mujeres de las que apenas existen evidencias en la historia, “a pesar de que fue reina clave en Aragón”. Anabel Lapeña señaló que “en aquella época los matrimonios de conveniencia estaban por encima del amor, y el contrato formaba parte de la alianza. Al obispo de Gerona le costó la lengua el secreto de matrimonio para no hacer pública una situación del rey porque fue amante de varias mujeres y dejó hijos legítimos”.

En clave de ironía dijo, “en este libro nos hemos metido en líos de camas, la verdad es que ha costado conseguir documentación porque, en algunos casos, es vaga y escasa”. Los expertos valoran el trabajo exhaustivo de las autoras para sacar el máximo provecho a su labor investigadora, el empeño por hacer visibles y rescatar a muchas mujeres desde la época de Ramiro I hasta la de Jaime el Conquistador.

Hasta ahora, los lectores han dado una “acogida espectacular” al trabajo de las autoras en su empeño por contar una parte de la historia de Aragón de la que se conoce muy poco a pesar de la importancia de sus protagonistas. “El libro ha llamado la atención, las ventas así lo reflejan” señala Lapeña, y respecto a seguir adelante en esta línea investigadora, “es posible una segunda parte porque se han quedado amantes de Jaime I por el camino y también otros aspectos”. En la historia recuperada se nota “la complicidad silenciosa de la Iglesia con bendiciones y demás”, y apunta que “este libro encaja, perfectamente, en estos tiempos con la diferencia de que ahora los monarcas no se casan por lazos de interés internacional”. En cuanto al espacio elegido del Museo Diocesano, “¡menos mal que han devuelto la colección de 111 obras de arte de parroquias aragonesas después de un litigo larguísimo!. Es un triunfo en toda regla por cuestión de legitimidad porque durante siglos el obispo de Lérida mezcló las cosas. He leído cartas y documentos que justifican los resultados conseguidos”.