LA ENTREVISTA
Galo Abrain: “Ocultamos la fragilidad y promovemos una imagen del mundo irreal”
El escritor zaragozano presenta su nueva novela ‘Morfina. Anatomía de una generación sedada’, mañana (19:00 horas) en La Catalítica

Al joven que vive a diario inmerso en la insaciable rueda de la sociedad de consumo, Galo Abrain (Zaragoza, 1995) dedica unas palabras en su nueva novela Morfina. Anatomía de una generación sedada. que presentará este viernes (19:00 horas) en La Catalítica.
“La deconstrucción es falsa y ridícula porque te reconstruyes sobre lo que ya conoces. Debe nacer de la crítica a uno mismo y abrirse a todo lo que no te posiciona como una autoridad de poder. Este es el verdadero ejercicio de autorreflexión”, apunta el autor.
Sirviéndose de la No-Ficción y las herramientas del Nuevo Periodismo, el escritor ha construido un devastador ataque, oscuramente divertido y sincero, a una juventud que se parece más a sus padres de lo que les gustaría, salvo que oculta sus miserias con mayor vergüenza.
“Lo que hago es literatura de la realidad. Las personas somos frágiles y cuanto más tratamos de ocultarnos, más promovemos una imagen del mundo que no es real”, incide.
Abrain sustenta su obra sobre dogmas contemporáneos que desnuda con una mirada salvaje. “El identitarismo, la tecnología, el sexo de supermercado, las drogas. el amor... si no los exprimes, estás desfasado. La sociedad nos vende y, como apunta la espiral del silencio, nosotros lo aceptamos para ser parte del grupo”, valora.
Entre sus propias vivencias revisa a sus “gigantes” con citas de William Burroughs, Hunter S. Thompson, Elizabeth Gilbert, Francisco Umbral o Antonio Escohotado, “una especie de homenaje”, valora, asegurando que “debes todo a quienes estuvieron antes que tú y crearon la estructura de tu pensamiento. El hombre hecho a sí mismo no existe”.
Tampoco elude las obsesiones del ser humano. Dando nombre al libro, las drogas toman su protagonismo como “vías de escape”. “Su prohibición ha generado un consumo descontrolado, sacando a relucir lo podrida que está la sociedad y la incapacidad para ser felices en ella. Han dejado de ser un espectro para abrir la mente, disfrutar, comunicar y autoconocerse”, lamenta.
Por consiguiente, el autor destaca que la salud mental se está viendo sumamente atacada actualmente, abstraída en una crisis de valores, un sistema de liquidez de relaciones y de autoexplotación que hacen que las personas se sientan desvinculadas de sí mismas. “Esto fomenta la aparición de enfermedades mentales e incapacidad para enfrentarlas”, señala.
Ante esta insuficiencia, Abrain hace hincapié en que la política se ha convertido en un “Sálvame constante”, que la juventud ha malinterpretado y en su afán por rebelarse, se agarra a la extrema derecha como un clavo ardiendo.
“Como no podía ser de otra forma, la novela es una historia de amor, muy desatendido a día de hoy”, destaca el autor.
“Yo creo en el amor romántico, en su sacrificio y en la voluntad de abrirnos. Lo vivo de manera sangrante, pero este es el hecho de vivir”, concluye.