Cultura

39 FERIA DEL LIBRO DE HUESCA

Molist pone en valor la Corona de Aragón con ’El latido del mar’

El autor asegura que “es una historia olvidada de la que deberíamos sentirnos orgullosos” y ha recordado su raíces oscenses,

Jorge Molins, derecha, este sábado en Huesca.
Jorge Molins, derecha, este sábado en Huesca.
Laura Ayerbe

El escritor barcelonés, con raíces oscenses, Jorge Molist, premio de novela Fernando Lara 2018, ha presentado este sábado en la Feria del Libro de Huesca su última obra, basada en hechos reales, El latido del mar, de la editorial Planeta. El autor de obras tan reconocidas como La reina sola, Tiempo de cenizas o Los muros de Jericó, se ha mostrado orgulloso de estar en la capital oscense, lugar de procedencia de su madre, para hablar de este libro que calificó como “una novela de supervivencia, amor, venganza y, desde luego, aventura, que relata uno de los episodios de lo que fue la gran aventura de la Corona de Aragón en el Mediterráneo, la conquista de este mar”.

Molist adelantó a este periódico, antes del inicio de la presentación literaria, que trataba de poner en valor y recordar esta parte olvidada de nuestra historia porque para el autor la motivación para un buen libro “es una historia que me seduzca”.

Aseguró que “la novela está enraizada en una historia que está muy olvidada, que es la historia de Aragón en el Mediterráneo, donde tuvimos un imperio”. En este sentido, puso sobre la mesa que “las dos mayores islas de Mediterráneo fueron nuestras más tiempo que Cuba, y pocos saben que Atenas, la capital griega, fue aragonesa durante casi cien años, y es que dominamos el Mediterráneo y, sin embargo, es una historia muy olvidada de la que nos tenemos que sentir orgullosos”.

En cuanto a esta cita, el escritor ha subrayado que “me encantan las ferias del libro porque puedo ilustrar la novela y que entre al lector por los ojos, que vea lo que ha leído o lo que va a leer”. Además, ha comentado que le interesaba saber por qué han comprado la novela o para quién y “así conoces un poquito lo que hay al otro lado, porque el trabajo de escritor es muy solitario y no sabes qué pasará al terminar, te imaginas quien hay al otro lado porque no escribes para ti sino para que llegue a la gente”.

Al ser preguntado sobre cuál fue el detonante para poner en marcha esta novela, el autor ha explicado que “la semilla ya la llevo yo en el corazón, mi madre es nacida en Huesca y la historia ya me sonaba”, pero sobre todo indicó que fue la falta de conocimiento sobre el personaje protagonista, Roger de Flor, un mercenario italiano al servicio de Aragón, hijo de un noble asesinado en una sangrienta batalla en el siglo XIII, Ricardo de Flor, y de Blanca, una mujer que lo perdió todo, menos a su bebé, y cuyo objetivo es sobrevivir entre sus enemigos a pesar de sufrir los peores abusos.

Molist ha advertido que “El latido del mar es una historia que comienza con la muerte del padre en la batalla que definió el destino de la Corona de Aragón en la conquista por el Mediterráneo”.

Lo que llevó al escritor ahí fue un gran cuadro que hay en el Senado “donde aparece en la parte derecha, la parte luminosa, el imperio Bizantino y en la izquierda aparece el protagonista de esta novela y las tropas aragonesas, los almogávares, y representa el recibimiento triunfal de nuestras tropas en Costantinopla porque acababan de salvar el imperio”. Esta pintura hizo reflexionar al autor, ha asegurado a este periódico, sobre que “había bastante escrito de él pero no sobre su infancia y primera juventud, que es lo que yo reflejo, es mucho más romántico y apasionante, llega al corazón y todo eso ocurrió”.

La obra, que cuenta con una meticulosa documentación, se nutre de lo que dejaron escrito los cronistas de la época pero también de los actuales, ha añadido Molist y ha argumentado que “lo que nos cuentan los cronistas está reflejado fielmente, sin embargo ellos no cuentan todo porque no hablan de las pasiones ni los sentimientos...”. Así, ha apuntado que “no pretendo que sea una clase de historia sino una historia que enganche, pero en la cual, al terminar, el lector diga: ‘¡fíjate por donde, me he enterado de cosas que no sabía!’”.