PROYECTO
ZheBRA convierte Diario del AltoAragón en “galería de arte”
El periódico de la provincia exhibe la obra de miembros del taller de pintura del Centro Manuel Artero de Valentia

Las emociones juegan un papel fundamental en el desarrollo del cerebro humano, hasta el punto de que muchos especialistas afirman que el cerebro sólo aprende si hay emoción.
Cuando se habla del ámbito artístico, también son muchos los creadores y teóricos que otorgan a la emoción un papel clave en el florecimiento y disfrute de la creatividad. Un ejemplo lo encontramos en Paul Cezanne, que dijo que “una obra de arte que no comenzó en emoción no es arte”.
En estas bases se sustenta el proyecto y trabajo desarrollado en el Taller de Arte del Centro Manuel Artero de Valentia, que con Eduardo Cajal al frente inició en 2012 su andadura con el fin de promover un germen emocional capaz de abrir todo un mundo de nuevos descubrimiento íntimos y, al tiempo, de posibilidades de apertura a la sociedad.
Un ejemplo de esa apertura lo encontramos en DIARIO DEL ALTOARAGÓN, primera empresa privada que se ha convertido en una “galería de arte” en la que admirar las obras que miembros del grupo ZheBRA han realizado. Decoran todas las instalaciones del periódico de la provincia, y están a disposición de los oscenses, tanto para verlas como para adquirirlas.

Se trata de veintiocho cuadros de diferentes formatos de Carmen Bonache, Esther Carreras, Félix Moreno, Fernando Vidal, Gema Guerrero, Gustavo Iranzo, Inaxio Urrutia, Irene Delgado, Jesús Cambra, José Luis Orduna, Marisa Roda, Montse Otal, Pablo Llagostera, Rubén García, Silverio Ferrer y Víctor Sevilla. Los precios de los mismos oscilan entre los 45 y los 406 euros.
Y es que, al margen de la funcionalidad, los beneficios formativos, lúdicos o terapéuticos o de los resultados obtenidos, algunos de los artistas del Grupo ZheBRA llegan a acceder sin problemas a esa dimensión misteriosa de lo estético. Sus lienzos rezuman “colores, formas, ritmos, líneas y energías que no necesitan explicación, que hablan por sí mismas” y se erigen ante el espectador como un “vigoroso signo de afirmación de lo humano en un mundo globalizado”. Estas creaciones, “a través de la belleza, expresan con contundencia el propio valor de la ‘singularidad’, lo cual resulta ser el aspecto más interesante de esta propuesta”, que como indica Eduardo Cajal “reafirma permanentemente el arte desde una perspectiva emocional, ya que una mente que no es racional se basa en lo emocional para actuar”.
Si Duchamp decía que “el arte es la única forma de actividad por la cual el hombre se manifiesta como un verdadero individuo”, desde el Grupo ZheBRA se da voz “a la diversidad de la diversidad” y se construye arte “a partir de las emociones y desde allí influimos en la sociedad”.

Eduardo Cajal apunta que el objetivo es que “toda la ciudadanía tenga conciencia del nivel de capacidad creativa que tiene este grupo”, que expresa lo que siente y lo comunica. Por eso, para difundir la obra apostaron “por hacer donaciones o cesiones a instituciones públicas para que se socialice”. Es el caso del Centro de Salud de Los Olivos, el Comedor Social del Ayuntamiento de Huesca, la casa natal de Miguel Servet en Villanueva de Sijena que alberga un proyecto de Jesús Pomarol o en la Comarca de la Hoya de Huesca. También hay obra en Aspace Zaragoza, “que no es un centro público pero está al mismo nivel de energía que el nuestro”.
Ahora han puesto en marcha una nueva experiencia con Diario del AltoAragón, “un medio público de comunicación, lo que implica una conexión en cuanto a la perspectiva de la información pura”, puntualiza Eduardo Cajal, y al que se le han cedido veintiocho obras “para que desde esa plataforma que supone el periódico”, se pueda “socializar” el trabajo del Grupo ZheBRA, y hacerlo “desde el concepto de difusión. Somos noticia, estamos allí, compartimos en otro nivel de energía, con otras sensibilidades, y todo se completa”, apunta el responsable del Taller de Arte del Centro Manuel Artero.
“El Diario del AltoAragón, las personas que trabajan en él disfrutan de esa energía que desprenden las obras y, al mismo tiempo, se produce esa fuga que supone que en un momento determinado a alguien que las ve le interesa un cuadro, lo podría comprar y nosotros lo sustituiremos por otro”, revela Eduardo Cajal, que se muestra encantado con esta cesión que está a disposición de la sociedad oscense.