Lo importante se encuentra en el exterior de las cubiertas de los libros
Es algo que no parece importante, pero inconscientemente el diseño de los libros resuelven las dudas de los lectores ante la decisión de compra

EN LA VIDA, al igual que a la hora de comprar un libro, los detalles influyen en nuestra toma de decisiones. La editorial a la que pertenece una obra, el título o el autor son factores importantes. Aún así, hay un detalle del que poco se habla, pero que de forma inconsciente nos hace clavar las miradas en estos objetos: los diseños de las cubiertas. Y es que parece que los lectores oscenses no se hacen eco de esa famosa frase de ‘no juzgues un libro por su portada’, y muchos se dejan llevar por el arte de estas a la hora de hacerse con los libros.
“Mucha gente que viene a nuestra tienda se deja llevar por lo que les transmite la imagen, sobre todo, cuando se están decidiendo por dos obras”, afirma Ludi Escartín, que lleva siendo la dependienta de la Librería MásdeLibros durante los últimos 25 años. Con este bagaje a sus espaldas, no duda en considerar que el diseño que hay tras las tapas es algo diferencial que marca la tendencia de compra de los clientes que entran en su librería. “Es algo muy importante, se debe de cuidar; las grandes editoriales lo suelen hacer”, apunta. Y, sobre todo, destaca editoriales como Impedimenta, por su pulcritud y limpieza en sus diseños o Blackie Books “por sus diseños originales”. La dependienta tiene una mención especial para la editorial aragonesa Contraseña, la cual alaba por el gran elenco de ilustradores que participan.

Cuando echa la vista atrás, Escartín recuerda el fenómeno que ya hace unos años supuso la saga Millenium. “En su momento llamó mucho la atención por el predominio del rojo, el blanco y el negro”, recuerda. Ahora le cuesta elegir un libro en concreto que haya generado ese efecto; pero lo que parece claro es que no hay una clave o un ingrediente secreto que determine cuál es el diseño perfecto.
En otro punto de la ciudad, tienen una opinión diferente. En la Calle del Parque, desde la Librería Estilo, no creen que las portadas condicionen las decisiones de compra de los lectores. Para su dependiente, existe otro factor diferencial que inclina la balanza. “Normalmente, nuestros compradores ya vienen con una referencia del libro porque lo han visto en internet o en redes sociales”, afirma y continúa: “puede que el diseño de las portadas influya algo, pero tampoco creo que mucho”.

Volviendo al centro de la ciudad, desde la Librería Anónima hay disparidad de opiniones. Chema Aniés y Marta parece que no se acaban de poner de acuerdo. Mientras que Aniés no cree que una portada bonita sea motivo suficiente, aunque piense que “algo debe influir”, Marta lo tiene claro: “Si estás entre dos libros y no sabes por cual decidirte, yo elegiría la que tiene una portada más bonita”. Pone el ejemplo de Mariana Sández, en concreto el libro editado por Impedimenta llamado: Una casa llena de gente. “Posiblemente, yo no hubiese llegado por la portada porque para mí esta editorial es garantía, pero hay mucha gente que se puede sentir atraída solo viendo la cubierta”. Como en la librería Más de Libros, también en la Anónima ponen de ejemplo a la editorial aragonesa Contraseña: “Siempre eligen a un ilustrador que vaya con el tema del libro. Eso es de agradecer”, remata Aniés.
El secreto tras el diseño de una cubierta
En el año 2010 Alfonso Castán y Francisco Muñiz fundaron la Editorial Contraseña. Un proyecto con el que quisieron combinar la edición de libros inéditos, con otros con más años a sus espaldas. Además de su contenido, el cuidado que ponen a la hora de seleccionar los diseños para sus cubiertas llama la atención entre libreros y lectores. “Desde el principio queríamos que nuestros diseños fuesen distintos al resto, aunque es algo difícil porque hay muchas editoriales y muchos libros”, afirma Alfonso Castán.
Para ello, contactaron con Fernando Lasheras y Jesús Cisneros para que hiciesen el diseño de los libros. Consiguieron unas portadas claras, sin fondo, en el que en la ilustración recae todo el protagonismo. “Exceptuando alguna cubierta, en casi todas predomina una paleta de colores apagada, pero elegante”, señala Castán, a lo que añade: “Con esto enseguida nos dimos cuenta de que nuestra apuesta había funcionado. Nos llamaban de las librerías dándonos la enhorabuena por el trabajo que habíamos realizado”.
En los inicios reconoce que el uso de las ilustraciones, les ayudó a crecer. Mucha gente se compraba los libros sin conocer la editorial, simplemente por la belleza de las cubiertas, por ello, se suma al barco de los prejuicios: “Creo que la gente compra libros por su cubierta. Muchas veces nos llegan mensajes que dicen: ‘Ese libro solo me compraría por la cubierta’. Cada libro es como un hijo para Castán, por tanto, le cuesta señalar su favorito: “Podría decir Encaje Roto de Emilia Pardo Bazán. La ilustración la hizo Elisa aunque si me preguntas mañana te diría otro”.