LA ENTREVISTA
Sebas Martín: "Tengo muchas historias de la República explicadas de primera mano
El autor barcelonés visitó Huescómic con su última obra, un relato de amor homosexual situado en plena Segunda República

El amor, posible a pesar de las dificultades, entre un boxeador y un oficinista en la Barcelona de la Segunda República, antesala de la Guerra Civil, es el eje argumental en torno al que gira “Que el fin del mundo nos encuentre bailando”, la nueva novela gráfica de autor barcelonés Sebas Martín (Ediciones La Cúpula)
El autor deja por un momento la crónica costumbrista LGTBIQ+ de sus obras anteriores -las series dedicadas a los personajes de Salva y Peluche, en la misma editorial- para centrarse en un relato histórico a base de recuerdos y vivencias recogidos de su propia familia.
“Fue una idea que dormía desde hace años en un cajón. Yo quería hablar de la gente obrera de la República, porque vengo de una familia muy obrera y además a mis abuelos les fusilaron cuando entraron los nacionales. Y vengo de una familia muy longeva, o sea, que tengo muchas historias de la República explicadas de primera mano”, explica Martín a este periódico, quien presentó su obra este sábado en la jornada de cómic oscense Huescómic, en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner de la capital altoaragonesa.
En sus páginas aparece retratado el barrio del artista, el Poble Nou, desde el cual el lector puede desplazarse, en un viaje en el tiempo, a lugares que forman parte del imaginario colectivo de la ciudad condal, como el Barrio Chino o el Paralelo.
“Para mí es una especie de homenaje a aquella gente que vivió su manera de ser, no solo su sexualidad, sino el hecho de ser obrero, de vivir en un barrio obrero, todo el movimiento asociativo y el ser homosexual, porque entonces no existía la palabra ‘gay’, en un momento en el que no estaba penado”, explica el autor. “Lo que sí estaba penado, puntualiza, era el escándalo público y muchas veces la policía se lo buscaba para detenerte por ello y era su palabra contra la tuya”.
Así, explica el autor, “desde hace cinco años iba teniendo ideas, iba escribiendo cosas y las iba guardando en un cajón. Y pasada la pandemia, cuando acabé mi álbum anterior, ‘Mi madre, un virus y la madre que me parió’, se me ocurrió que ya tenía una madurez, porque era algo que quería explicar de una manera muy seria, para ponerme manos a la obra”.
Después de esta obra regresará de nuevo al universo costumbrista de su personaje fetiche, Salva, del cual ha contado gran parte de su vida a largo de varios álbumes, desde la publicación de “Estoy en ello”, en 2005, (también de ediciones La Cúpula). Todo ello sin dejar de lado su faceta más reivindicativa a favor del colectivo LGTBIQ+, de la que hace gala en las redes sociales. “No es una crítica, pero los que seguimos luchando somos los mayores, porque la gente joven piensa que esto es lo normal, que todos los derechos de los que disponen ahora les han venido ya dados y no es así. Hubo que luchar mucho por ellos y cuando se lucha mucho por algo, uno es consciente de que es muy fácil perderlo”, asegura Martín.