LA ENTREVISTA
Marta Sánchez Marco: “El valor de oro no es solo material, también es espiritual”
La artista ha estado colaborando recientemente con el CDAN participando en una exposición conjunta e impartiendo un taller

Marta Sánchez Marco viene de una familia de artistas. Desde pequeña se ha nutrido de todo lo que le ha rodeado. Para ella toda su pulsión por la naturaleza proviene de la infancia, “de esos veranos que iba a la montaña, y siempre estaba en contacto con ella”. “Eso que hacen los niños de agacharse y coger una hoja: verla y ver el mundo de cerca. Es algo que siempre me ha llamado la atención”, dice.
La artista ha estado colaborando con el CDAN estos últimos meses. Ha participado en una exposición conjunta llamada Maravilla y ha realizado un taller reciente en el que puso en práctica la técnica de reparación botánica con oro.
Para ella, la creatividad es algo que “se va construyendo”, y, como demostró en el taller que impartió el 10 de septiembre, en sus proyectos suele utilizar varias técnicas que se podrían considerar orfebrería y arte. Una de las maneras en las que utiliza el oro en su trabajo es a través de la aplicación de pan de oro de 24 kilates y la otra es el método conocido como ‘electroforming’ con la que consigue dar un toque de inmortalidad a sus piezas. “Con esta técnica, el objeto queda dentro como una especie de momia. La parte orgánica, ese invento de la naturaleza que tú has utilizado, se encuentra en el interior”, afirma.
“El valor de oro no es solo material, también es espiritual”, reflexiona. Y esto lo dice porque al cubrir la hoja de este material es como “si la estuviésemos embalsamando e intentando aspirar a una inmortalidad que simbólicamente es imposible”.
A ella le atrae mucho este tema. “Me gusta pensar que, por lo menos, pueda existir en nuestra imaginación y nuestro deseo”, continúa. Se considera muy romántica esta idea porque por una parte no puede existir, pero por otra, al final, todo se transforma y realiza esa metamorfosis que puede dar pie a esa resistencia de lo inmortal. “Me parece algo muy paradójico”, dice.
Además de las hojas, las aves guardan un especial significado en su obra. Ellas aluden a lo espiritual “porque controlan el espacio del aire y, también, a lo largo de la historia del arte se han representado como símbolos que aspiran a lo divino y a lo superior, como si fuesen mensajeros de esa espiritualidad”.
Precisamente, en esas representaciones pictóricas los gorriones son los más ilustrados. Y es una elección realizada de manera consciente por la artista: “Son considerados muy corrientes, mundanos, y a mi me gustan porque, si te fijas en ellas, también puedes encontrar algo hermoso. No necesitan colores brillantes, ni llamar la atención: las aves son indicadores de si todo va bien”, reflexiona.
En definitiva, la quietud y la observación son acciones muy importantes que pueden ayudar a definir su obra y entenderla. “Lo que vemos en lo micro lo podemos extrapolar a lo macro. Si nos acercamos podemos ver universo y es algo que a los artistas nos inspira mucho”.