LA ENTREVISTA
Vito Sanz: “Esta película tuvo algo de terapéutica según dice mi psicóloga”
El actor oscense acaba de rodar en Valencia el filme Pequeños calvarios, de Javier Polo

Las manías y las obsesiones son el tema central de Pequeños calvarios, la nueva película del director Javier Polo, que tiene como protagonistas al actor oscense Vito Sanz, Arturo Valls, Berta Vázquez y Andrea Duro.
“Es una comedia compuesta por varias historias que dialogan entre ellas. Yo aparezco en una de esas historias que habla sobre las obsesiones y neuras que nos enloquecen. Unos temas que están muy presentes en mi vida”, asegura Vito Sanz (Huesca, 1982).
La cinta “tuvo algo de terapéutica, según dice mi psicóloga”, afirma con la gracia y la ironía de siempre el actor, que interpreta a “un hipocondríaco extremista y narcisista; vamos, un solete”.
La grabación resultó satisfactoria, pero casi se derriten entre toma y toma. “Fue un rodaje muy concentrado, intenso y caluroso, porque rodamos en Valencia en agosto. Era como estar corriendo en una sauna”, comenta.
Además, el equipo también visitó Castellón y rodó algunas escenas en Benidorm, donde terminó la primera fase. La segunda se desarrolló íntegramente en Benicàssim.
Trabajar con Javier Polo supuso una grata experiencia, porque sus historias “tienen una mirada cómica cargada de un trasfondo dramático sobre temas que están a la orden del día”, como las manías y las fobias, los sonidos extraños, los vecinos pesados, la obsesión por la comida y las dietas, el miedo a la muerte, a las enfermedades, a estar solo o a los rituales de trabajo.
“La estética cargada, la fotografía y el vestuario colorista le da una visión a la historia muy personal. Eso es lo que me atrajo desde que vi sus primeros cortos”, cuenta Sanz.
Con un presupuesto que supera el millón de euros, esta cinta internacional producida por los Hermanos Polo y Japónica Films está protagonizada por 16 actores como Arturo Valls, con el que Sanz se divirtió. “Tiene una manera de entender el humor que va mucho conmigo”, apunta.
“Con Berta (Vázquez) era la segunda película que hacía. Fue un reencuentro maravilloso. La quiero mucho”, agrega el actor oscense, que ya tiene ganas de que el público vaya al cine a ver Pequeños calvarios. Pero habrá que esperar hasta 2024.