Suplemento económico
‘La Tarara’ de Guaso, un restaurante vegetariano del Sobrarbe al paladar
El establecimiento, en guaso, agrega a su cocina sostenibilidad, cultura feminismo y gastronomía circular

La Tarara de Guaso, el acogedor restaurante vegetariano en el que se ha reconvertido el bar de este precioso núcleo del municipio de Aínsa acaba de cumplir un año y medio fiel al producto local, siempre de temporada y a la reducción de residuos. El establecimiento propone una experiencia culinaria que supera el paladar buscando ser transformadora para las personas y el entorno. Maite, su propietaria, aporta “el amor como ingrediente secreto” y es la puerta por la que adentrarse en esta aventura a la que imprime su personalidad agregando a la cocina vegetariana, la sostenibilidad, la cultura, el feminismo y la gastronomía circular porque “el carácter de cada persona va impreso en lo que cocina”, confiesa.

“No tenemos menú ni carta. Ni tenemos ni espero tenerlo nunca”, explica Maite yendo a la esencia de La Tarara que recibe a cada cliente de forma personalizada adaptando el menú del día -de cinco platos, postre incluido, por 24,90 euros- a sus necesidades, siempre respetando las estaciones.
“La base son los productores y productoras locales, son familias que conocemos y con quienes nos reunimos semanalmente para garantizar la calidad y la frescura, y el producto de temporada que nos aporta el mejor sabor en el mejor momento”, asegura. A nivel organizativo y de cocina, el tercer pilar es la reducción de residuos. “Trabajamos estrictamente bajo reserva porque no tiramos comida”.
La cocina vegetariana de La Tarara es “un acto político y una responsabilidad colectiva, que va de la tierra al plato. Somos activistas con cubiertos” que en esta “alimentación consciente” no olvidan el disfrute del paladar.
“Considero que hacemos un tipo de cocina diferente dentro del vegetarianismo y veganismo porque con la comida sí se juega, hacemos un juego de texturas que te deja el Sobrarbe en el paladar y en el corazón”, comenta esta zaragozana que, tras vivir en Inglaterra y colaborar en campos de refugiados, recaló hace seis años en la zona. “Yo no busqué el sitio, el sitio me encontró a mí”, dice agradecida apreciando “la calidez de sentirte enraizada” e inspirada por la belleza del entorno que la rodea.
“Tenemos la influencia de lo que hemos compartido con otras cocineras. La mejor cocinera a la que he conocido, mi sol, mi luna y mis estrellas, que es mi madre. Las especias de origen árabe, mi experiencia en Inglaterra, el primer sitio donde trabajé como cocinera jefa y donde pude compartir con gente de otras partes del mundo”, enumera avanzando su viaje a Alpes a finales de septiembre, “para volver con nuevas ideas para seguir sorprendiendo en cocina de montaña”.
La cocina de La Tarara es creativa y sostenible e impulsa la gastronomía circular, aprovechando subproductos alimentarios y redescubriendo ingredientes olvidados, siempre con el compromiso de reducir desperdicios. Es feminista, “un espacio respetuoso para todas las minorías” y persigue la soberanía culinaria. También es un espacio cultural que promueve la cultura en el entorno rural, “apoyando y ofreciendo un espacio a artistas locales de distintas disciplinas, tejiendo redes y comunidades en torno a la cultura y las iniciativas solidarias”.
En este sentido, avanza el Vermú Solidario para la Fundación CRIS contra el cáncer a través del reto del montañero Alberto Rodríguez, que tendrá lugar el 7 de octubre con animación infantil y música en directo en la terraza.
“Estoy muy contenta de apoyar propuestas como ésta”, concluye Maite que ofrece La Tarara como “soporte para personas que quieren transmitir algo al mundo” a través de su pasión y su revolución de los fogones