Cultura

la entrevista

Marilar Aleixandre: “Intento escribir clásicos, no para que salgan en la sección de Novedades”

La autora de ‘Las Malas Mujeres’, Premio Nacional de Narrativa ha presentado la novela en la Sala Azul del Casino

Marilar Aleixandre.
Marilar Aleixandre.
Laura Ayerbe

Marilar Aleixander todavía recuerda cuando publicó su novela Lobos en las Islas en 1996 con una repercusión menor a la que ha tenido la reedición reciente. “Hasta hace una década no se prestaba atención a lo que hacíamos las mujeres”, cuenta. Hoy parece todo diferente; y gracias a este cambio de paradigma su última novela, Las Malas Mujeres (Xordica Editorial) se llevó el pasado 2022 el Premio Nacional de Narrativa y convirtió en la sexta mujer en lograrlo. Ayer presentó el libro en el Salón Azul del Casino, en un acto que fue organizado por el Colectivo Feminista de Huesca y la Librería Anónima.

“Es una alegría haberlo conseguido y compartir este honor junto a figuras como Almudena Grandes, Cristina Morales o Cristina Fernández Cubas”, afirma, y continúa: “Nunca anticipe el éxito de este trabajo, aunque siempre intento escribir clásicos, no para que salgan en la sección de Novedades”.

Las Mujeres Malas es una historia que transcurre dentro de la cárcel de Coruña, La Galera entre los años 1863 y 1865. Cuenta la historia de Concepción Arenal, visitadora de prisiones; la de Juana de Vega, “una mujer que no es muy conocida fuera de Galicia y que merece más reconocimiento”, y la de Sisca, una niña de quince años, que está encarcelada por acompañar a su madre a abortar. “Esta última historia está basada en un hecho que sucedió 90 años después del contexto de la narración”, asevera.

La idea de esta historia empezó a germinar a finales de 2019 y principios del 2020. La autora se encontraba escribiendo junto María López Sández un ensayo titulado: Moviendo los marcos del patriarcado. El pensamiento feminista de Emilia Pardo Bazán. Y leyendo biografías se topó con la de Concepción Arenal y encontró un párrafo que decía “que la primera cárcel en la que fue visitadora era La Galera, de Coruña en la que había 300 mujeres”. Se quedó sorprendida porque, aunque vive en Santiago de Compostela, es una calle que conoce, entre otras cosas porque es muy céntrica. “Pregunté a gente de la ciudad si sabían por qué la calle Galera se llamaba así, y solo uno supo decirme que era porque había una prisión”.

Por ello, entre otras razones la novela está escrita contra el olvido y con la intención de recuperar la memoria de aquellas personas que fueron excluidas y encarceladas por el mero hecho de ser humildes. “Documentarse para esta novela ha sido muy complicado y meterme dentro de esas vidas también”, reflexiona.

Con esta, ha sido la segunda vez que viene a Huesca, la primera fue como turista. “Mi hermana daba clases en Sabiñánigo y en una Semana Santa estuvimos por ahí viendo naturaleza”, afirma. “La provincia me parece impresionante; me han prometido que veremos alguna cosa (risas)”, sostiene. Además, hoy tendrá un encuentro con los alumnos de bachillerato. “Tengo curiosidad por saber su opinión”, remata.