Cultura

La entrevista

Daniel Rico Camps: “Alaón es muy especial por estar a caballo entre dos románicos”

El catedrático de Historia del Arte inauguró el ciclo de conferencias que conmemora los 900 años de la consagración del monasterio

Daniel Rico Camps
Daniel Rico Camps
S.E.

El monasterio de Santa María de Alaón, construido en el primer cuarto del siglo XII, “está a caballo” entre las dos fases de formación del románico: la primera, más conocida como románico-lombardo, y la segunda románico hispano francés. “Alaón sirve para entender qué es el románico en general”, por lo que el catedrático en Historia del Arte de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Daniel Rico Camps, lo utilizó para “explicar qué es el románico a través de Alaón y que evoca Alaón del románico”.

En la inauguración el pasado viernes del programa conmemorativo del 900 aniversario de la consagración del Monasterio de Alaón por parte del obispo San Ramón -“de sus dos altares de San Pedro y Santa María, en meses distintos del mismo año 1123”, puntualizó Rico, que resaltó que “el de Alaón, ubicado en la localidad ribagorzana de Soperia, es un monasterio románico de los que mejor se conservan en la zona y es muy especial porque está a caballo entre los dos románicos”.

El románico, agregó, es “el primer arte europeo que hay en la historia”, unificó el territorio, “es el mismo en Alemania que en Aragón aunque habla unos dialectos que permiten identificar las regiones. Es bonito visitar estas iglesias que huelen a lugar, te vas a Roda, a Obarra, a Alaón, y aunque son edificios distintos tienen un aire de familia, hablan el mismo dialecto. Te vas a Jaca y sigues viendo cosas de Alaón y esto es muy bonito porque el paisaje construido también tiene personalidad. Está construido en la misma época por los mismos obispos, por los mismos reyes y, a diferencia de épocas más tardías, aquí los artistas eran itinerantes, iban moviéndose de un lado a otro en espacios limitados desde el punto de vista geográfico”.

El catedrático de la UAB se centró en la iglesia, con tan solo algunas pinceladas de los restos del claustro, especificando qué corresponde a cada uno de los dos románicos y centrándose en su naturaleza de “románico de síntesis”, la puerta exterior, el significado simbólico de sus capiteles o la organización interior, evidenciando que es “un híbrido donde se fusionan las dos fases del románico”.

Rico incidió también en la época de construcción que lo convierte “en uno de los monasterios, que permiten que se abra a Europa toda esta zona y entren en Aragón la liturgia romana, que unifica toda Europa o el mundo cluniacense. Junto con Loarre, Jaca, Roda u Obarra son centros de difusión de la cultura internacional que se está creando en esos momentos”. En esa época, Aragón, Navarra, los condados catalanes y los reinos castellanos se abren a Europa, “es una época de articulación y de crecimiento demográfico y riqueza. Es el principio de la Edad de Oro de la Edad media en Europa, una época de expansión, de crecimiento e incluso de revolución científica”. Resaltó, además, el enclave, “fronterizo con lo musulmán” en el momento de la reconquista, “posible gracias a esta fase de unificación promovida por la iglesia romana”, concluyó.