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MONTAÑISMO - PEÑA GUARA: PICO A PICO

Gran Barbat, un buen mirador y la gran montaña occitana

El programa del club oscense sigue descubriendo cimas del país vecino

Gran Barbat, un buen mirador y la gran montaña occitana
Gran Barbat, un buen mirador y la gran montaña occitana
P.G.

HUESCA.- Los topónimos de la zona del Gran Barbat nos resultan extraños y no porque estén en francés, y es que nuestro experto de este lado de la cordillera, Marcos, nos desvela que están en occitano, el dialecto local, mientras describe como es su costumbre el nombre de picos y lagos que nos rodean desde el gran mirador que es la cumbre de esta poderosa cima. A la vista los más conocidos y destacados como el Balaitous por su vertiente norte, o el Vignemale, siempre imponente.

Nos hemos desplazado al "país verde" del Pirineo, al norte, donde en esta época con el verano estallando en largos días llenos de luz, se ha descubierto el pasto a medida que las nieves van dejando paso al roquedo descarnado de las cumbres y los pastores han subido sus rebaños de ovejas marcadas en vistosos coloridos azules y las vacas que pacen repartidas por las laderas que están espléndidas de verdor.

En este ambiente, un numeroso grupo de veinticinco participantes partimos temprano de la zona de acampada pública situada junto al Lac d"Estaing que se puede localizar en el mapa del IGN francés de Vignemale-Ossau-Arrens-Cauterets, a 1.163 metros de altitud, entre Arrens y Cauterets. De allí salimos caminando junto al lago hacia el GR-10, una ascendente senda que se adentra en un denso bosque de hayas que irá dando paso a los praderíos de altura por donde discurre una torrentera cargada por el deshielo en espuma blanca, procedente del lago de Barbat, rompiendo el silencio de la mañana, antes de que el sol nos ilumine de pleno cuando hemos alcanzado el lago a 1.973 metros de altitud, el primer hito de la jornada.

El paraje se encuentra rodeado de afiladas agujas en un circo rocoso magnífico, las agujas de Pilat, que culminan la Crête des Mounyolles, el Pic de Maleshores y el de Badescure separado por la brecha del Grand Barbat, el siguiente punto al que tenemos que ascender camino de la cumbre, del que nos separan más de 600 metros de desnivel. Nos adentramos en el circo y pronto pisamos neveros que facilitarán mucho el ascenso, para lo que nos ponemos los crampones. A la llegada a la brecha a 2.600 metros sopla un viento sureño que atrae algunas nubes poco inquietantes, continuamos apurando los neveros hasta que ya sin crampones se suben los últimos metros a la cresta cimera entre bloques y rastros de pisada a modo de senda. En la cumbre a 2.810 metros brilla el sol de pleno, un largo rato de descanso y de observación del entorno montañoso identificando los macizos y sus conocidas cumbres como el Balaitous con la Torre y cresta de Costerillou, los Infiernos con su marmolera, el macizo del Perdido con el Taillón, el Neouvielle, y destacando en el horizonte el gran Vignemale.

Las nubes siguen amenizando el cielo mientras emprendemos el largo descenso que nos espera para completar una ruta circular. Volvemos a pasar por la brecha y sin crampones por las lenguas rocosas, observamos que tampoco hacen falta al otro lado en el empinado corredor que destreparemos hacia el lago del Pic D"Arrouy, donde nos tomamos un merecido descanso junto a un potente arroyo, al Sur del pico Badescure y el Maleshores.

Continuamos descenso pasando por encima de la cuenca del profundo y verdoso lago Nere, para ir virando sin darnos cuenta al Norte al pasar junto a una de las cabañas que hay repartidas por la zona entre los escalones de bosque donde se asientan los lagos que salpican el largo valle de la Gave de Labat de Bun que recorreremos a pleno sol, cuando el bosque desaparece, para avistar por fin a lo lejos el lago de Estaing, y la zona de acampada donde dejamos instaladas las tiendas que quitaremos al llegar tras unas 10 horas de camino, más de 18 kilómetros de recorrido de los cuales unos 11 han sido de descenso, con un desnivel acumulado de 1.706 metros, que nos han llevado a esta gran cumbre del Pirineo del norte y su magnífico entorno.

Regresamos por algunos de los puertos ciclistas de la Quebrantahuesos a última hora de la tarde deleitándonos en sus paisajes y pensando en la siguiente cumbre que nos espera.