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TENIS - PREPARADORES

Gorka Alday, rey en la trastienda

El encordador oscense le prepara a Rafa Nadal las raquetas desde el año 2003

Gorka Alday, rey en la trastienda
Gorka Alday, rey en la trastienda
S.E.

HUESCA.- El pasado 9 de junio Rafa Nadal levantó la Copa de los Mosqueteros en la pista central de Roland Garros, celebrando su duodécimo triunfo en el Grand Slam parisino. Muy cerca de la pista Phillipe Chatrier, en la sala de encordadores, el oscense Gorka Alday también festejó el triunfo del manacorí junto a la máquina número 1, la misma en la que durante todo el torneo había sido el responsable de preparar el cordaje de las raquetas con las que Rafa Nadal ha vuelto a hacer historia en el tenis mundial.

Alday, uno de los pocos encordadores españoles en el circuito de tenis profesional, conoció al llegar a Francia cuál iba a ser este año su principal responsabilidad en el Abierto de París. Al llegar al Stade Roland Garros, el coordinador de Babolat, empresa responsable del servicio oficial de encordado en el Abierto de París, le informó que este año iba a estar a cargo de la máquina número 1. "Es una máquina un poco especial, un puesto de prestigio dentro del equipo de 18 encordadores de 12 nacionalidades diferentes, y supone ser responsable de las raquetas de Rafa Nadal desde el principio", asegura este portugalujo, afincado en Huesca desde el año 2000.

Jorge Alday, más conocido en el mundo del tenis como Gorka, lleva desde 2003 encordando las raquetas de los mejores tenistas. "He sido responsable de las raquetas de Nadal en otros torneos, pero en Roland Garros lo miras también de otra forma, con más presión. En el momento en que terminas y ves que ha ganado, ves que en una parte muy pequeñita he ayudado, he aportado, he sumado… y te sientes muy bien". Y es que es muy consciente de que "dentro de tu profesión qué más puedes hacer, además de trabajar para alguien como Rafa Nadal en un torneo como Roland Garros, y contribuir a que gane".

La victoria del manacorí desató una gran alegría en Gorka Alday, que siguió la final a través de los monitores de televisión, en la sala de encordadores junto al norteamericano Josh Newton, encargado de las raquetas de Nadal el año pasado. "Yo había trabajado para Nadal antes en muchos torneos, pero hacerlo en Roland Garros supone una gran responsabilidad, porque Rafa Nadal es mucho más que un deportista, es un icono del tenis y del deporte y más en Roland Garros", afirma Alday, que reconoce que "Eric Ferrazzi, responsable del servicio, me dijo que no era un regalo. Es un regalo una vez que ha llegado a la final y la gana, es una gran oportunidad y disfrutas de la posibilidad tan bonita de haber sido su encordador, pero ¿y si no gana Entonces ya no hubiera sido tanto un regalo, porque todo el mundo daba por hecho que tenía que ganar". En este caso, la historia tuvo un final feliz, "al final salió todo como tenía que salir: ha ganado Roland Garros y la sensación es buenísima, la sensación personal y profesional es muy buena, pero para eso hay que llegar allí".

Además de una responsabilidad con Rafa Nadal, también lo ha sido con Babolat, la empresa para la que trabaja Alday. "Rafa Nadal es el emblema de la marca, de Babolat, que es quien ofrece el servicio. Por lo tanto, ellos tampoco pueden poner una persona al azar. Los dos años anteriores fueron un encordador francés, Xavier Bremard, y otro de Estados Unidos, Josh Newton. Es la misma empresa la que está interesada en dar la responsabilidad al que ellos consideran que está capacitado para hacer este trabajo".

Y es que Nadal siempre ha jugado con raquetas Babolat. "Recuerdo el año que él debutó en el Godó, en 2003, y me acuerdo porque ese día estaba hablando con Javi Garrapiz en el servicio de encordado. Me preguntó si había ido a ver a Rafa y yo, que tenía mucho trabajo, le dije que no y él me contestó "Ese va a ser muy bueno, ese es un crack". Yo siempre le he visto con Babolat, es una referencia dentro de la marca", asegura. En su opinión, "creo que ha encontrado un material que le ha funcionado perfectamente, se encuentra cómodo con el material y no necesita cambiar a otro tipo de marca por un motivo técnico ni económico, esa es mi opinión. Desde que lo conozco ha jugado con Babolat y lo que prima es que la sensación que tiene con la raqueta siga siendo la misma".

Tenista de costumbres, Rafa Nadal mantiene generalmente los mismos criterios con el encordado de sus raquetas. "Siempre a 25 kilos. Hay jugadores a los que les gusta cambiar la tensión, pero Rafa siempre juega a 25 kilos, aunque a lo mejor en Madrid pide 25,5 kilos por la altura, y con cuatro nudos. No hay mucha variación".

Y en Roland Garros, el manacorí ha vuelto a hacer gala de jugador metódico a la hora de utilizar el servicio de encordado. "Enviaba las raquetas de pista cada ocho juegos. Por lo menos este año en Roland Garros ha tenido este patrón. Recuerdo que ha habido temporadas en que, en lugar de mandarlas cada ocho juegos, mandaba dos más tarde… pero este año en Roland Garros ha sido muy medido, cada ocho juegos", asegura. Gorka Alday insiste en que Nadal "es una persona que a la hora de trabajar lo hace todo muy fácil. Acababa el entreno y te dejaba dos o tres raquetas para el día siguiente y con esos márgenes de tiempo te permite organizarte, porque no trabajo solo para Rafa, él es el premio, el jugador más significativo, pero tienes asignados otra serie de jugadores que igual no tienen la misma repercusión, pero a los que intentas dar el mismo trabajo, intentas trabajar para todos de la forma más profesional posible".

En el caso de Nadal, "tiene unos hábitos, unas costumbres, y desde el principio va mandando raquetas. Tiene determinados hábitos, él coloca los grips de las raquetas personalmente, antes de entrar a jugar… Creo que también son formas de mantener la concentración, rutinas que te ayudan a concentrarte, creo yo". Hábitos que facilitan el trabajo de los encordadores, "es un jugador muy organizado y este año me ha parecido que ha venido todo muy rodado". De hecho, cuando Nadal logró el punto que le dio su duodécimo Roland Garros, Gorka Alday tenía ya la máquina preparada para recibir la cuarta raqueta del partido, la que nunca llegó porque el tenista español había ganado ya la Copa de los Mosqueteros.

Gorka Alday también se ha traído a Huesca una Copa de los Mosqueteros. "Al acabar el partido, el americano Josh Newton, el que encordó las raquetas de Nadal en su undécima victoria en Roland Garros, me acompañó a un puesto de recuerdos para que comprara una réplica en miniatura de la Copa", una copa que el encordador oscense también siente como suya, aunque solo sea en una pequeña parte.