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MONTAÑA - MONTAÑEROS DE ARAGÓN

Una larga travesía de montaña que ya dura setenta años

El grupo Montañeros de Aragón en Barbastro conmemora el 25 de julio su longevo aniversario

Una larga travesía de montaña que ya dura setenta años
Una larga travesía de montaña que ya dura setenta años
MAB

Montañeros de Aragón cumple 70 años, el jueves próximo, desde su fundación en el antiguo Refugio de Estós (Valle de Benasque) un lejano 25 de julio de 1949 por iniciativa de barbastrenses que nombraron a Luis Paúl primer presidente. En aquella reunión surgió la posibilidad de que hubiera un nuevo grupo de montaña y escalada "se inspiraron en las mejores tradiciones pirineístas de la época", recuerda Joaquín Torres, uno de los cinco presidentes en siete décadas con Miguel Lacoma, Pepe Broto, antecesores, y José Masgrau que pasará a la historia del club como el más longevo en el cargo, desde 1992.

En aquella jornada, Montañeros se fundó como club dependiente de su "matriz" en Zaragoza hasta que años después se independizó. Torres cita en su historia a varios testigos de la fundación, entre ellos Delgado Ubeda, Folliot y María (Federación Española), Raymond d"Espouy (GPHM), coronel Villar (Escuela Militar Alta Montaña), Tomás, Ramón y Sicart (Montañeros Aragón Zaragoza).

A partir de entonces se inició una larga "travesía montañera" que dura 70 años entre varias generaciones. De aquella primera etapa destacan dos efemérides como son el Campamento Internacional de Alta Montaña en Ordesa (1953) y la entronización de la Virgen del Pilar en el Aneto (14 agosto de 1956) "en la que se volcó todo el mundo". Así lo recuerda Pepe Broto, socio número 5 y con Luis Calvo únicos supervivientes de la lista de diez fundadores con Luis Paúl, José María Fábregas, Guillermo Gabás, Enrique Padrós, José Marí Arqué, Fernando Noguero y José Vicente Guidotti.

Broto tiene más de 90 años, fue presidente y de los pocos supervivientes que subieron al Aneto el 14 de agosto de 1953 "la iniciativa compartida con El Cruzado Aragonés tuvo una calurosa acogida entre los montañeros, la Junta hizo bien las cosas, hubo entusiasmo y entrega por parte de todos y de muchos colaboradores". En aquella ascensión "se volcó todo el mundo, fue una gran fiesta montañera en la que participaron muchos barbastrenses y algunas mujeres montañeras. Recuerdo al capitán Vicente Agraz que pernoctó en la cumbre con varios soldados que se adelantaron para construir el pilar". A partir de entonces, desde hace 63 años se mantiene la tradición de subir al Aneto aunque la fecha se ha anticipado a junio.

Además del internacional en Ordesa, destacan los campamentos nacionales organizados en Viadós, Vallibierna, Tabernés y Valle de Pineta en 2014 acreedores de reconocimientos institucionales por la buena organización. En la historia de 70 años figuran 50 belenes montañeros, desde el primero en la cima del Cotiella; 20 ediciones de la Cronoescalada de Montaña en la estación de Esquí de Cerler; encuentros de pirineístas en el monasterio de El Pueyo, Marcha Nacional de Montañeros Veteranos (2006) en la que participaron 1.200 personas desde Lecina hasta Alquézar, colaboración en el Congreso de Medicina de Montaña (1995) y Jornadas Montañeras anuales entre actividades que reflejan la trayectoria ascendente del club acreedora del censo de 1.500 socios, de ellos 440 federados, cifra récord en la historia.

En fechas recientes, Jornadas de Marcha Nórdica celebradas en la provincia por primera vez, con referencia y punto de partida en Barbastro reunieron a cien participantes de localidades aragonesas. La propuesta de actividades incluye senderismo, esquí de montaña, esquí, escalada, barranquismo, alpinismo y trail entre las más importantes. En la historia ha habido muchos nombres propios, entre ellos Luis Masgrau, presidente de la Federación Aragonesa y vicepresidente de la Española; Modesto Pascau, Paco Lacau y los cinco presidentes, entre otros socios acreedores de reconocimientos institucionales.

"REFERENCIA DE IMPLICACIÓN SOCIAL"

En la lista de "aventureros" destaca Javier Subías que ha llevado el nombre de Montañeros por medio mundo, incluso en la travesía por el Mar Báltico, helado (2010). Se recuerda a Pepe Chaverri que fue seleccionador de jóvenes alpinistas y entre los socios fallecidos en la montaña con Ángel Orús, Carlos Vives y Vicente Pérez. A costa de olvidos involuntarios del autor porque en 70 años hay muchas referencias, imposibles de recordar en un reportaje.

José Masgrau, presidente de Montañeros reconoce que "setenta años en asociacionismo es una referencia de implicación social de la que nos sentimos felices desde que recogimos el testigo de antiguos Exploradores de Barbastro, entre otros. En siete décadas hemos celebrado 25 y 50 años de historia contada en un libro con fotos retrospectivas, enriquecida en recuerdos, conquistas, anécdotas, hechos y tragedias que dan para contarla con satisfacción. El compromiso ha sido esencial para transmitir la práctica de deportes de montaña".

DE 50 A 1.500 SOCIOS Y MÁS DE 400 FEDERADOS, UNA "EVOLUCIÓN CONSTANTE"

Joaquín Torres está entre los "históricos" porque presidió Montañeros durante 25 años. Tiene experiencia y con mirada retrospectiva destaca "la evolución constante y positiva porque nadie pensaba que se alcanzaría esta situación social en avances tan significativos. A nivel personal ha sido una experiencia importante en mi vida familiar porque cuando me eligieron presidente no pasábamos de 50 socios y ahora estamos 1.500 socios y más de 400 federados. En aquellos años se realizó una promoción intensa basada en actividades y se aprovechó, al máximo, la apertura de la Estación de Esquí de Cerler".

Testigo de la recuperación de refugios y de la construcción de otros, "llegó un momento en que se optó por cambios necesarios, entre ellos el cambio de madera por hierro y hormigón, para evitarnos posibles problemas. De aquella apuesta nació Prames que ha construido muchos refugios de alta montaña. La presencia del barbastrense Modesto Pascau ha sido, siempre, una garantía y muestra de confianza".

La seguridad en montaña es el cambio más importante, "de los sistemas de la época, de gran precariedad, hemos pasado a medios y equipos técnicos sofisticados. Desde que salí por primera vez a la montaña con menos de 15 años, ha cambiado para bien general", explica. En su etapa recuerda la organización de campamentos nacionales de alta montaña, "contribuyeron a que el Pirineo aragonés se conociera más".