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MONTAÑA - CLUB LITERA

Formación en Benasque, barranco en el Vero

El club literano realizó dos actividades el pasado fin de semana

Formación en Benasque, barranco en el Vero
Formación en Benasque, barranco en el Vero
S.E.

HUESCA.- El Club Litera realizó el pasado fin de semana unas jornadas de formación en el valle de Benasque. El sábado, en las instalaciones de la escuela de alta montaña, los montañeros del Club Litera aprendieron diferentes técnicas para asegurar y superar con los menores riesgos posibles cualquier dificultad que pueda surgir en la alta montaña.

El domingo, el grupo se fue al monte a practicar lo aprendido y a pesar de disfrutar de un clima muy poco invernal, consiguieron aprovechar al máximo las enseñanzas recibidas, reproduciendo hipotéticas situaciones de riesgo, y aprendiendo que la principal enseñanza es conocer y respetar la montaña.

BARRANQUISMO

Por otra parte, el domingo se reunieron en Alquézar un buen número de barranquistas del Club Litera, procedentes de Huesca, Ainzón, Zaragoza, Terrassa y Binéfar, con la idea de realizar el descenso del Cañón de Chimiachas. Este desemboca en el margen derecho del Vero, aproximadamente en su tramo medio.

Al disponer de vehículos todo terreno se evitaron una parte de la larga aproximación hasta la cabecera. Yendo por la pista de San Pelegrín llegaron cerca de Basacol, donde finalizarían después la jornada.

El camino de aproximación les llevó por los abrigos de Quizans, con varias pinturas rupestres. Un poco más de subida y se encontraron el desvío al antiguo camino de "Pasolen y Articazos". Otro acceso al barranco pero solo para desender su parte final. Ellos optaron por un recorrido completo de esta joya poco recorrida de nuestra querida Guara.

Pronto llegaron a la zona donde se encuentra el famoso Ciervo de Chimiachas, una de las mejores pinturas rupestres mediterráneas y en muy buen estado de conservación. Una rápida visita y siguieron ya entre paredes muy vestidas de vegetación hasta encontrar el primer rapel, 25 metros volados para empezar. A partir de aquí, diversos resaltes y rapeles entre 10 y 15 metros, siempre acompañados de un hilo de agua que vuelve muy resbaladizas algunas zonas.

A pesar de ser un grupo numeroso se movían con rapidez ya que disponían de cuerdas suficientes para agilizar el descenso. Pronto llegaron al Paso de Articazos, y a partir de aquí el impresionante circo final, tres rapeles encadenados de 45, 30 y 50 metros que terminan en la hermosa "Cocineta", un lugar increíble donde se deleitaron un rato mientras aprovechaban para comer algo antes de equiparnos con los trajes, ya que toca descender un tramo de Vero, y su agua es fría y abundante. Despues de pasar el Caos de La Visera encontraron la salida por la derecha, una senda poco definida en principio, que les llevó en fuerte subida hasta los coches.