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Tiempos de adaptación en el Club Ibón

El parón ha dejado a sus judocas sin sus grandes citas anuales, los Nacionales, pero tratan de practicar desde casa

Tiempos de adaptación en el Club Ibón
Tiempos de adaptación en el Club Ibón
S.E.

HUESCA.- La pandemia ha afectado a todo el deporte, a los clubes profesionales con grandes presupuestos y repercusión, y también a los clubes y agrupaciones deportivas más modestas. En el caso del deporte del judo, el Club Ibón de Huesca es uno de los muchos afectados, que se ha visto obligado a parar y además, en un momento vital de la temporada, con los diferentes Campeonatos de España a la vuelta de la esquina.

La directora del club, Pepa Sánchez, explicaba que son un club familiar, pero que desde luego la crisis les ha afectado en lo deportivo, en lo social y en lo económico.

"Somos un club en el que además de socios somos amigos, con muchas relaciones personales y contacto casi diario. Están los chavales, pero también sus padres y los adultos que hacen judo. Y eso ha hecho que las cosas en lo económico al menos hayan sido más o menos fáciles, hemos dejado de pasar las cuotas y hemos hecho un ERTE para los entrenadores. Además nuestra instalación es pequeña y no vamos a pagar alquiler estos meses. Dentro de lo que cabe, al menos en lo económico, lo estamos llevando bien".

Otra cuestión es el plano anímico. "Hay desánimo. El deporte para muchos es casi una droga y ahora no pueden realizarlo. Al menos pudimos adelantarnos un poco al estado de alarma y el confinamiento y repartimos todo el material que teníamos entre los chavales de los equipos de competición. En el club solo se ha quedado el tatami y así al menos nuestros chicos pueden entrenar en casa un poco mejor".

En lo deportivo, el mal sabor de boca de que en una temporada que apuntaba alto al final no se pueda hacer nada. "Teníamos varios judocas clasificados para el Campeonato de España, sobre todo en categoría cadete, y al final no lo van a poder disputar, cuando incluso teníamos claras opciones de podio". Y le apenaba especialmente el caso de Raquel Miret, cadete de último año y primera del ranking nacional, que estaba ante su gran oportunidad de ganar el Nacional e incluso de competir en el circuito europeo con la selección española.

"ES UNA SITUACIÓN MUY EXTRAÑA"

Raúl Poblador, el entrenador del club, señalaba que viven días extraños y que tratan de adaptarse y mantener la moral alta.

"Al principio pensábamos que iba a ser algo más corto y menos grave, pero ahora ya todos nos hemos hecho a la idea y hay que hacer lo que se puede", explica..

Aunque no hay competición a la vista, tratan de que todos los chicos y chicas sigan entrenando y manteniendo sobre todo el ánimo arriba. "Los chavales mayores de equipos de competición siguen con sus rutinas de entrenamiento en casa, también gracias al material que les dejamos. Y sobre todo tratamos de mantener mucho el contacto. Nos conectamos por videollamada un día sí y uno no y tratamos sobre todo de estar en contacto y hacer algún ejercicio conjunto. Con los pequeños también hacemos videollamadas, pero sobre todo con los chicos de más edad el contacto es casi diario, como lo era cuando la temporada era normal".

Y también lamenta la oportunidad deportiva que se ha escapado. "Los mayores, los que estudian Bachiller, llevaban todo el año trabajando y preparando justo lo que iba a llegar ahora, los Campeonatos de España e incluso el Circuito Europeo. Todos esos meses ahora no valen y eso anímicamente se nota. Cuando se canceló todo fue un momento delicado, pero ahora va pasando el tiempo y también sube el ánimo pensando ya a más largo plazo".

Acerca de esos entrenamientos de sus pupilos, lógicamente han tenido que adaptarse al espacio y la circunstancias de los domicilios. "Con una mochila llena de libros, garrafas de agua y las pocas mancuernas o pesas que les hemos podido dejar hacen sus ejercicios. También combas, gomas, bolsas de patatas, y líneas marcadas en el suelo. Nos adaptamos. Pero al ser un deporte de contacto, en el que hay un rival, los ejercicios más específicos son más difíciles. En el caso de que haya por ejemplo varios hermanos en el club sí que pueden trabajar alguna cosa más. Lo llevamos como se puede pero desde luego que hay muchas ganas de volver a la normalidad".

Y de cara a los más pequeños, al menos este año será difícil realizar los exámenes de cinturón, la mayor motivación. "Si para los mayores es una pena que no puedan competir en los diferentes campeonatos para los peques su mayor motivación al final del curso son los exámenes de cinturón. Estamos en contacto con ellos y con sus familias y la verdad es que se enteran relativamente de todo lo que está pasando, pero les animamos a seguir practicando y que nos manden vídeos con sus ejercicios. Les proponemos una técnica cada semana y la van haciendo. Como digo el contacto es estrecho porque la relación en este club es muy familiar y personal".