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DOMINGO - GENTE DE AQUÍ

Juan Carlos Apilluelo: “Me gusta buscar en la competición la motivación del día a día”

El pasado enero, en la gala de entrega de los galardones locales del deporte en Sabiñánigo, recibió el premio de la Asociación de la Prensa Deportiva de Huesca a los valores humanos

Juan Carlos Apilluelo: “Me gusta buscar en la competición la motivación del día a día”
Juan Carlos Apilluelo: “Me gusta buscar en la competición la motivación del día a día”
M.P.

Juan Carlos Apilluelo nació en Zaragoza en 1965 y desde 1988 vive en Biescas, donde se casó y formó una familia; tiene dos hijos.

Llegó a la comarca del Alto Gállego por motivos laborales, dado que la empresa en la que trabajaba, la Confederación Hidrográfica del Ebro, le ofreció la posibilidad de trasladarse al Alto Gállego para incorporarse al servicio de explotación de la presa de Búbal y Lanuza. Ahora, forma parte del servicio forestal de Confederación.

"Cuando llegué aquí tampoco tenía muy claro dónde iba a vivir y, por casualidad, unos compañeros me ayudaron a buscar piso en Biescas, y aquí me quedé. Por aquel entonces, estaba bastante metido en el esquí de fondo, me gustaba la montaña y quería trabajar y vivir en una zona de montaña", recuerda.

Juan Carlos Apilluelo es conocido por su faceta deportiva. Desde niño, comenzó a practicar esquí de fondo. "Entré en Montañeros de Aragón, sería el año 1975-1976, y me propusieron iniciarme en el esquí de fondo. Teníamos los entrenamientos en el Stadium Casablanca, donde aprendí a entrenar. Los fines de semana íbamos a esquiar, pero el resto de los días era gimnasio, correr o ir en bici".

Y así se fue gestando su afición y su formación al triatlón de invierno. Ganar la segunda edición del Triatlón de Jaca le dio el pase para debutar en el equipo nacional de esquí y empezaron las competiciones. Durante un año, la Confederación Hidrográfica del Ebro le dio la posibilidad de compaginar su trabajo con la competición. "Cuando pasó ese año, tenía que decidir si seguir con mi trabajo o coger una excedencia para continuar con el equipo, pero, aunque era la ilusión de mi vida estar en el equipo nacional de esquí y haber conseguido llegar a lo máximo, decidí dejarlo, hacer deporte como amateur y seguir trabajando". Entonces, dice, empezó a participar en los triatlones de invierno, desde 1989 y hasta el 2003, a nivel nacional e internacional, hasta el 1997 no salimos a competir fuera de España". En 1999 y 2000 fue campeón de la Copa de Europa de triatlón.

Pero, al margen de esta modalidad, también se dedicaba a competir en duatlones de montaña, ciclismo, carreras de montaña, atletismo..., cosechando muy buenos resultados. El deporte ha sido una constante en su vida. "En 2003 dejé el triatlón y la Federación Española me propuso ser el responsable del triatlón de invierno en España, llevar la selección, con la intención de incluir el triatlón en los Juegos Olímpicos de Invierno, pero finalmente se desestimó la idea y en el 2009-2010 se apostó por el triatlón de verano". A partir de 2004, se decanta por el atletismo y participa en campeonatos de duatlón, donde ha estado en el equipo nacional. "Esto me permitía seguir corriendo e ir en bicicleta", señala.

Al dejar la competición de alto nivel con el triatlón de invierno, Apilluelo también quiso prepararse para correr una maratón, "era una espinita que tenía", dice, y con ayuda de Toño Sanromán de Grupos de Montaña Sabiñánigo, corrió su primer maratón en Ciudad Real en 2004, y lo ganó. Desde entonces, ha participado en varios y es asiduo en la media maratón de Sabiñánigo y también en la Milla Urbana, pero sin dejar de lado las carreras de montaña ni el cross.

No niega que le gusta competir. "Me gusta buscar en la competición la motivación del día a día, el reto es marcarte metas".

El año pasado ganó el Circuito Pirineos Alto Gallego de carreras populares que incluye seis competiciones y que organiza la Comarca del Alto Gallego, también lo ha ganado en su categoría en varias ediciones. Este año quería volver a participar en estas carreras pero de momento están suspendidas por la pandemia de la Covid-19.

La situación de confinamiento por el coronavirus le ha obligado como a todos los deportistas, a entrenar en casa. Explica que estas semanas ha hecho bicicleta estática y rodillo y en un pequeño jardín que tiene, ha jugado al bádminton y al pin pon con sus hijos, "sin que descuiden las tareas universitarias de uno, y de segundo de la ESO el otro".

El pasado mes de enero en la gala de entrega de los premios locales del deporte en Sabiñánigo, el premio de la Asociación de la Prensa Deportiva de Huesca a los valores humanos fue para él, que agradeció visiblemente emocionado.

Hoy, a sus cincuenta y cinco años, siempre que puede acude a competiciones, que sobre todo le pillan cerca de casa.