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MONTAÑISMO

Pequeños grandes montañeros

Peña Guara realizó del 6 al 15 de julio la XIX edición de su tradicional Campamento

Pequeños grandes montañeros
Pequeños grandes montañeros
S.E.

HUESCA.- Pese a la primavera tan desafortunada que se nos ha presentado y con cierta incertidumbre, en 2020 también ha vuelto el Campamento de Montaña de Peña Guara y la Federación Aragonesa de Montañismo, que celebró su XIX edición. Veincicinco chavales junto a sus monitores emprendían la marcha hacia uno de los valles más bonitos del Pirineo Aragonés, el de Tena.

El campus iba a transcurrir en los parajes inigualables de Panticosa, con campo base en el refugio de la FAM de los Ibones de Bachimaña. Con los valores que defendemos, tales como el respeto, el compañerismo y la empatía por bandera, nuestro grupo de chavales disfrutó durante diez días de este maravilloso paisaje.

El pistoletazo de salida del Campus lo dábamos el 6 de julio, llegando con el autobús a Casa de Piedra para emprender la subida hasta el Refugio de los Ibones de Bachimaña. Con la ilusión de un niño pequeño y la incertidumbre de la situación, llegaban los pequeños montañeros a nuestra nueva casa, donde acataban y se familiarizaban con los protocolos COVID-19 que la FAM ha establecido en los Refugios de montaña para realizar este precioso deporte de una forma segura. Este año ha tocado un trabajo previo y la lección estudiada y aprendida para prevenir cualquier tipo de riesgo.

Aún con legañas en los ojos por el primer madrugón, emprendimos la marcha hacia los Ibones Azules, deteniéndonos en el superior. En Peña Guara confiamos en que no hay nada mejor que aprender jugando y, por tanto, en la primera excursión siempre se realizan prácticas de progresión en distintos terrenos de alta montaña en condiciones controladas. Entre los terrenos, este día tan bonito nos centramos en la nieve, y en concreto, en la auto detención con piolet. Esta técnica es fundamental si pretendemos ir con seguridad a la montaña, uno de los objetivos claves de la formación del Campamento. Por supuesto siempre acaba en guerra de nieve y este año incluso de barro. El grupo con más experiencia en montaña, se adelantó al collado de los Infiernos para ascender al pico Tebarray (2.916 m), donde esperaba el resto del Campamento.

De vuelta en el refugio, la dinámica siempre es la misma: estiramos bien para prevenir lesiones; ducha cronometrada; diario de montaña, en el que se relatan los acontecimientos del día; cena; una pequeña charla técnica analizando el día y las previsiones del siguiente; contamos una pequeña leyenda a modo de cuento y ¡a dormir!, que mañana será otro día duro.

El día siguiente tocaba hacer un alto en el camino, y es que... ¡No todos los Juegos Olímpicos se han suspendido este año! Las Olimpiadas Tensinas se celebraron al pie del cañón, concursando por el pódium del Pirineo distintos refugios de montaña, como son: el Refugio de la Renclusa, el Refugio de Viadós, el Refugio de Estós, el Refugio de Llauset y como anfitriones, el Refugio de Bachimaña. Todos ellos con una más que sobresaliente actuación en las especialidades de cruzar el río, pañuelo a cinco o mímica.

Con las pilas cargadas, comenzamos el día cuatro madrugando por las distintas amenazas de tormenta que se preveían en el valle. El grupo de los pequeños se dirigió hacia los ibones de Xuans para realizar una vuelta circular y terminar en Bramatuero, donde jugaron, rieron e incluso nadaron. Mientras, los mayores se juntarían con ellos tras haber alcanzado la cima del primer diente de Batanes (2.878 m) subiendo por Coanga y después por Xuans, y haber disfrutado de una bajada entretenida viendo los distintos ibones de Bramatuero.

Para coger fuerzas y encarar el fin de semana con alegría, el quinto día, con el ecuador del campamento, llegó el Gran Juego de Orientación - Bachimaña 2020. Mayores y pequeños juntos por equipos lograban orientarse y memorizaban las distintas balizas escondidas por los alrededores del refugio. Después de una comida copiosa y caliente, en lo que ya era como nuestra casa, por la tarde tocaba un poco de teoría montañera. ¿Qué debo llevar en la mochila ¿Cómo debo colocar el material en ella ¿Qué protocolos se deben seguir en un accidente de montaña Son algunas de las cuestiones que nuestros montañeros sabrían responder sin pensárselo dos veces.

La siguiente jornada se presentaba dura. Tanto los mayores como los pequeños tenían previsto hollar la cima de dos grandes montañas del valle. Para los pequeños suponían los primeros picos del Campamento, que hacen frontera con Francia y de terreno exigente. Salieron del refugio bordeando el ibón de Bachimaña en dirección ibones de Pecicos por la GR-11 y se desviaron hacia el puerto de Marcadau. ¡A nuestros peques estos picos se les quedaron cortos! Alcanzaron la cima del primer pico, llamado Marcadau (2.728m) pronto por la mañana y la segunda cima a mediodía (Muga Norte, 2.676 m), para descender al Ibón donde comimos. La vuelta al refugio la realizamos el campamento completo desde Pecicos. Los mayores, siguieron el mismo camino hasta Pecicos, donde tras una pedrera y una canal, llegaban al collado. De ahí sólo un trozo de cresta nos separaba de la primera cima de tresmil del Campamento, la Gran Facha (3.005m). Un tresmil duro, pero no lo suficiente para nuestros pequeños titanes, que lucharon fuerte y hábilmente para hollar la cima, siendo para muchos de ellos su primer tresmil. ¡Enhorabuena chicos y chicas! El día siguiente amaneció con una incesante tormenta que dificultó la realización de las actividades programadas y hubo que cambiar el plan previsto. ¡Así es la montaña! La capacidad de adaptación a la meteorología es vital. Por tanto, guardamos las botas, tocaba concentrarse para la siguiente jornada de las Olimpiadas. En concreto, el Trivial de Peña Guara, donde nuestros chavales y chavalas demostraron que no solo saben de montaña, sino también de historia, geografía o ciencias.

Tras ese respiro inesperado y una readaptación a los planes, el siguiente día ambos grupos emprendimos la marcha hacia los ibones Arnales. Los más pequeños disfrutando mucho del día en el Ibón ¡Alguno hasta intentó hacer coreografías de natación sincronizada! Los mayores alcanzaron el collado de Pondiellos, desde donde ascendieron al pico Pondiellos (2.917 m) para unirse a los pequeños en el baño del Ibón.

En la planificación del campamento siempre contamos con un plan progresivo, con una meta exigente como colofón. Exigente sí, ¡pero a estos jabatos y jabatas no hay quien les pare los pies! Y dicho y hecho, el grupo completo hoyó la cima de los picos infiernos Para los peques, supuso todo un reto. Con la charla técnica previa del día anterior habían amanecido mentalizados del desafío al que se iban a enfrentar, para casi todos su primer tresmil. La subida se realizó por el camino de la GR hasta el collado de los infiernos, pasando por terreno conocido del primer día, los Ibones Azules. Precioso paraje desde el que se divisaba el objetivo. Desde el collado quedaba la pedrera y la cresta hasta el Infierno Occidental (3.073m) Donde los mayores nos esperaban. ¡Pequeños pero no tanto! ¡Sois unos campeones y campeonas! Para nosotros, vuestros monitores, es todo un honor haber subido con vosotros a vuestro primer tresmil.

Pese a ser el mismo pico, las posibilidades son amplias, y con el segundo grupo la ruta a seguir fue una preciosa vuelta circular saliendo del refugio en dirección Ibones Arnales, para atravesar el collado de Saretas y subir por el fondo del valle. Desde ahí, el pico es accesible a través de una cresta. Solo uno se les quedaba corto y junto a sus monitores cruzaron la famosa Marmolera que da acceso a las otras dos puntas de los Infiernos (Infierno Central, 3.082m; e Infierno Oriental, 3.076m). La bajada la realizamos los dos grupos juntos desde la cima por los Ibones Azules. Esa noche, y después de este gran reto conseguido, faltaba el Gran Juego Nocturno. Con los frontales y los walkies salimos en una noche magnífica a los campos del refugio.

Dicen que lo último siempre se deja para el final. Y no podría estar más de acuerdo.

Queremos realizar una especial mención a los guardas del Refugio de los Ibones de Bachimaña de la Federación Aragonesa de Montañismo, que nos han recibido con los brazos abiertos y cuidándonos como si fuéramos de la familia. ¡Muchas gracias José Ángel, Sigrid, Anne, Ruth, Alberto y Kaicos! Y no podíamos acabar estas palabras sin agradecer a todos los padres y madres la confianza que depositáis en nosotros, el equipo de monitores, otro año más. ¡Ah! y por supuesto a vosotros, nuestros pequeños y ya no tan pequeños montañeros y montañeras, el futuro del montañismo ya es el presente, estamos muy orgullosos de vosotros... Aunque lamentamos confesaros que estáis todos suspensos, y que la recuperación es el año que viene, en el próximo Campamento de Montaña de Peña Guara, os esperamos como siempre con mucha ilusión y con muchas ganas. Un saludo, el equipo de monitores.