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Caminar por senderos y pueblos de La Solana

El grupo de Turismo por el Alto Aragón de Peña Guara se acercó al Sobrarbe

El grupo de Turismo por el Alto Aragón completó una nueva salida.
El grupo de Turismo por el Alto Aragón completó una nueva salida.
Peña Guara

El pasado domingo 21 el grupo de Turismo por el Alto Aragón de Peña Guara nos acercamos al Sobrarbe dispuestos a disfrutar de una excursión por la zona de La Solana, partiendo de las cercanías de Lavelilla.

La jornada, amenazada con predicciones funestas como fríos, nubes, vientos y alguna plaga de primavera, no podía pintar mejor. Algo de fresco pero nada de viento, buen sol, ninguna nube y excelente compañía.

Comenzamos la ruta tomando una pista que parte por la orilla izquierda del barranco de Las Gargantas junto a Lavelilla. La pista pronto se hace senda bien marcada y asciende sinuosa entre un bosque vestido con toda la flora del territorio, pino, boj, carrasca, enebro… Y una perra de caza perdida que apareció y se agregó al grupo. Tras apenas una hora llegamos a Puyuelo, el primer pueblo de la jornada, núcleo compuesto por unas pocas casas y la iglesia de San Juan Bautista, de los siglos XVII y XVIII.

En Puyuelo, algunas casas están siendo arregladas por personas jóvenes de varios países que han decidido venir a vivir en esta parte del mundo, reconstruyen las casas con los materiales de siempre y acondicionan el entorno para cultivar y hacerlo habitable, al menos así el hombre recupera algo del sitio que abandonó. Se recuerda la casa Gallán como la última que se cerró en Puyuelo allá por el 1963.

Nos sorprende que los nuevos habitantes no nos den la bienvenida, pero el sueño quizás todavía los tenga entretenidos. En su lugar el gato de la casa hace los honores de anfitrión y nos acompaña por el pueblo hasta la parte alta, donde la vieja balsa parece bien cuidada y rebosa de agua.

En un claro junto a la balsa hacemos la parada para almorzar, que ya es la hora. Seguimos acompañados por el gato, que algo prueba, mientras se mantiene tenso y distante de la perra que no le hace ascos a ningún bocado, cada uno en su papel.

Tras almorzar, retomamos la senda que rodea el monte o’ Pueyo sobre Puyuelo, el gato nos ha despedido sentado junto a la balsa y la perra despistada se pierde senda abajo. Tras rodear el monte, volvemos al barranco de Las Gargantas y al salvarlo nos encontrarnos con un cruce bien señalizado que manda a la derecha a la Colladeta de Yeba y a la izquierda hasta Cámpol (1.344 m) por una senda que nos elevará suavemente hasta el pueblo.

Cámpol apenas tiene seis viviendas y la iglesia de Santa María, del siglo XVII

Cámpol está compuesto por unas seis viviendas y la iglesia de Santa Marina, del siglo XVII. Su posición elevada y central en La Solana, así como el maravilloso día que disfrutamos, nos permite contemplar una panorámica privilegiada sobre los barrancos cercanos, los pueblos del entorno y el valle del Ara al fondo. Les dedicamos el tiempo que la ocasión merece, descansamos un poco y se hacen las foto de rigor.

Nunca nos cansamos de admirar las sendas que encontramos por todo el territorio, la sabiduría, el trabajo, el buen sentido y el trazado con que fueron hechas por las gentes que habitaron estos pueblos y montes, sendas imprescindibles para la comunicación entre vecinos, pardinas, campos, ermitas y montes de la forma más eficaz y más fácil posible. Adaptadas perfectamente a cada zona, no creemos que con los mejores medios actuales se pudieran mejorar, aún hoy día nos permiten de forma admirable movernos por éste y otros territorios con certeza y con sólo el esfuerzo necesario.

San Felices de La Solana, que tiene la iglesia de San Mamés, es el lugar previo a San Martín de Puytarás

Desde Cámpol salimos tras la iglesia hacia San Felices por otra senda bien marcada que termina en una pista entre terrazas y tras casi una hora llegamos a San Felices de La Solana (991 m), el pueblo está situado en una loma entre barrancos, compuesto de varios edificios y la iglesia de San Mamés, del siglo XII.

En San Felices de La Solana nos encontramos también con personas que tratan de vivir en el pueblo, recuperando casas y acondicionando el entorno para hacerlo habitable. Hay que ser decidido, austero y tener gran amor por el monte, de no ser así, en estos tiempos no sería posible.

Visitado San Felices, tomamos la senda de bajada en dirección a San Martín de Puytarás. Este núcleo está totalmente recuperado, sobre todo la casona principal, que tiene un porte magnífico y la han convertido en un precioso hotel rodeado de jardines y con una visión espectacular de todo el entorno.

Aprovechamos el entorno de San Martín y el día, que sigue soleado, para hacer una parada y comer admirando sus edificios y jardines, y tras el necesario reposo de la comida, iniciamos el descenso por senda bien marcada hacia el punto de salida de la excursión cruzando por última vez el barranco de Las Gargantas.

Con el barranco de Las Gargantas finalizó la excursión de la sección

Tras unas seis horas de excursión, 16 kilómetros y sortear unos 700 metros de desnivel positivo y otro tanto negativo, hemos terminado la jornada, felices por todo lo visto y vivido, agradeciendo al dios sol su permanente y cálida compañía.

Ventura para todos y hasta la próxima jornada.