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GIMNASIA RÍTMICA

Inés Bergua: “Estoy viviendo mi sueño, y ni el intenso trabajo ni la pandemia me restan felicidad”

La deportista oscense habla de sus progresos con el conjunto nacional sénior

Inés Bergua
Inés Bergua
RFEG

Inés Bergua Navales (Huesca, 2004) está viviendo su “sueño” en la selección nacional de gimnasia rítmica, y como ella misma dice en una entrevista con este periódico, “ni la pandemia ni las horas de trabajo intenso en el CAR y estudiando”, le restan “la felicidad” de estar donde quiere estar y haciendo lo que quiere hacer.

Tras dos competiciones internacionales en Bulgaria y Uzbekistán, donde ha mejorado ejercicio tras ejercicio, la sensación que tiene este nuevo equipo sénior, formado en agosto, “es de progresión”.

“Intentaremos conseguir la plaza olímpica hasta el final”, dice la joven gimnasta oscense, que ya mira con ilusión y ganas a la competición que podría darles la difícil clasificación a Tokio 2020: el Europeo de Varna (Bulgaria, 9-13 de junio).

¿Cuáles están siendo las sensaciones del inicio de temporada?

-La temporada está siendo dura e intensa, pues hay mucha exigencia en cada entreno y competición. Nos quedan momentos importantes hasta el Europeo, pero la sensación que tenemos es de progresión. Por ello queremos hacerlo mejor cada vez y ahora es cuando tenemos que mejorar lo que haga falta.

“Intentaremos conseguir la plaza de los Juegos de Tokio 2020 hasta el final”

La primera parada del conjunto fue la Copa del Mundo de Sofía (Bulgaria). ¿Cómo vivisteis el debut de esta nueva etapa de la selección nacional de gimnasia rítmica?

-Hacía un año y medio que no competíamos a nivel internacional y Bulgaria fue nuestro reencuentro con el tapiz y con la competición. A mí personalmente es una sensación que me gusta mucho, pues definitivamente solo cuando se expone el trabajo en competición es cuando tiene sentido completo el esfuerzo diario y constante.

El pasado fin de semana participasteis en vuestro segundo torneo internacional de la temporada, la Copa del Mundo de Tashkent (Uzbekistán), donde conseguisteis mejorar bastante vuestras puntuaciones. Pese a haber cometido algunos errores, ¿os sentís satisfechas con la competición?

-Evidentemente hubiéramos vuelto más contentas si hubiéramos podido demostrar los ejercicios sin fallos, pero hemos acabado satisfechas con la mejora que hubo del día de la clasificación al de las finales. La competición empezó el viernes y acabó el domingo con las finales. Personalmente, un momento crucial fue salir al tapiz el domingo y remontar los dos ejercicios, a pesar de los fallos. Las finales nos dieron la oportunidad de quedarnos satisfechas con la competición y cómo la hemos peleado hasta el final. Y esa actitud es la que queremos intensificar en cada competición. Así que hemos vuelto contentas con nuestra actitud y nuestras ganas, por habernos sentido un equipo unido, pese a las dificultades y obstáculos.

“Las adversidades nos hacen fuertes”

Momentos antes de viajar a Tashkent, la capitana Ana Gayán se lesionó y no pudo participar en la prueba. ¿Cómo digeristeis esta noticia y de dónde sacasteis las fuerzas para seguir adelante?

-Nos dio mucha pena por Ana Gayán, que es nuestra capitana y una pieza fundamental en el equipo. Sin embargo, cuando el equipo técnico nos confirmó que aun así íbamos a ir, todas sacamos lo mejor de nosotras mismas. Nos preparan para competir y somos conscientes de que podemos ser sustituidas en cualquier circunstancia, así que yo confiaba en el equipo y en las compañeras valientes que sacaron adelante el sitio para sustituir a Ana. También es verdad que a todas nos gustan los retos y así lo hemos vivido. Las adversidades nos hacen más fuertes.

Uzbekistán es uno de los países más desconocidos y misteriosos del mundo. ¿Habéis tenido tiempo de visitar las maravillas de Tashkent?

-Pues para mí sigue siendo misterioso, pues lo único que hemos conocido es el pabellón y el aeropuerto. Además de que el momento covid no acompaña, hemos estado muy concentradas en la competición. Seguro que habrá otra ocasión para conocer esas maravillas que dices.

Desde que en agosto te incorporaras a la selección sénior, ¿cómo han transcurrido estos meses de duro sacrificio?

-El trabajo ha sido duro y la situación también. La categoría sénior exige más compromiso y responsabilidad, si a ello añadimos la situación de la covid, todo puede parecer más difícil. Sin embargo, estoy viviendo mi sueño, y ni la pandemia ni las horas de trabajo intenso en el CAR y estudiando, me restan la felicidad de estar donde quiero estar y haciendo lo que quiero hacer. Me siento una privilegiada y doy gracias por ello todos los días.

¿Cómo está siendo el trabajo con la seleccionadora Alejandra Quereda y la entrenadora Ana María Pelaz?

-Ellas son muy exigentes y trabajadoras e intentan sacar lo mejor de cada una de nosotras y del equipo. Ana ya fue nuestra entrenadora en el equipo júnior y nos está viendo crecer como gimnastas. Alejandra era la capitana del “equipaso” -como se conoce a las subcampeonas olímpicas en Río 2016-, y sin duda fue un gran referente para mí. Confiamos en ellas, en su trabajo y en su implicación con sus gimnastas.

¿Cómo preparáis vuestro tercer asalto en la Copa del Mundo de Bakú (Azerbaiyán)?

-El lunes llegamos de Tashkent, pero ya pensamos en el futuro. En Bakú tuvimos nuestro Europeo en la categoría júnior y regresar a ese pabellón me renueva de ilusión. Volver a escuchar “Spain” en ese tapiz iluminado me recuerda las ganas de seguir luchando como equipo, ya sea en esa Copa del Mundo o en lo que venga.

La primera gran cita de la temporada será el Campeonato de Europa de Varna, donde hay una mínima posibilidad de clasificación para Tokio 2020. ¿Sois optimistas respecto a la obtención de la plaza?

-Soy optimista respecto al trabajo y a la oportunidad. Sentimos la confianza de la afición y su apoyo. Sabemos que la posibilidad es mínima, pero tenemos el espíritu de luchadoras, nos sentimos unidas, afortunadas y con muchísimas ganas. Así que lo que tenemos es la actitud vital del trabajo y del esfuerzo. Vamos a hacer todo lo que dependa de nosotras para conseguirlo y respecto a eso sí soy optimista. Hay que intentarlo hasta el final.