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Adiós a Gonzalo Yañez, un gran ajedrecista oscense

El jugador del club Casino Jaque falleció el lunes tras una larga trayectoria en los tableros

Yañez, a la derecha, jugando un match Huesca-Tarbes
Yañez, a la derecha, jugando un match Huesca-Tarbes
Javier Fontana

El pasado 17 de mayo me enteré de la triste pérdida de Gonzalo Yañez, y al momento recordé cuando tenía 16 años y visité por primera vez el club de ajedrez Jaque de Huesca. Cuando entré en esa pequeña sala del Casino Oscense llena de mesas con tableros de ajedrez que presidía ese cuadro del gran Capablanca, en lo alto de aquella pared, vi allí sentados a dos señores jugando una partida de ajedrez amistosa sin reloj.

Uno de ellos era un consagrado jugador local, que enseguida atrajo mi atención debido a la rapidez con la que ejecutaba sus movimientos. No necesitaba reloj de ajedrez, ya que él mismo se autoimponía un ritmo de juego veloz, como si de verdad tuviera poco tiempo para pensar. Se llevaba el pulgar y el índice a la boca mientras pensaba su próximo movimiento, a la vez que silbaba una melodía repetitiva que le hacía estar en situación de alerta ante las amenazas de su rival. Su juego, a pesar de mi ignorancia, me pareció agresivo, alegre y vistoso, logrando que mi atención fuera in crescendo.

En pocos movimientos había tejido una red de mate a su rival a costa de sacrificar varias piezas por el camino y anunciaba que la partida, en tres jugadas, se iba a acabar. Así ocurrió finalmente, a continuación se levantó de la mesa y se fue con mucha prisa de la sala, despidiéndose antes de su rival. En ese momento no pude disimular mi curiosidad y pregunté a los presentes quién era el jugador que había ganado la partida y uno de ellos me dijo… “es Yañez, un campeón de Huesca”.

Esa forma de jugar al ajedrez y ese modo de actuar durante la partida era Gonzalo Yañez Acín en estado puro. Un maestro de E.G.B. que comenzó a competir en los torneos de ajedrez a los 24 años cuando todavía el Bar Flor era la sede social del Club Jaque. Ese comienzo tardío no le impidió progresar rápidamente en sus conocimientos y en el juego. Fue tal su evolución, que en su participación en el I Torneo de Clasificación del club entre 1959/60 consiguió ascender directamente a primera categoría, con más del 66,66% de la puntuación total, un resultado que le permitía junto a otros jugadores de su generación como Torre, Biarge, Benedicto y Abril, dar el salto de la 3º a la 1ª categoría directamente. A continuación, en 1960 logró un sorprendente tercer puesto en el Campeonato de 1ª, solo por detrás de Valero y Laviña.

A partir de ese momento y durante la década de los 60 y 70 entró a formar parte del cuarteto titular del equipo del Jaque en los Campeonatos de España de Clubes, defendiendo con muy buenos resultados el cuarto tablero.

Gonzalo se caracterizaba por ser un peligroso jugador táctico, muy intuitivo y creativo, pero con ligeros conocimientos en las aperturas, lo que le hacía vulnerable frente a los jugadores muy teóricos; sin embargo, su gran capacidad competitiva y su combatividad le convertía en un adversario muy incómodo.

Su momento más glorioso como ajedrecista fue en los años 70, cuando conquistó hasta 5 veces el Campeonato Provincial de Huesca, temporadas: 1973/74, 74/75, 75/76, 77/78 y 79/80, convirtiéndose en el jugador dominador del ajedrez oscense de esa década.

Durante esos años también fue propuesto en un par de ocasiones para el premio al Mejor Deportista del año en la gala del Deporte de Huesca de la Delegación Provincial de Educación Física y Deportes.

De 1963 a 1967 ejerció el cargo de secretario en la Junta Directiva del Club Jaque, que presidía por aquella época Manuel Plana Lafuerza.

Como jugador fue un gran simultaneador y especialista en el ajedrez rápido, le encantaba la competición por encima de todo, se ofrecía con entusiasmo a llevarnos en su coche para los desplazamientos, pues siempre que podía participaba en todos los torneos que tenía a su alcance, incluso a muy avanzada edad.

En cierta ocasión, recuerdo una anécdota en la que ambos teníamos que enfrentarnos en una partida decisiva para la clasificación de un torneo social del Club Jaque en la que Gonzalo iba líder. Y es que media hora antes de la partida, se enteró que yo no pretendía presentarme a jugar porque estaba molesto con una decisión que había tomado él como árbitro, entonces me sorprendió cuando llamó a la puerta de mi casa para que fuera a jugar la partida, aún a pesar de que podría estropearle el torneo.

Por otro lado, cuando se jubiló y pasó a la categoría de veteranos, casi siempre muy bien acompañado por su esposa Aurora, participó en innumerables Campeonatos de Aragón y de España en los que aprovechaba para reunirse con muchos amigos del ajedrez que durante tantos años había hecho por la geografía nacional. También participó asiduamente en otros eventos importantes como el Open Internacional de Benasque, convirtiéndose en uno de los jugadores con más ediciones a sus espaldas desde los inicios, el Open Internacional de Aficionados de Benidorm, el Open Internacional de Dos Hermanas (Sevilla), etc.., en los que solía ganar los premios de su categoría.

Gonzalo, la familia del ajedrez te echará mucho de menos en los próximos torneos. Nos resultará extraño no verte en las mesas jugando, paseando por los pasillos mientras esperabas el sorteo de la siguiente ronda y preguntabas con interés por nuestras partidas. Un abrazo muy fuerte a tu familia y gracias por tu ejemplo.