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Senderismo /CAS y NABAÍN

Doble aventura alrededor de los ibones de Anayet

Los excursionistas se dividieron en dos grupos para hacer un vivac montañero y una salida circular el fin de semana

Las nubes hicieron acto de presencia durante la tarde y la noche del sábado.
Las nubes hicieron acto de presencia durante la tarde y la noche del sábado.
S.E.

Este año tocaba en ibón el vivac. En los ibones de Anayet, de manera que se había planteado la subida por el corral de las Mulas, en el valle de Tena, y el descenso por canal Roya, en el Valle del Aragón. Aparte del Vivac, el concurso de tapas y la travesía, habíamos puesto el pico Anayet en el orden del día, para intentar hacer una cima de las más significativas de la zona.

Tras muchos cambios en las previsiones del tiempo durante los días anteriores a este  sábado, decidimos ir hacia adelante y arriesgar. La mañana no pinta mal cuando diez participantes empezamos a andar. Desde el corral de las Mulas cogemos un camino que nos lleva al aparcamiento de Anayet y confluye con el camino que viene del mismo Portalet.

Comienza a caer una lluvia ligera, pero el pronto el cielo se aclara y nos anima a seguir. Una vez en los ibones, ascendemos al pico Espelunciecha para disfrutar del paisaje en un buen día con nubes en las cimas más altas. Después, descendemos de nuevo a los ibones para comer y buscar un buen sitio para el vivac.

A eso de las 18:30 decidimos merendar y empezar simultáneamente a preparar y emplatar las tapas. Somos diez, pero hay dos parejas, por lo que salen ocho tapas. Ante el buen humor reinante, no hacemos mucho caso de algunas bandas nubosas que, cuando se acerca media noche, hacen caer cuatro gotas que aguantan bien los sacos y las fundas de vivac.

La noche pasa con momentos de tranquilidad y otros de agua e incluso relámpagos, pero la gente aguanta estoicamente y a las 8 de la mañana ya hemos recogido y tomado el café o una infusión caliente. Desistimos de intentar el Anayet por cómo llevamos el material, por cómo está la roca y el terrenos de empapado, y sobre todo porque desde este sábado, no hemos visto el pico envuelto en una espesa niebla que lo envuelve todo.

Cogiendo el camino de la GR 11 descendemos por la Canal Roya, y al haber podido adelantar la salida del bus, logramos llegar a comer o poco después a casa cada uno. Antes de llegar al punto de recogida, aprovechamos para votar el concurso de tapas y llegamos a la conclusión de que el nivel se ha mejorado, todas estaban muy buenas y al final son dos las favoritas: una tostada de bacalao y pimientos al pesto, de Quique, que vence en el desempate, y un “volaven” de seps y queso rayado de Dani y Sandra.

Circular por los ibones

Los Ibones de Anayet son el destino de la excursión de este domingo y vamos a visitarlos realizando una ruta circular. El inicio de la excursión es el aparcamiento del sector Formigal-Portalet (1.735 m.) y comenzamos la ascensión por la pista que da servicio a la estación y que discurre paralela al barranco de Espelunciecha cruzándolo en dos ocasiones. Un poco antes de llegar al ibón la pista se bifurca en dos direcciones: a la derecha va al collado de la Canal Roya y a la izquierda al collado de Faballones hacia donde nos dirigimos visitando previamente el pequeño ibón de Espelunciecha (1.950 m.).

Al otro lado del collado ya vemos el sector de esquí Formigal-Anayet. Seguimos un difuso sendero que, sin perder casi altura, traza una diagonal hacia el sur hasta un pequeño ibón y un poco más abajo llega a la Glera de Anayet, donde nos encontramos con los compañeros que iban a realizar un vivac. Continuamos a la derecha por una senda bien marcada pasando por un desvío que viene del collado de la Canal Roya y después por una terraza que discurre a media ladera por debajo del pico Espelunciecha y colgada sobre el barranco de Culibillas hasta confluir con el sendero GR-11, que en poco tiempo nos llevará al llano donde se encuentran los ibones de Anayet (2.234 m.).

Primero llegamos al Ibón Grande, bajo la silueta del Anayet, y un poco más adelante, a la derecha, más encajonado y escondido, el Ibón Pequeño con el majestuoso Midi d’Osseau presidiendo la escena al fondo.

Comenzamos el descenso siguiendo las marcas del GR-11 que transcurre por el barranco de Culibillas hasta el aparcamiento de Formigal-Anayet y otros 2 kms. más por el asfalto hasta el Corral de las Mulas (1.604 m.) en la carretera nacional, fin de la excursión.