Mireia Belmonte se queda a las puertas del podio en los 400 estilos

Mireia Belmonte se ha quedado a las puertas del podio, tras concluir en la madrugada de este domingo en cuarta posición la final de los 400 estilos de los Juegos Olímpicos de Tokio, en la que la nadadora española ha vuelto a demostrar su capacidad competitiva.

Una fortaleza mental que ha permitido a Belmonte luchar hasta el final por una medalla de bronce que se le ha escapado finalmente por tan sólo 23 centésimas.

Apenas un suspiro en una prueba tan dura como los 400 estilos, que la española, medalla de bronce en los pasados Juegos Olímpicos de Río, ha sabido gestionar como nadie.

Por eso, Mireia Belmonte no ha parecido inquietarse cuando ha concluido en quinta posición la posta de mariposa, ni cuando una vez finalizada llegado al ecuador de la prueba, tras la posta de espalda, había caído un puesto más en la clasificación.

Y es que la nadadora española, como ya ocurrió en las preliminares del sábado, tenía un plan: acercarse a sus principales rivales en la posta de braza y culminar la remontada en los cien metros finales a nado libre.

Un plan que no le ha podido funcionar mejor a Belmonte, que si ha arrancado la posta de braza a 2.5 segundos de la medalla de plata, la ha cerrado a tan solo 1.17 segundos del tercer escalón del podio.

El mejor escenario posible para la badalonesa que afrontaba los últimos cien metros con opciones reales de subirse a un podio, que parecía una quimera hace apenas unos meses a causa de los problemas en los hombros que han lastrado su preparación.

Belmonte se ha olvidado de la tendinitis y se ha lanzado como una posesa en busca del podio en una apasionante lucha final con la estadounidense Hali Flickinger y la húngara Katinka Hosszu, la campeona olímpica en Río.

Pero cuando Belmonte tiene un objetivo por delante nada ni nadie parece poder ponerse por delante, como ha comprobado la magiar tras ver como la española se ponía por delante al inicio del último largo.

Cincuenta metros finales en los que sólo la estadounidense Flickinger, que la aventajaba en 45 centésimas, se interponía entre la nadadora española y la medalla de bronce.

Pero a Belmonte le han faltado unos metros para completar la proeza, quedándose finalmente a 23 centésimas de un último cajón del podio, que ha sido para Flickinger con un tiempo de 4:34.90.

Si emocionante ha estado la pelea por la medalla de bronce entre Belmonte y Flickinger, no menos vibrante ha sido la lucha por el oro entre la japonesa Yui Ohashi y la estadounidense Emma Weyant y que se ha resuelto finalmente a favor de la nadadora asiática.

Ohashi, medallista de bronce en los pasados Mundiales de Gwanju, ha aventajado, tras firmar un crono de 4:32.08, en 68 centésimas a Weyant, que pese a llegar Tokio con la mejor marca mundial del año, ha tenido que conformarse finalmente con la medalla de plata.