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JUEGOS OLÍMPICOS TOKIO 2020

Alberto Ginés, medalla de oro histórica en escalada

El extremeño de 18 años se proclama campeón por delante de todos los favoritos en la primera final olímpica de este deporte

Alberto Ginés supo combinar velocidad y sangre fría para encaramarse hasta el oro en Tokio.
Alberto Ginés supo combinar velocidad y sangre fría para encaramarse hasta el oro en Tokio.
Efe

Alberto Ginés, un extremeño de 18 años, supo combinar este jueves velocidad y sangre fría sobre un muro para encaramarse hasta el oro en Tokio, por encima de todos los favoritos y escribiendo su nombre en la historia olímpica.

Ginés conquistó la primera final en unos Juegos de escalada, un deporte que se estrenaba con una combinación de tres de sus variantes, búlder, velocidad y dificultad, también conocido como lead o ascenso con cuerda.

El español se coronó como mejor escalador “todoterreno” del mundo al sumar sus puntuaciones en estas tres disciplinas en las que tradicionalmente se había competido por separado hasta que fueron aunadas para debutar en el programa olímpico.

Lo logró con 28 puntos, por delante de pesos pesados de la escalada mundial como el estadounidense Nathaniel Coleman, plata (30 puntos), y del austríaco Jakob Schubert (35), bronce, en una prueba donde contaba la menor puntuación final.

El más veloz

El cacereño exhibió potencia y agilidad para imponerse en el primer tercio de la final, la prueba de velocidad, al lograr completar en 6,42 segundos el ascenso de 15 metros en su último emparejamiento contra el japonés Tomoa Narasaki, campeón de combinadas en 2019.

Ginés, en cambio, sufrió en la segunda prueba, la de búlder, o bloque, en la que los atletas escalan tantas vías fijas como puedan en 4 minutos en una pared de 4,5 metros de altura, a la que se enfrentan sin cuerda de seguridad.

El escalador no logró completar ninguno de los tres recorridos, quedándose muy cerca en el segundo intento de agarrar con ambas manos la última presa, un paso necesario para sumar la máxima puntuación.

La disciplina de búlder la dominó “Captain America” Coleman, quien completó la primera vía y rozó la segunda, en una prueba donde ninguno de los ocho participantes logró resolver los tres “problemas” planteados en el muro.

Los contendientes escalan tantas vías fijas como puedan en 4 minutos en una pared de 4,5 metros de altura y diferentes ángulos de inclinación, a la que se enfrentan sin cuerda de seguridad.

La tercera de las vías, con una diabólica forma de espiral y presas mínimas que apenas se podían agarrar con las yemas de los dedos, supuso un quebradero de cabeza tan grande para los participantes que ninguno de ellos logró superar su primera zona.

El mayor espectáculo de la final lo trajo la tercera y decisiva parte, la de lead, donde los escaladores intentan llegar lo más alto posible en una pared que mide más de 15 metros de altura en 6 minutos y con una cuerda de seguridad.

Ginés consiguió llegar a la presa número 38 antes de perder el agarre con la mano izquierda, pero suficiente para mantenerse al frente de la clasificación.

“No me fiaba y no sabía si celebrar el oro, no quería hacer el ridículo”, reveló después de la final. “Estaba haciendo un poco de números y luego he dicho: no me quiero comer más la cabeza”, añadió.

Ginés, que recibió su oro con cara de incredulidad, “ni de coña” podía imaginarse que iba a cubrirse de gloria en Tokio.