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CICLISMO - VUELTA A ESPAÑA

Barceló llega a la Vuelta a España con “buenas sensaciones” y a la caza de etapa

Espera que “las piernas respondan” y ve el calor como un factor clave

Fernando Barceló, con el autobús del Cofidis, en estos días previos a la Vuelta.
Fernando Barceló, con el autobús del Cofidis, en estos días previos a la Vuelta.
S.E.

El oscense Fernando Barceló (Cofidis) será el único representante altoaragonés en la Vuelta a España que comienza este sábado en Burgos y que concluirá el 5 de septiembre.

Barceló afronta su gran reto de 2020. “Desde principio de año era el gran objetivo”, reconoce, y la preparación ha ido encaminada en gran medida a llegar bien este vuelta. Ahora se trata de tener una buena actuación.

El ciclista oscense, que afronta su tercera edición, después de las de 2019 y 2020, cuenta que lo hace en buen momento, con “buenas sensaciones” después de unas últimas competiciones previas a la Vuelta, como las clásicas de San Sebastián y Getxo o el Tour de Valonia, en las que se ha encontrado bien, preparado para afrontar la Vuelta.

Ve un recorrido “bonito y duro”, pero cree que, sobre todo, la Vuelta puede estar “marcada por el calor”, debido tanto a las fechas veraniegas en las que estamos como a que buena parte de la misma transcurre por el sur de España. Anticipa que las altas temperaturas no sólo va a “endurecer las etapas, sino también la recuperación”, un aspecto que resulta fundamental.

Barceló cree que al final lo que importa en una carrera de este tipo no es tanto que el recorrido sea idóneo para el corredor, sino que “las piernas respondan” cuando deben hacerlo. “Cuando las piernas van bien, encuentras la oportunidad, pero cuando las piernas no van da igual el terreno”, tiene claro Barceló. Y por eso espera que las suyas estén a punto a partir de este sábado.

El Cofidis llega a la Vuelta con Guillaume Martin como jefe de filas y aspirante a la general. Y Barceló señala que él tendrá que “ayudar” en esa tarea, pero espera “tener algún día de libertad para tratar de estar en escapadas y luchar por la victoria”. E insiste en que no se pueden marcar etapas concretas, sino que debe salir un buen día.

Advierte que nunca es fácil ganar en deporte profesional y menos en una Vuelta de altísimo nivel, en la que los doscientos corredores aspiran a triunfar y de la que muchos se han quedado fuera por decisión de sus equipos.

De la Vuelta de 2019 le queda el buen recuerdo de la etapa con final en Bilbao, en la que acabó tercero y estuvo cerca del triunfo, mientras que en 2020 tuvo que retirarse en la quinta etapa por una taquicardia que le llevó posteriormente a una intervención en el corazón a través de una cateterismo de la que se recuperó con prontitud.

Estos últimos días antes de la Vuelta Barceló explica que ha estado entrenando en Andorra. El martes fue su última sesión larga y el miércoles viajó a Burgos para reunirse con su equipo y realizar los últimos entrenamientos ya en dinámica grupal.

Señala que en los día previos, sobre todo, hay que intentar descansar para “estar fresco física y mentalmente”, pero “sin olvidarse de ser ciclista”. Y añade que esperan “tres semanas de esfuerzo constante”, lo que exige estar bien.

Desea que los días previos pasen rápido porque la espera en los hoteles se le hace larga y comenta que el viernes será momento de ver la crono inicial.

En esta edición Barceló se encuentra como único representante del ciclismo altoaragonés. Lamenta que no hayan ido los otros compañeros profesionales y anticipa que tratará de dejar “alto” el pabellón del ciclismo oscense.