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ATLETISMO

Pol Oriach: “Me ilusiona verme tan competitivo a este nivel”

El atleta valoraba su gran cuarto puesto en el 1500 del Mundial y que pone fin a una temporada muy larga y dura

Pol Oriach, durante su competición en el Mundial Sub 20 de Nairobi
Pol Oriach, durante su competición en el Mundial Sub 20 de Nairobi
RFEA

Pol Oriach trataba este domingo de asimilar y también de disfrutar su éxito en el Mundial Sub 20 de atletismo con ese cuarto puesto en el 1500 que casi fue un bronce.

Tras haber descansado de tantas emociones, el atleta de Albelda analizaba la carrera, en la que estuvo a punto de “hacer saltar la banca” si se hubiera colado en el podio. “Un cuarto puesto es algo de lo que puedo estar muy orgulloso. Llegaba con la quinta mejor marca y mi objetivo era ese, quedar del quinto hacia arriba. Los cuatro primeros eran rivales muy fuertes, de Kenia y Etiopía, países en los que los atletas de mi edad ya están bastante entrenados y es otro nivel. Poder verme tan cerca de ellos ha hecho que me ilusione para los próximos años. Me he visto competitivo a este nivel. Acabé contento, creo que fue una carrera espectacular”.

La espinita que le quedó, en todo caso, el verse muy atrás en los primeros giros. “Tácticamente no fue muy buena carrera. En la primera vuelta recibí golpes, me quedé atrás y no estuve bien colocado en ningún momento. Cuando los africanos empezaron con cambios de ritmo para irse me pillaron desprevenido y no pude seguirles. Hasta la última vuelta, que no encontré el hueco para pasar a los atletas que me impedían llegar a los primeros. Me empecé a encontrar bien pero ya era un poco tarde porque estaban lejos. En la última recta recorté y me pegué a ellos, pero era tarde. Para las siguientes pruebas queda esa reflexión, saber cómo me tengo que colocar y que no puedo despistarme al principio, intentar correr mejor tácticamente”.

En todo caso, su última vuelta fue para guardar. “Mi planteamiento era seguir a los keniatas y etíopes e ir quinto durante toda la carrera. El inconveniente fue que al ir octavo gran parte de la carrera por los golpes de la primera vuelta fue mucho más incómodo seguir su ritmo. Tengo la suerte que en la última vuelta tenía más fuerzas que el eritreo y el ugandés (los dos atletas que le separaban del grupo de cabeza) y pude adelantarles a 300 metros para hacer mi último cambio. Fue una vuelta muy buena, pero si antes lo hubiera hecho mejor hubiera recortado más y creo que hubiera peleado por esas medallas que se me escaparon. Muy contento porque supe acabar muy bien, contento y satisfecho”.

Su mejor temporada

Acaba de esta manera una larga temporada de la mejor manera posible. “Era el objetivo principal de la temporada, pelear por medallas en un Campeonato del Mundo. Ha sido una temporada realmente buena, no tengo quejas de ninguna competición ni de ninguna marca. Tenía que acabar bien en este Mundial. La competición este año ha sido buena, pero necesitaba acabarla bien. El cuarto me deja muy orgulloso y contento. Ha sido la mejor temporada hasta la fecha y la que viene que sea igual o mejor”.

Tras tanto trabajo y esfuerzo, ahora toca descansar. “Doce meses de entrenamiento son muy duros. Necesito dos semanas de desconexión del atletismo. Dos grandes campeonatos en una misma temporada al final, psicológicamente es duro. Ahora quiero pensar en otras cosas, divertirme con amigos y familia. Han sido meses concentrado y toca disfrutar del verano con amigos. Ya pensaremos después en nuevos objetivos”.

Y una nueva alegría para Albelda, un pueblo volcado con su campeón. “Vivir en un pueblo en el que te apoyan tanto, que saben lo que haces, el empeño que pones para llegar, me enorgullece. Me alegra el poder verlos felices y llevar el nombre de Albelda por el mundo. Tengo ganas de volver, saludar a todos y disfrutar de este triunfo con ellos. Son los que me impulsan y me dan ánimos”.

Phondy y su familia, los dos pilares

Y en Kenia ha podido contar con un apoyo fundamental, su entrenador, Phondy. “Ha sido genial. Tengo la suerte de tener al mejor entrenador del mundo. Sabe cómo llevarme y cuidarme. Se demuestra con los resultados, que son gracias a él. Sabe llevarme al límite en el día exacto. Es muy difícil en una temporada tan larga, doce meses entrenando, que en el último día, el más importante, llegue en el mejor estado de forma de mi vida, y lo ha conseguido. Y tenerlo aquí, en el Mundial, cuando muy pocos han podido venir, es un punto a favor. No puedo estar más contento. Me ha calmado, me ha dado consejos, a mi y a los compañeros de selección. Es un entrenador que merece estar siempre en la selección, un amigo, un ejemplo a seguir. Estoy muy orgulloso de que sea mi entrenador”.

Y también, aunque en la distancia, ha tenido otro pilar, su padre Carlos, y el resto de la familia. “Mi padre está muy contento. Ha sido un año redondo. Todo ha sido complicado, y durante la temporada es con quien más hablo. Ha sido un año largo y duro, en el que no sabíamos si se iban a poder disputar los campeonatos. Me ha ayudado a llegar, hemos tenido mucho tiempo de hablar para que fuera bien. Los dos estamos muy contentos, y le tengo que dar las gracias a él como al que más. Junto a mi madre y hermanos han estado apoyándome en el día a día. Al final ha sido todo maravilloso”.