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carreras por montaña - ut mont blanc

Tres retos oscenses en la cita por excelencia del trail mundial

Flora Hernando y Martin Scofield completaron la prueba reina

Flora Hernando, a su llegada a la meta en Chamonix.
Flora Hernando, a su llegada a la meta en Chamonix.
S.E.

Durante la pasada semana se ha celebrado en los Alpes, a caballo entre Italia, Suiza y Francia, la Ultra Trail del Mont Blanc. Seguramente es la cita de las carreras por montaña más importante del mundo, que a lo largo de una semana celebra varias carreras con diferentes distancias y, este año, con limitaciones por la pandemia, ha reunido a diez mil participantes.

Para los practicantes de este deporte, sobre todo los populares, el solo hecho de poder participar ya es un gran premio y toda una experiencia. Y no es fácil, la organización exige sumar una serie de puntos, que se reparten en numerosas carreras por todo el planeta. A partir de ahí, los corredores pueden inscribirse y entran en el sorteo de dorsales, pero hay tantas solicitudes que conseguir plaza es casi como si tocara la lotería. La pequeña ventaja, que si tras dos sorteos sin suerte se opta a un tercero, de nuevo haciendo las carreras clasificatorias, la plaza es segura.

Flora Hernando pudo disputar su primera UT Mont Blanc, la prueba reina de esta semana de trail, con sus 170 kilómetros y 10.000 metros de desnivel positivo, después de tres años. “Llevaba tres años detrás haciendo carreras y entrando en el sorteo. En 2019 no me tocó, el año pasado no se hizo y esta vez pedí también y conseguí dorsal. Justo el día de mi cumpleaños, el 3 de febrero, recibí la noticia y fue una gran alegría”.

A partir de ahí, una preparación específica y accidentada. “Hay que compaginar entrenamiento con familia y trabajo, y encima me lesioné en el gemelo y estuve más de dos meses sin correr. Luego ya pude entrenar, que en Huesca tenemos muchos sitios, pero siempre con cuidado de no lesionarme otra vez, que me hubiera dejado sin carrera. Con eso creo que llegué un poco justa de preparación, pero los tiempos que me marcaba eran suficientes para terminar, y al final incluso me fue mejor”.

Sobre la carrera, explicaba que “es muy larga, y con ese desnivel estás subiendo o bajando todo el rato. No es muy técnica, pero hay subidas muy largas y se hace dura. Hay tramos para correr e incluso para levantar la cabeza y ver el entorno, que es espectacular. Al final son distancias que dan respeto y te ponen al límite”.

Se marcaba terminar en 40 horas y fueron 39 y cuarto. “Al final pasas dos noches en vela y no es sencillo. Yo me voy marcando tramos mentales, y procuro parar y comer y beber bien. Iba más rápido de lo previsto pero al final también tuve que bajar el pistón”.

Forma parte de Peña Guara y lleva unos cinco o seis años “envenenada” por el trail. “Empecé con un grupo de running de la Zoiti y allí había gente que salía a la montaña, ahí me entró el gusanillo y mi primera carrera fue el Tozal de Guara”.

Además de la carrera, el ambiente que se genera es espectacular. “Desde el lunes hay carreras todos los días y el ambiente es de fiesta total. Quizá he visto más relajación por tema coronavirus que en España, pero en todos lados te piden el certificado de vacunación o test de antígenos. Al final es un ambiente muy sano, cálido y agradable. Te sientes muy arropada, pero como en todas las trail. Eso te empuja a dar más”.

Y quería destacar el apoyo en Chamonix de sus hijos, Ángel y Enrique, y de sus amigas y atletas Susana Ochoa y Silvia Ferrer. “Tengo mucho que agradecerles. Han estado allí conmigo y han sido un apoyo fundamental. Nos hemos reído mucho y esta carrera será un recuerdo para siempre”.

Martin Scofield, durante la prueba.
Martin Scofield, durante la prueba.
S.E.

También disputó al prueba reina Martin Scofield, todo un veterano con su tercera UTMB. “En la primera fui de los últimos y entré en meta a minutos de cerrar el plazo. Esta vez ha ido mejor, aunque me lo he tomado con calma. Tuve dolores al principio, pero se pasaron después”. En su caso, consiguió dorsal al optar a su tercer sorteo consecutivo. “Iba con poca preparación y además me caí poco antes de ir y tenía dolor en las costillas. No sabía si iba a aguantar, pero salieron unos días fantásticos y al final fue bien. Lo peor es que nos obligaron a llevar equipo para frío y ese peso extra se notó”.

Destacaba que, tras sus dos anteriores experiencias, en esta notó esas ganas de volver tras un año de parón por la pandemia. “La salida fue como nunca, una locura, con más ganas que nunca, alucinante. Me encanta esta carrera, la más importante, y además me emociona el compañerismo que hay. Fui hablando casi todo el recorrido con gente de muchísimos países. Es entrañable y me encanta el ambiente que se forma”.

Deporte y turismo

Y Ricardo Turmo también vivió la fiesta del trail, en su caso participando en la OCC, una prueba de 56 kilómetros, más corta pero no por ello más fácil. El conseguir dorsal también fue un poco odisea. “En el 19 ya pedí plaza porque en 2018 había hecho una carrera en Almería que me daba los puntos. No me cogieron. En 2020 volvía a optar, porque los puntos valen dos años, pero no hubo. Ya pensaba en 2022 haciendo los puntos este año, porque al tercer sorteo te aseguran plaza. Pero como a los participantes de muchos países les exigían una cuarentena de quince días al llegar, hubo mucha renuncia, y sacaron esas plazas. Tuve suerte de hacerme con una”.

Ricardo Turmo, feliz en meta.
Ricardo Turmo, feliz en meta.
S.E.

Tenía claro que su prueba era la Orchieres-Chamonix (OCC). “Lo que pase de esa distancia era demasiado. Al final me encantó, porque no era especialmente técnica y había terreno para correr. Iba bien preparado y lo hice bien, aunque acabé algo justo. Estuve en el tiempo que pensaba, unas doce horas, y sobre todo disfruté del ambiente y de la climatología, porque tuvimos mucha suerte e hizo muy bueno”.

Viajó con su familia, por lo que hubo deporte y también turismo. “Es una zona espectacular, y además del ambiente, que se mantiene toda la semana, porque siempre hay carreras, está el entorno y la de sitios que se pueden visitar. Es emocionante pasar por la meta cualquier día a cualquier hora y siempre ver ambiente”.