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CICLISMO

Fernando Escartín: “Ha sido una edición épica de la Quebrantahuesos”

Los responsables de la prueba afirman estar satisfechos del regreso y valoran el trabajo hecho

Fernando Escartín, presidente del Club Ciclista Edelweiss.
Fernando Escartín, presidente del Club Ciclista Edelweiss.
M.P.

El Club Ciclista Edelweiss organiza la marcha cicloturista internacional Quebrantahuesos desde hace treinta años, y desde hace unos menos comparte la organización con la empresa Octagon Esedos.

La treinta edición que se celebró el pasado sábado, y la diecisiete de la hermana pequeña Treparriscos, no ha estado exenta de dificultad desde que la covid irrumpió en los primeros meses de 2020, ese año la pandemia obligó a aplazar la edición para este 2021 y pasar su celebración de junio a septiembre. A esta dificultad por la covid, sus protocolos, se sumó la semana de antes, el mal tiempo que se avecinaba para el sábado 18. Al final, salió la Quebrantahuesos y la Treparriscos, con menos participantes, menos voluntarios, igual dispositivo de seguridad de otras ediciones, más los protocolos covid del momento y se añadió otro éxito a la lista.

El presidente del Club Ciclista Edelweiss, Fernando Escartín, dice que esta ha sido “una edición épica y para guardar en la historia. La gente ha alucinado sobre todo con el trabajo de los voluntarios y nosotros, la organización, con ellos y con los participantes, lo valientes que han sido por salir a correr y terminarla”.

Argumenta que adaptar la edición al protocolo covid “nos ha generado mucho más trabajo del que había. Han pasado 27 meses desde la última edición, no estaba todo tan engranado como cuando se organiza año a año. Toda la junta nos hemos encontrado supersatisfechos porque se ha hecho un trabajo sensacional y ha tenido una buenísima recompensa”.

Muy agradecidos se han mostrado los cicloturistas que este año han venido a participar. “Ha sido el año que más agradecimientos hemos tenido, con diferencia. Nos daban las gracias por la organización y sobre todo por los voluntarios. Los participantes estuvieron arropados por gendarmes, guardias civiles, voluntarios en las curvas, ambulancias, protección civil…, cuando llegaban a los avituallamientos los voluntarios les ayudaban en todo lo que podían, la gente supersimpática, igual los corredores que los voluntarios han sido unos valientes”.

Por el temporal de agua que se avecinaba, Fernando Escartín explica que se habían previsto ocho refugios en polideportivos, casas culturales…, tanto en el recorrido de España como en el de Francia. Había el doble autobuses que otras veces, doce en el lado francés, para poder trasladar a la gente si era necesario y todo estaba preparado por lo que pudiera pasar”. En ruta se atendieron unas cien hipotermias de cicloturistas. “En todo momento se les atendió muy bien por los equipos médicos que iban en la marcha, se les ponía en los autobuses y también en las ambulancias que han hecho un trabajo buenísimo. Nos quedamos con el sacrificio”.

Voluntarios y miembros de la junta del Club Ciclista Edelweiss estuvieron al día siguiente, domingo, limpiando el recorrido “y los ciclistas que pasaban nos daban las gracias por el trabajo tan bueno que se había hecho. Esta edición nos ha dejado un buen sabor de boca. Sabiñánigo nunca le ha fallado a este evento, lo siente como suyo porque es suyo. Ahora a pensar en la siguiente para la que queda menos de un año.

Por su parte, el presidente de Octagon Esedos, Xavier Bartrolí, dice que uno de los objetivos era convencer a la gente y demostrar que la Quebrantahuesos se podía hacer, y en cierta manera, teníamos un poco la obligación de ser los primeros en volver con este evento a una cierta normalidad y creo que se ha conseguido, con mucha dificultad, pero se ha conseguido. Estamos contentos y creo que a la gente le ha quedado buen sabor de boca”.

Xavier Bartrolí.
Xavier Bartrolí.
S.E.

Los que participaron y los que de alguna forma lo hicieron posible, organización, voluntarios, protección civil, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, gendarmes, ayuntamientos… “tienen un 10. Fue una prueba de fuego para todos y además con nota, yo muy contento en este sentido”.

Después de la dificultad organizativa nadie pensaba que la climatología ese día iba a estar a la contra. “Éramos conscientes de que la fecha de septiembre no es lo mismo que la fecha de junio. Hasta que 15 días antes de la prueba no vimos que habría una dificultad añadida, el tiempo, y con esta dificultad trabajamos aquí y en Francia. Creo que de esa previsión y de esa dificultad también ha salido el éxito final, a mi modo de entender creo que hicimos las cosas muy bien.

Una hora antes de la salida prevista, las ocho de la mañana, la organización valoró salir más tarde y como último recurso suspenderla por si las condiciones climatológicas empeoraban. “A las siete de la mañana convocamos un gabinete de crisis, por decirlo de alguna manera, pero era muy difícil acertar. Al final decidimos sacarla adelante a la hora que teníamos prevista, pero se valoró retrasarla e incluso suspenderla, esta era la última opción, pero también estaba encima de la mesa”.

Pensando ya en 2022

El reloj ha empezado a contar el tiempo que queda para la edición treinta y una, ocho meses. Su celebración será en junio, como venía siendo habitual hasta antes de la pandemia. “Ya hay muchas ganas de que llegue junio. Esperemos que ese bicho, la covid, nos deje en paz un poco más y podamos volver a funcionar con tranquilidad. Creo que esta edición ha demostrado que, si a la covid le ponemos medios y responsabilidad, es perfectamente compatible hacer una Quebrantahuesos como la conocíamos anteriormente”.

Xavier Bartrolí añade que sacar adelante la Quebrantahuesos con esta situación, “también ha servido para autorregularnos. La capacidad de participación se bajó a menos el cincuenta por ciento para que fuera posible. Creo que esta autorregulación se ha visto con muy buenos ojos desde un punto de vista de las administraciones competentes. Vamos a trabajar ya para que en el 2022 podamos tener la Quebrantahuesos que todos deseamos”.