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COSAS DE CASA

Los voluntarios son la verdadera “alma” de la Quebrantahuesos

En la reciente edición de la prueba, 700 personas de diferentes edades lo dieron todo para que esta cita fuera un éxito, como ocurre año tras año

Voluntarios de la Quebrantahuesos y Treparriscos.
Voluntarios de la Quebrantahuesos y Treparriscos.
M.P.

Los voluntarios son el alma de la Quebrantahuesos y de su hermana pequeña la Treparricos, sin los voluntarios sería imposible organizar estas cicloturistas.

Son más de mil los voluntarios de diferentes edades, quienes edición tras edición lo dan todo para que esta cita sea un éxito año a año. En la edición que se celebró el pasado día 18 han sido unos 700 los voluntarios que han velado para que nada faltara a los corredores. La reducción en el número ha estado marcada por los protocolos covid, en el 2020 la pandemia obligó a suspender la edición.

Los voluntarios están en la entrega de dorsales el día de antes de la marcha y una hora antes de la salida el día siguiente. Están en la tienda en la que se vende ropa de otras ediciones y cuyos beneficios se donan a la AECC (este año no se ha podido montar porque el acceso a la feria solo ha sido para participantes), están en los cruces, en el reparto de la comida, en el parquin de bicicletas, en los avituallamientos que se montan en Francia en el Marie Blanque, en Artouste, y aquí en España en el Somport, en Formigal, en el pueblo de Hoz, en Biescas para la Treparriscos, y a la llegada, en el boulevard del barrio de Puente Sardas, una zona junto a Pirenarium donde se monta el cuartel general del evento... En todos estos puestos están los voluntarios, también en la línea de meta, y los días previos, en la nave del Club Ciclista Edelweiss, organizadores de estas cicloturistas junto a Octagon, preparando los sobres con la documentación, dorsal, maillot, chip… para los ciclistas, pero también en la señalización del recorrido, y el día después de las marchas, en la limpieza del recorrido; ahí están los voluntarios para que al cicloturista no le falte de nada.

Mas de 30 voluntarios en el avituallamiento de Marie Blanque.
Mas de 30 voluntarios en el avituallamiento de Marie Blanque.
S.E.

Muchos voluntarios se guardan algún día de vacaciones para la fecha -el año que viene volverá a celebrarse en el mes de junio-, otros hacen filigranas para poder estar, y es que la Quebrantahuesos es otra historia, “es algo muy nuestro que te engancha”, dicen unos y otros.

Marcelino Elizalde es quien se encarga, desde hace muchos años, de lanzar el cohete que indica la salida de los cicloturistas. “Mientras haya voluntarios habrá Quebrantahuesos”, dice.

Pepe Gavín se hace cargo, desde la edición número uno, del avituallamiento que se monta en el puerto de Marie Blanque, con más de 60 voluntarios, este año la mitad por los protocolos covid que han reducido la participación de cicloturistas.

“La empezamos como un grupo de amigos y ver lo que es hoy en día la Quebrantahuesos es motivo de orgullo. Mientras haya fuerzas seguiré, esto no se puede dejar”.

La edición que se celebró el pasado día 18 estuvo marcada por la lluvia. “Los corredores y los voluntarios han sido unos valientes”, apuntaba Fernando Escartín, presidente del club Ciclista Edelweiss. Al acabar la jornada siempre se celebra la cena de voluntarios, este año la covid no lo ha permitido y la organización ha donado a cada voluntario un vale de 20 euros para gastar en los restaurantes apuntados a la campaña puesta en marcha por la Asociación de Empresarios Pirineos Alto Gállego.