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MONTAÑISMO

El CER logra subir su belén a la cima del Turbón

Cumple por duodécimo año consecutivo con la colocación del nacimiento artesanal de la Asociación Belenista de Graus

Grupo del CER que llegó a la cima del Turbón.
Grupo del CER que llegó a la cima del Turbón.
S.E.

El pasado lunes, Día de la Constitución, el Centro Excursionista Ribagorza subió, por duodécimo año consecutivo, su belén montañero a la cima del Turbón, la mítica y mágica montaña ribagorzana cuya silueta figura en el anagrama del club. Como en ediciones anteriores, el pequeño y coqueto nacimiento artesanal fue preparado por la Asociación Belenista de Graus, que este mismo fin de semana inauguró su monumental belén ubicado en la capital ribagorzana.

Los 24 participantes en la actividad salimos de Graus a las 7:30 horas para dirigirnos por carretera en nuestros vehículos hasta Las Vilas del Turbón, donde a las 8:15 horas, y desde las puertas del balneario, iniciamos nuestra ascensión andando. La mañana era bastante fría y había nieve ya desde el principio del itinerario. Además, veíamos cómo el viento levantaba la nieve en la parte alta de la montaña, aunque confiábamos en que, como indicaban los pronósticos, amainara en las horas siguientes. Algunos ya nos calzamos las raquetas desde el inicio del recorrido, otros siguieron solo con la bota y algunos llevábamos también crampones en la mochila por si encontrábamos hielo. Era incierto cuál iba a ser el estado de la nieve a lo largo del recorrido.

Seguimos el itinerario clásico, con un primer tramo protegidos del viento. Primero por pista y luego por bosque, con la nieve aún en los árboles, hasta la fuente de Canales. Allí, iniciamos la primera fuerte subida, con la nieve abundante pero blanda, hasta el collado de Pasoturbiello, donde cambiamos de vertiente y entramos en espacio más abierto. Un par de participantes acusó su cansancio y decidió darse la vuelta.

Tras una breve parada para comer algo, vimos que el viento era fuerte pero solo a rachas y que, en buena medida iba amainando. Continuamos por lo alto del macizo y encontramos zonas con bastante nieve y otras casi limpias de ella por el efecto del viento. Todas estas adversidades hicieron que el ritmo del grupo fuera más lento de lo esperado. Cuando llegamos cerca del Turbonet, hicimos una parada en la que buena parte del grupo –por el frío, el viento, el cansancio o el temor a que se nos hiciera de noche–, manifestó su deseo de no continuar. Tras barajar la posibilidad de dejar el belén en el Turbonet, y en amistoso consenso, un grupo de diez participante decidimos seguir hasta la cima. Pasamos junto a la parte alta de la Canal de San Adrián y emprendimos la última subida hasta la cima, a la que llegamos a las 14 horas.

En la cima, con bastante frío, comimos algo, depositamos el belén en el lugar acostumbrado, bajo el vértice geodésico, e hicimos algunas fotos. A las 14:30 horas iniciamos un rápido descenso en el que ya no paramos hasta regresar a Las Vilas, adonde llegamos entre las 17.30 y las 18 horas, ya oscureciendo y bastante cansados. Habíamos recorrido 17 kilómetros, con 1200 metros. de desnivel y más de 9 horas de duración. De todas las ascensiones al Turbón, esta había sido la más dura y sufrida, pero teníamos la satisfacción de haber logrado nuestro objetivo. En primavera, como todos los años, volveremos al Turbón a recoger el belén que, cumpliendo la tradición, dejamos depositado en su cima.