Deportes

SENDERISMO

Excursión circular desde Benabarre a la sierra de La Mellera

Es un recorrido de 16 kilómetros que se realiza en 5 horas

Participantes en la excursión del grupo grausino ‘Tardes al sol’.
Participantes en la excursión del grupo grausino ‘Tardes al sol’.
S.E.

El grupo grausino Tardes al Sol organizó una excursión circular desde Benabarre a la sierra de La Mellera, en la parte más oriental de la Sierra del Castillo de Laguarres. Los excursionistas iniciamos y terminamos el recorrido en el Parque de San Medardo, situado a las afueras de Benabarre.

San Medardo es un sitio muy querido por los benabarrenses y muy concurrido por visitantes de distintas procedencias. Es un parque con árboles y mesas, muy bien acondicionado para hacer comidas y meriendas campestres. Junto a un enorme nogal, se halla la ermita dedicada al santo, un obispo francés que es patrón de la villa benabarrense. Tras visitar el lugar, empezamos nuestra excursión andando por el llamado camino del Coll, que coincide con el GR-18.1.

A los pocos metros del inicio del recorrido, dejamos a la derecha las ruinas del antiguo convento de Linares, otro lugar benabarrense de gran importancia histórica del que solo quedan restos de su iglesia. Siempre por pista y ya entre bosques de pinos, dejamos a la izquierda el arruinado Mas del Cerillo y a la derecha un pequeño embalse. Pasamos junto a la Font del Engardaix (Fuente del Lagarto) y llegamos a la casa del Coll. Rebasada unos metros esta construcción, abandonamos el GR-18 y tomamos una pista a la derecha. Tras pasar por un bosque de pinos y robles, llegamos al cerro de la Ternuda y a un espacio abierto. Estamos ya en la sierra de La Mellera y las vistas del Pirineo y de una parte del valle del Isábena son extraordinarias. Debajo, además de Laguarres y Lascuarre, tenemos la Casa de la Ternuda y su ermita románica de San Marcos, antiguo importante lugar de paso y hoy en progresiva ruina. Seguimos por lo alto de la sierra siempre en dirección al este hasta llegar al mirador de la Mellera.

Allí, a 1105 metros de altitud, se hallan los escasos restos del antiguo castillo medieval y los muros de una construcción en el extremo de una roca. Las vistas son excepcionales. Tras una parada en esta magnífica atalaya, descendimos ya siempre por el PR-HU131. Pasamos por las casas dispersas del poblado del Aguilar o aldea ecológica, muchas de ellas habitadas por alemanes, vimos en lo alto el famoso roble de la Mellera y bajamos hacía una explotación de ganado ovino. En el llamado Collado Nuevo, y muy atentos a las marcas, nos salimos de la pista para tomar un sendero a la derecha que desciende hasta el bello y umbrío paraje del barranco y la fuente de Catró. De nuevo por pista llegamos a la ermita de San Medardo y terminamos la excursión. Habíamos recorrido 16 kilómetros, con 440 metros de desnivel acumulado, en poco más de cinco horas con las paradas.