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Pol Oriach: “El salto a un equipo de nivel internacional es una oportunidad que no podía dejar pasar”

El atleta albeldense expone sus sensaciones ante la nueva etapa que emprende de la mano de Nike, con un contrato que llega hasta los Juegos de París

Pol Oriach
Pol Oriach
S.E.

Con la entrada del nuevo año, la vida de Pol Oriach cambió de un día para otro. El 31 de diciembre se despedía de su categoría Sub-20 y de su club de siempre (Hinaco) y el 1 de enero ya se le abrían las puertas como Sub-23 y de Nike, con el que ha firmado un contrato de tres años. La entrada en su nuevo club supone el salto al profesionalismo y una dedicación casi exclusiva al atletismo, si bien va a combinarlo con sus estudios de Actividad Física y del Deporte que cursa en Lérida. Junto a él, su entrenador, Phondy, que ya guió la extraordinaria trayectoria de Eliseo Martín.

-¿Por qué Nike entre las diferentes ofertas que tenías?

—Buscamos lo mejor para mí. El Hinaco Monzón estaba muy bien pero dar este salto a un equipo de nivel internacional era algo que no podía desaprovechar. Tuvimos alguna otra marca interesada, surgió esta posibilidad y Nike era la que mejor se adaptaba a mí. Estas oportunidades pasan muy pocas veces en la vida y cuando llegan hay que aprovecharlas.

“Se nota el cambio de responsabilidad de un año para otro”

¿Qué ves en Nike que no hayas visto en algún club de División de Honor?

—Estar en un equipo para competir en las ligas está muy bien, pero también te exige estar en esas competiciones durante toda la temporada. Estar en Nike me permite ir a las competiciones que más me convengan a mí, sin tener la obligación de competir en equipos grandes y más exigente por el equipo más que por ti solo. La oportunidad de competir cuando yo quiera llama más la atención a la hora de buscar marcas y competiciones para hacer mínimas. Clubes como el Playas o el Barça, que buscan mucho las ligas, aquí no me lo exigían.

Pol Oriach y Phondy van a seguir juntos en la nueva etapa del atleta.
Pol Oriach y Phondy van a seguir juntos en la nueva etapa del atleta.
S.E.

¿Hasta qué punto es jugoso para un atleta un contrato con una firma como Nike y su incentivo económico?

—Si comparas con otros deportes, no hablamos de grandes cantidades. Pero para lo que yo he visto hasta ahora es algo que está bastante bien, muy poca gente de mi edad puede tener esta oportunidad y no queda otra que aprovecharla. Considero que es una buena propuesta y son tres años que me puedo asegurar entrenar a buen nivel. Voy a seguir intentándolo hasta que aguante.

Estos tres años abarcan hasta el 2024, con los Juegos Olímpicos de París en el horizonte.

—Tengo que exigirme al máximo durante estos años y tratar de lograr los objetivos que me proponga. Imagínate estar en París y que se me renueve el contrato otra vez.

Recién llegado a Sub-23 vas a ser de los más jóvenes en una categoría que comprende tres años.

—Solo he podido correr una vez a nivel sub-23 y fue bastante bien. Este fin de semana es el Campeonato de España de cross y es allí donde de verdad voy a ver el nivel que hay en la categoría, la diferencia de edad que puede haber entre los de primer año y los de tercero. Pero estoy preparándome bastante bien, estoy concienciado de que voy a ser de los pequeños pero eso no significa que no pueda intentar hacer una buena carrera y optar a un buen resultado. Voy a tratar de no pensar mucho en la edad que hay entre unos y otros y a pelear por todo.

“Debo exigirme al máximo para lograr mis objetivos”

¿Se nota mucho el físico?

—Lo que se nota es lo que entrenan unos y otros. Los de tercer año Sub-23 llevan un nivel de entrenamiento mucho más alto. Cuando llegas a Sub-23 para muchos es como llegar al atletismo profesional. El de primer año, que está empezando ahora a sentirse así y el que ya es de tercer año lleva dos más preparado para ser uno de ellos. Allí está la diferencia. Porque físicamente es lo mismo uno de primer año que uno de tercero.

¿Y cómo fue esa sensación de un día para otro, de correr en Barcelona el 31 de diciembre como Sub-20 y la camiseta de Hinaco a despertarte el 1 de enero como Sub-23 y con Nike? ¿Notaste ese cambio de pasar a profesional?

—Yo creo que se nota el cambio de responsabilidad que tienes de un año para otro. No es lo mismo representar a Hinaco, donde tengo menos exigencia, que hacerlo para una marca internacional donde tienes más ojos encima. Pero sigo teniendo la misma mentalidad que antes, hago atletismo porque me divierte y trato de que no me influya mucho que se me exija, que quieran que logre resultados que me puedan causar estrés. Estoy bastante tranquilo y con ganas de seguir haciendo lo que estaba haciendo hasta ahora.

Tienes un entorno muy positivo con gente como Phondy, tu padre Carlos que también es atleta y no sé si Eliseo también está pendiente de ti.

—Como bien dices, es un buen grupo. Tengo la experiencia de Eliseo, que me está enseñando prácticamente todo. Tengo que estar muy contento por estar donde estoy, de tener un entorno como el que tengo y ellos me van a hacer que si algún día llego a algo, llegue de la mejor forma posible porque tengo buenos maestros.

“Eliseo lo ganó todo cuando tocaba”

¿Te ves como el sucesor de Eliseo o como un nuevo Eliseo?

—Cada uno es como es y no hay que comparar mucho. Cada uno tiene su trayectoria y sus momentos. Ahora mismo yo estoy muy bien, pero todavía tengo 19 años. Eliseo logró muchas cosas cuando tocaba, que era en la categoría absoluta. Ahora las cosas me van bien pero no sé cómo me irán dentro de unos años. Yo sigo entrenando al máximo para hacerlo lo mejor posible, pero sin la presión de hacer lo que hacía él.

Tu entrenador Phondy, aparejado también contigo con Nike, era innegociable.

—En esto vamos de la mano. Todo lo que yo vaya a hacer quiero que sea con él ya que es la persona con la que voy a estar el resto de mi vida deportiva. Me transmite mucha tranquilidad y me aporta mucha experiencia. Por eso vamos juntos. No me veo haciendo atletismo sin él.

¿Y tu padre qué consejos te da?

—Que haga caso a Phondy en todo lo que me diga y que disfrute. Sobre todo, que no tenga presión. Es cierto que ha cambiado un poco la manera de ver el atletismo, pero debo tener la misma mentalidad de seguir disfrutando y así vendrán los resultados.

Y siendo tan competitivo como siempre lo has sido, y sabiendo levantarte en los momentos duros, como sucedió en Sevilla y la respuesta que diste en el Europeo de cross dos semanas después con ese excelente cuarto puesto.

—Eso está claro. La presión allí está, pero hay que seguir siendo competitivos. Si no fuera así, para qué hacemos atletismo. Este deporte es diversión pero también competición y buscar ser el mejor, conseguir buenas marcas y hay que tener la ambición de mejorar cada día. No me conformo para nada con haber llegado hasta aquí, quiero mucho más y en unos años poder decir qué bien estuvo hasta la categoría Sub-20, pero quiero recordar que en las otras todo fue mucho mejor.

Has estado tocando todos los palos del medio fondo y fondo. Cross, 1.500, 3.000, 3.000 obstáculos, incluso 5.000. ¿Vas a continuar así?

—En principio, sí. Todavía soy joven y hasta que no sea absoluto no voy a decantarme por ningún tipo de prueba. Me gusta compaginar varias ya que te pone mejor en las demás. Si solo hiciera obstáculos, seguramente no tendría la misma progresión que si voy probando en cada una de ellas. Probar en otras competiciones te motiva para luego volver a la que compites más a menudo. Y cuando llegue a la categoría absoluta ya me centraré en una para tomarla más en serio. Pero todavía no sé si van a ser los obstáculos, el 5.000, el 1.5000… eso el tiempo lo dirá.

Aunque sigas haciendo todo, puede ser el plato principal el 3.000 obstáculos?

—De momento sí, pero quién sabe. Yo me encuentro bastante cómodo en el 1.500. Es una prueba que no preparo tanto pero en la que he logrado mis mejores marcas en comparación con las demás. Por eso te digo que no sé cuál será la elección. Donde mejor me adapte y mejores resultados pueda encontrar. A nivel absoluto están complicadas las dos porque hay mucho nivel y mis decisiones irán según cómo me encuentre yo en comparación con el resto de los atletas absolutos. Ya iremos viendo cómo evoluciono a nivel absoluto, cómo me adapto a esta nueva categoría y en qué prueba tengo mejores sensaciones.

¿Qué objetivos tienes en el Campeonato de España de cross el próximo domingo?

—Luchar por todo. Conozco a todos los rivales, he corrido con ellos ya en categoría Sub-20, menos con alguno que ya es de tercer año. No será fácil pelear por el oro porque tengo grandes rivales, pero hay que tener esa ambición. Si no busco el oro no tendría sentido ir allí. Y sobre todo, disfrutar y verme competitivo en esta nueva categoría. He competido con algunos, pero no con muchos.

¿Y qué tal en la nueva distancia en el cross, con más kilómetros?

—Me encontré bien porque iba mentalizado de que sería bastante duro y que diez kilómetros no son lo mismo que ocho. Traté de ir de menos a más, sin presión, poco a poco, y se me pasó relativamente rápido. Pero acabé contento. Me vi bastante bien en un cross muy duro por las características del circuito, el barro y la lluvia.

Luego viene la pista cubierta y a continuación el aire libe

—Tengo un 3.000 ya programado para la semana siguiente del cross, de cara al Campeonato de España de pista cubierta, sin mucha preparación, y cuando toque prepararé bien el aire libre, que es el objetivo principal de la temporada, con bastante tiempo porque hay margen para hacerlo como yo quiero.

¿Y al aire libre, además de los campeonatos de España, qué ofrece el calendario internacional?

A nivel internacional hay poca cosa de mi categoría. Es más para la absoluta y allí es más complicado. Tendré los campeonatos de España Sub-23 y Absoluto, que será la primera vez que compita y tengo bastantes ganas. Ya me hubiera gustado hacerlo otros años pero era mejor esperar y hasta que no me viera competitivo no hacía falta ir. Iré con bastantes ganas y mi objetivo será pelear por lo mejor. A nivel internacional creo que no hay nada. Acercarme a las mínimas que piden, aunque con el nivel de los absolutos estará lejos, pero hay que intentarlo.

“Seguro que volveré al Hinaco, les debo una”

La charla con Pol se encamina también a aspectos personales. ¿Cuáles dirías que son tus mejores virtudes?

—Soy una persona que lucha mucho, que trato de no rendirme en ningún momento. Hay veces que a mitad de carrera tengo algún altibajo, pero al final trato de buscar lo que quiero, que es lograr el mejor resultado posible y por eso soy muy luchador hasta el final. Es una virtud que me está yendo bastante bien y de la cual estoy muy orgulloso.

¿Y en qué tienes que mejorar?

—Seguir con la misma ambición y así las cosas irán bien. Tratar de mejorar lo que es el entrenamiento invisible, las horas de descanso, la alimentación… Pero creo que lo estoy llevando bastante bien.

¿Esta dedicación profesional te permite compaginar el atletismo con los estudios de Actividad Física y el Deporte?

—Este primer parcial lo he tenido bastante ajetreado ya que he empezado a entrenar mañana y tarde y veía que no podía hacer las dos cosas bien. De cara al segundo parcial he decidido dividirme las asignaturas, aprovechar la oportunidad de entrenar bien e ir sacando los estudios poco a poco y sin prisa.

¿Ya has pensado en tu futuro profesional ahora que estás centrado en el atletismo?

—Lo que estoy haciendo es la carrera que más se adapta al atletismo, y donde tendré alguna salida en el futuro. Pero ahora prefiero centrarme más en mi carrera deportiva porque también me abrirá algunas puertas en el futuro.

La vida del atleta es más dura que la de otros deportes en los que el nivel profesional reporta más beneficios económicos.

—Sí, tenemos una exigencia de entrenamientos muy alta y no se valora tanto. Es entrenar mucho para lograr poco en un futuro. Pero es lo que nos gusta y por eso lo hacemos.

Y cuando anunciaste el cambio, ya dijiste que tu marcha del Hinaco Monzón era un hasta luego.

—Lo tengo claro. El Hinaco Monzón es el equipo de mi padre de toda la vida y el mío también. Es un club que me ha enseñado muchas cosas y al que le debo una. Así que cuando esto acabe y estas oportunidades se me vayan estoy seguro de que volveré. Es el equipo de mi vida y les debo una.