Paloma Antúnez, encantada tras su actuación en Finlandia

La joven esquiadora ribagorzana Paloma Antúnez saborea todavía su experiencia vivida durante la semana pasada en el Festival Olímpico de la Juventud Europea, el EYOF por sus siglas en inglés, celebrado en la localidad finlandesa de Vuokatti.

La deportista del club Cerler Aneto participó en tres pruebas de esquí alpino como parte del equipo español y ha conseguido hacer un gran papel en todas ellas, y lo que es mejor, consiguiendo dar el nivel que quería, algo muy importante en competiciones de este nivel, y de paso llevándose una experiencia personal que se le ha quedado grabada ya para siempre.

“Participar en una competición como esta es una experiencia única, que desde luego no había vivido antes y que será difícil repetir. Lo he pasado muy bien y tengo esa sensación de que ha sido algo único”, aseguraba Paloma ya de vuelta en España.

El equipo español estaba formado por nueve deportistas, y solo conocía a los otros tres que hacían esquí alpino. “No nos conocíamos apenas y la verdad es que hemos hecho muy buen grupo y ha habido un gran ambiente. Además nos manejábamos bien con el inglés, por lo que la relación con deportistas de otros países también ha sido muy buena”.

En lo deportiva, destacaba sobre todo que, independientemente de los resultados, le ha quedado una sensación muy buena. “Estoy muy contenta porque pienso que he esquiado muy bien. Me suele costar mucho mi nivel, lo que quiero, el día de la competición, y en este caso he podido hacerlo. De hecho la competición me ha ido mejor de lo que se esperaba por los resultados anteriores”.

Para comenzar, el primer día disputó el Slalom, y en la primera manga se quedó solo a dos décimas de los treinta primeros puestos, lo que hubiera supuesto entrar en la “inversión”, que significa que a las treinta mejores de la primera manga se les invierte el orden de salida para que la mejor salga la última, y que puede ser una ventaja. “Me quedé muy cerca y en la segunda manga mejoré algo el tiempo”. Al final fue 35ª.

Y después llegó su mejor día, con la clasificación para el Slalom Paralelo. Pasaban las 32 mejores y fue la 28. “Era complicado pero cumplí el principal objetivo de estar en las eliminatorias. La primera manga fue un poco floja, pero la segunda me salió muy bien y pude clasificarme”. De hecho, en esa segunda manga logró el duodécimo mejor registro.

Una vez en las eliminatorias, le tocó una rival checa y aun estuvo cerca de superar esa primera ronda de dieciseisavos. “En la primera bajada lo hice bien, pero ella marcó el quinto mejor tiempo. En la segunda salíamos con la diferencia que se había marcado en la primera manga y aunque yo salí después me puse por delante a mitad de bajada, pero me enganché en una puerta a tres del final y no pudo ser. Era una rival fuerte y me dejó satisfecha”.

Y por último, en el paralelo por equipos no hubo suerte. “Uno de los chicos estaba lesionado, así que competimos solo con tres, lo que ya ponía las cosas muy difíciles. Al final no pudimos pasar contra Eslovenia”.

Y sin tiempo de descanso, viajó a Granada para disputar en Sierra Nevada el Campeonato de España de Slalom, en el que fue sexta y segunda Sub 18. Aunque estuvo a punto de no competir. “El sábado llegamos a Barcelona, de ahí a Granada, y el lunes ya competíamos. Pero no llegó el material, esquíes, botas, casco... Se quedaron dos entrenadores esperando y finalmente lo tuvimos el lunes de madrugada. Fue todo muy justo pero al final pude competir con mi material.

Y la temporada todavía tiene cuerda. El lunes que viene disputará el Nacional de Gigante en Espot, y alguna prueba más. De cara al año que viene, en el que cambia a Sub 21, la incertidumbre de un deporte muy caro que, si no perteneces al equipo nacional, es casi inviable. “Voy a exprimir este año y disfrutar, porque no sé qué haré el año que viene, donde estaré y si seguiré compitiendo a este nivel. Ya veremos”.