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  • Luis Costa

Incoherencias

El Huesca cerró sus partidos en casa con una victoria ante la Real Sociedad B.
El Huesca cerró sus partidos en casa con una victoria ante la Real Sociedad B.
Javier Navarro

El pasado sábado me fui del Alcoraz con una sensación extraña. Desconcertado. Sin entender muchas de las cosas que sucedieron sobre el césped. Como si, en 90 minutos, me hubieran resumido lo que ha sido toda la temporada.

Para empezar, todavía me pregunto por qué no fue titular ningún jugador del filial. A mi modo de ver, era el partido idóneo para dar a esos chicos, después de un año tan duro para ellos, el premio de debutar en 2ª División y poder demostrar su valía. Más aún ante un rival que invitaba a ello como era otro filial, en este caso de la Real Sociedad. Pero no, no fue así. Pol, Euse, Hugo Anglada o Manu Rico esperaban su turno desde el banquillo.

Al final sí pudimos ver a Pol, pero me extrañó también que Manu Rico no tuviera una oportunidad ni de inicio ni tampoco unos minutos durante el transcurso del partido. Creo que de los cuatro canteranos convocados, es el que más lo merecía con creces. No sólo por el ‘temporadón’ que ha hecho en 2ª RFEF (30 partidos, 3 goles) en edad todavía juvenil, sino porque no hay que olvidar que contra el Alcorcón en casa -yendo el choque 0-0-, o contra el Girona, también en el Alcoraz y con 0-1 en el marcador, sí fue el elegido. Esos días Xisco no tuvo dudas. A pesar, incluso, de ponerlo a jugar en una posición cuanto menos extraña como fue la del carril diestro. Una oportunidad que, para muchos fue más bien echarlo a los leones. Pero no para mí, porque jugar en 2ª División, en el fútbol profesional, siempre entendí que es un regalo, aunque el contexto no sea el más idóneo para brillar. Y el sábado, que sí podía serlo, no se le brindó la oportunidad. Desde luego, si has visto al filial este año, era una oportunidad más que merecida. Pero claro, si lo has visto.

Por acabar con los canteranos, tampoco jugó Hugo Anglada, el otro oscense en edad juvenil que, sin embargo, en su día fue citado con la selección española sub-17. A veces siento envidia de cómo explotan su filial nuestros vecinos en comparación a cómo lo (des)aprovechamos aquí. Un Deportivo Aragón del que se siguen surtiendo y que, por cierto, esta última temporada ha competido una categoría por debajo del Huesca B, no olvidemos.

Más incomprensibles. Mikel Rico se marcó un partidazo en su despedida del Alcoraz. Aunque es cierto que el adiós quedó algo descafeinado. Me hubiera gustado más que hubiera sido uno de los cambios para poderse llevar una última ovación del estadio -de los poco más de 3000 aficionados que acudimos-, en lugar de los aplausos de los que nos quedamos hasta el final, tras ser manteado sobre el césped por sus compañeros. A fin de cuentas, se trata de uno de los futbolistas más importantes de la historia reciente de esta SD Huesca, y que no disputaba los 90 minutos completos desde hacía casi 5 meses, frente al Girona y precisamente también en casa.

Y, para terminar, tampoco me cuadran los pocos minutos de David Ferreiro en esta segunda vuelta de campeonato. Veo el rendimiento del gallego -quien asistió en el tercer y definitivo gol- y lo comparo con el de otros, como el de Lago Júnior por decir uno con más protagonismo, y creo que el ‘7’ del Huesca se mantiene a años luz de los que han contado con más oportunidades que él.

En definitiva, un sin fin de incoherencias un fin de semana más. La mejor noticia es que el final de Liga ya está aquí, a punto de llegar. Y esperemos que sea entonces cuando, en la autoevaluación que debe hacer el club tras una temporada tan pobre, no se hable de cara a la próxima campaña con la ambición de ascender de forma directa o de disputar los playoff, sino de volver a encontrar un rumbo que se perdió hace tiempo.