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MONTAÑISMO

Elscorvets y los Forquetas, un reto a la altura de Peña Guara

Dos jornadas de intensa ascensión han puesto el listón alto en el Pico a Pico

Expedición de Peña Guara que completó la ascensión al pico Elscorvets.
Expedición de Peña Guara que completó la ascensión al pico Elscorvets.
Peña Guara

El ascenso de forma circular partiendo el valle de Estós al pico Elscorvets desde la collada de la Plana, pasando por los bonitos lagos de Batisielles, para descender largamente hacia el Forcau en el valle de Llardaneta, y al refugio Ángel Orus, ha sido el primer reto de septiembre de Peña Guara en su regreso a la actividad Pico a Pico.

En la segunda jornada se realizó la ascensión a los Forquetas, dejando por esta vez el Posets como marco de fondo, donde el itinerario definitivo se adaptó al grupo y a las circunstancias, dentro de varias posibilidades, descendiendo de los Forquetas por un valle o por otro.

Del ascenso a los Forquetas, la más intrépida de las posibilidades fue encaramarse a una cresta desde el recóndito valle del Forcau, en el pie de la Tuca de Torets, por donde hubo que crestear hasta su cumbre y seguir hasta el Forqueta Sur y el Norte.

Por circunstancias de la vuelta de curso, el grupo resultó reducido y eso les permitió la variante más intrépida en la segunda jornada. En la primera ascendieron por los bonitos lagos de Batisielles al pie de las espléndidas agujas de Perramó, partiendo del valle de Estós, hasta alcanzar el collado de la Plana a 2.702 metros, que se asienta al pie de la gran mole del pico Elscorvets, un 2.904 metros que se alza por una vigorosa trepada y una sucesión de gendarmes cresteando sin dificultad hasta alcanzar su altiva cumbre.

Al descenso en el collado, les pareció que el refugio del Forcau, el Ángel Orús, que en todo momento se vé, está más cerca, pero una sucesión de lomas y barranqueras rocosas les hicieron subir y bajar sin remedio, sumando metros a la jornada, hasta que por fin después de más de 1.700 metros de desnivel acumulado, apareció el refugio asentado al pie del recóndito valle del Forcau.

Al amanecer se adentraron en el Forcau, por donde apenas pasan montañeros. En esta ocasión se traspasó primero la gran Tuca de Torets, que como una torre altiva se eleva sobre el entorno y para acceder a ella no quedó más remedio que trepar por una empinada y pedregosa canal, que da pie a la colladeta Maja.

Alcanzado el primer escollo, el espectáculo del entorno es magnífico, con el Posets al fondo al Norte y los Eristes al otro lado. Pero no hubo tiempo que perder y sí una cresta que resolver. El comienzo fue rápido trepando sin dificultad pero pronto empezaron a aparecer escollos, torreones, destrepes, gendarmes que hay que saber sortear. En uno de ellos por un lateral usaron la cuerda para asegurar el paso de uno en uno porque a los pies el vacío es inmenso. De pronto, la Tuca de Torets de 2.962 metros.

Los Forquetas, objetivo principal estaban a la vista y la cresta que los une a Torets, aún por resolver, y no hacía falta sacar cuerda de nuevo. Felices de nuevo alcanzaron la Forqueta Sureste y ya conscientes de que está superado el reto y la incertidumbre llegaron a la Forqueta Norte donde todo era alegría de haber resuelto la inédita cresta de Torets a los Forquetas, que es una ascensión inédita en todo el historial de años de la Pico a Pico.

Dos espléndidas jornadas que disfrutaron con la satisfacción de haber resuelto un itinerario inédito en la Pico a Pico. En la segunda, el desnivel positivo ha resultado de más de 1.100 metros que no hablan del interesante cresteo, y en la jornada anterior más de 1.700 metros positivos con el gran Elscorvets.