Deportes

Peña guara: pico a pico

A Guara en travesía de Santa Cilia a Nocito

Descenso por la antigua senda de la Cresta de Petreñales

Los montañeros, en los mojones cimeros
Los montañeros, en los mojones cimeros
Peña Guara

Un año más el programa de Pico a Pico de Peña Guara ha culminado su actividad pirenaica con la tradicional ascensión a Guara. Esta temporada ha sido un poco especial porque después de los dos años de pandemia se ha recobrado la normalidad y nos hemos podido reunir en refugios sin gran preocupación como en el recién estrenado refugio Casa Lardiés que el club ha promovido en Nocito para dar albergue y acogida a propios y lugareños de esta población de la vertiente Norte de la montaña.

En varias ocasiones ha ocurrido durante esta temporada que no hemos sido un elevado número de participantes, por circunstancias, porque hay otras actividades en el club que parecen menos exigentes y la Pico ha adquirido quizá un prestigio de alto nivel de esfuerzo, itinerarios técnicos y grandes desniveles a salvar. Así hicimos grandes actividades como subir al Balaitous por la intrépida Vira Beraldi, dar la vuelta al Vignemale por sus elevadas crestas de más de tresmil, crestear por novedosos itinerarios en las Forquetas de Eriste y algunas más.

Para el colofón de temporada con el tradicional ascenso a Guara nos reunimos diez participantes con la compañía de Lorenzo que ha ido dejando después de muchos años que su inestimable ayuda para subir estas montañas fuera sustituida por la de otros amigos que han puesto todo su empeño en llevarnos por el mejor camino hasta las cimas, agradecemos pues a Oscar, Marcos y Jesús su esfuerzo y acompañamiento.

El itinerario se pudo realizar en forma de travesía ya que fuimos en autobús y a la vuelta nos reuniríamos con los de Turismo por el Alto Aragón en el nuevo refugio Casa Lardiés en Nocito, donde compartiríamos mesa para una buena comida de final de temporada que nos ofrecieron los guardeses del refugio a la que se sumaron algunos acompañantes que no han podido realizar la actividad como nuestro amigo Ricardo en proceso de recuperación. Así que partimos por la cara Sur donde nos dejó el autobús en Santa Cilia de Panzano a poca altitud. Rodeamos el Tozal de Cubillas por su ancha vertiente y continuamos la larga travesía que pasando por los altos de las Puntas de Ballemona nos deposita en el collado al pie del Tozal de Guara donde confluye la senda de la vía de los Fenales para afrontar casi a la carrera, como es también costumbre, el último tramo de subida a la cumbre donde llegamos antes del mediodía.

Un descanso y fotos para emprender la marcha hacia un descenso original, por donde habíamos subido en Mayo con el amigo Navarro autor del libro “Por la Sierra de Guara…”, de recorridos diferentes que buscan retomar antiguas sendas hoy en desuso como la que va por la cresta desde el collado de Petreñales. Nos vemos jabalineando bastante en busca de los pocos hitos que marcan la vieja senda, se destrepa algún peñasco y se atraviesan pedreras de las que se descuelgan de la cumbre metidos ya en la cara Norte. Así, muy entretenidos por fin alcanzamos la senda de la ruta normal del collado de Petreñales al que llegamos con la sensación de haber transitado por una vía del pasado que está en extinción y que si volvemos de vez en cuando por ella aún se rehabilitará. Los GPS y sus tracks han sido de utilidad para no salirse demasiado del trazado que llevábamos marcado pero son los altos bojes y la intuición los que al final deciden el paso.

Desde las plácidas praderas del collado emprendemos el largo descenso que nos llevará pasando por el collado de Chemelosas al barranco de Fuente Espátula y al largo barranco de la Pillera para llegar por fin al Guatizalema y a la pista por la que llegaremos andando a Nocito después de más de 7 horas y media y unos 1.600 metros de ascensión acumulados. En Nocito nos esperan el presidente y otros amigos del club que nos acompañarán en la agradable comida estrenando las nuevas instalaciones que han recuperado con mucho gusto la antigua casa Lardiés que servirá de refugio a montañeros y de lugar de encuentro de los paisanos con quien se compartirá la gran casona rehabilitada.