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Explosión otoñal en el Cañón de Añisclo

Cuarenta participantes disfrutaron de la jornada hasta que una gran tromba de agua les obligó a acabarla antes de tiempo

Imagen del grupo participante.
Imagen del grupo participante.
Peña Guara

El pasado domingo cuarenta intrépidos senderistas, pues el día presagiaba fuertes lluvias, nos dispusimos a realizar la travesía prevista de Fanlo al Cañón de Añisclo para luego continuar por una cómoda y bien señalizada senda hasta Buerba. Este recorrido final coincide con la GR-268 o camino de San Úrbez, que sin dejarlo nos traería hasta San Pedro el Viejo en Huesca. Pero el último tramo no pudimos realizarlo. La tromba de agua que empezó a caer era monumental. Allí se queda pendiente para otra ocasión

Llegamos a Fanlo sin dejar de mirar las nubes, y a las 9 de la mañana comenzamos la caminata y una fina lluvia también comenzó con nosotros, pero sin que fuera a más, llegamos hasta Buisán y desde aquí a Nerín, donde almorzamos y decidimos continuar hacia Sercué.

Disfrutando de los senderos y de los colores del otoño en la naturaleza de la zona.
Disfrutando de los senderos y de los colores del otoño en la naturaleza de la zona.
Peña Guara

La nitidez de la atmósfera, estaba muy bien lavada, nos permitía contemplar al otro lado del barranco, por encima del pueblo de Buisán, una ladera adornada con el siempre llamativo colorido otoñal.

En Sercué, junto al monolito que honra y atestigua la durísima labor que llevaban a cabo las mujeres en la figura de “Las Mujeres Aguadoras”, tomamos la decisión de alterar el recorrido en previsión de que el día fuera a peor.

Estaba previsto acceder al Portillo de Sercué para descender directamente al río Bellós pero decidimos bajar por una senda que nos llevó al puente de la Espucialla, asombroso, espectacular y originalísimo, que cruza el estrecho pero profundo barranco de Aso. De esta manera llegábamos a la carretera y podíamos contar con el autobús en caso de necesidad.

Como el tiempo nos concedió una tregua bajamos al aparcamiento de San Úrbez por el que iniciamos el circuito del Molino de Aso que pasa por dos espléndidos miradores y cascadas, cruza el Bellós por un puente de madera y llega a la ermita de San Úrbez encajonada bajo una enorme roca.

En este paseo de unos 45 minutos siempre recomendable por lo sencillo y vistoso, contemplamos la explosión otoñal de colores que proporcionan las hayas, fresnos, abedules, servales, etc. entremezclados con pinos y abetos. ¡Maravillas del otoño en Añisclo!

A los pies de la ermita comimos y dispuestos a terminar nuestra ruta cruzamos el maravilloso puente medieval sobre el Bellós, unos de los fotogramas más emblemáticos de la campaña La Magia de Huesca, pero cuando nos disponíamos a emprender la subida a Vio y Buerba, las nubes nos dijeron “Ya os vale, a casa”, y la lluvia nos mando al aparcamiento de La Tella donde teníamos los autobuses y así terminamos la excursión.

No anduvimos todo lo previsto pero quedamos muy satisfechos por lo que hicimos. Un espectacular recorrido por pueblos, barrancos, ríos, puentes y bosques con un colorido otoñal bien presente.

Mi navegador me dice que hemos recorrido algo más de 15 kilómetros en un tiempo total de 7 horas superando un desnivel aproximado de 500 metros.

Para el domingo 6 de noviembre tenemos programada una nueva ascensión a nuestro querido Tozal de Guara.