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SENDERISMO

Peque Guara celebra el ‘cumpleaños’ del Belén con una ruta

Partió de Nueno y acabó en Lierta, tras pasar por la celebración que se realizó en Las Gorgas

El paisaje estaba muy verde por las últimas lluvias y la nieve hizo acto de presencia en algunos momentos.
El paisaje estaba muy verde por las últimas lluvias y la nieve hizo acto de presencia en algunos momentos.
S.E.

Los chicos y chicas de Peque Guara participaron en el cincuenta ‘cumpleaños’ del Belén Montañero de Peña Guara en las Gorgas de San Julián de Lierta. En vez del recorrido tradicional con salida y regreso en Arascués, decidimos comenzar en Nueno, y acabar en Lierta.

Mañana fría sin sol, nada de viento, las cimas de Gratal y Las Calmas tapadas por nubes. Nubes que nos envían copos de nieve que se funden al tocar el húmedo suelo, dando ambiente navideño. Continuamos el camino por pista pasando por la parte alta de la urbanización para, ya por senda, introducirnos en el cada vez más angosto valle. La vegetación, cada año más cerrada, luce un intenso verdor. Las paredes del barranco están húmedas, el suelo mojado, pero no corre agua en las Gorgas. El corazón de la montaña sigue aún seco.

Lo que sí hay dentro de las Gorgas es el grupo de la FAM y miembros de Peña Guara cantando villancicos y comiendo polvorones. Nos unimos.

Tras la celebración volvemos sobre nuestros pasos hasta el desvío en que la senda cruza el cauce del barranco y sube con un fuerte repecho hasta la ermita de San Julián de Andría ó San Julián de Lierta. Allí, almorzamos.

Recogemos y continuamos caminando por la senda que perdiendo altura cruza el barranco de Fenés, que nos lleva, unos ratos por pista y otros por senda al punto donde cruzaremos el río Venia, río resultante de la unión del barranco Fenés y de las Gorgas de San Julián.

Una pista nos acerca a Arascués y una senda sube a la Corona de Arascués. Ésta es una alargada meseta vestida por un precioso bosque de pinos y carrascas, suave ladera hacia el este y abrupta hacia el oeste. Por una bonita senda que va siguiendo el filo de los acantilados de su vertiente oeste, vamos recorriendo este paraje hacia el sur. Los copos han vuelto con más intensidad pero ahora son una lluvia fina que empieza a mojar. Descendemos por un itinerario no marcado atravesando dos terrazas con enormes cornisas de losas de arenisca, que parecen desafiar a la gravedad. Poco después llegamos a un escondido collado donde una de esas losas ha formado una espectacular “Chimenea de Hadas”, cambiamos de vertiente y volvemos a cruzar nuevamente el Venia, esta vez por una pasarela, al otro lado está la pista cuyas balizas indican el camino del Sendero Saludable que nos conducirá a Lierta bajo una fina lluvia.