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tercera división

Una primera vuelta muy igualada

Equipos como el Robres o el Tamarite se han convertido en verdaderos rivales a batir

El Tamarite ha sido la gran revelación de la temporada
El Tamarite ha sido la gran revelación de la temporada
Esther Rivera

La primera vuelta de Tercera División ha dado mucho de sí para todos los equipos altoaragoneses que son partícipes de ella durante la actual temporada. Para algunos no ha podido ser mejor, pues han conseguido resultados que no imaginaban al principio. Otros tampoco esperaban comenzar así, aunque hablando en este caso de un rendimiento tan negativo que les ha colocado muy cerca o dentro de la zona roja de descenso. En definitiva, ha habido de todo para todos, aunque con cierta tranquilidad para gran parte de ellos.

Tamarite

La primera vuelta no ha podido ser mejor para el Tamarite de Félix Jiménez, y es que ha sido el conjunto altoaragonés que mejor ha terminado tanto en resultados como en sensaciones. Su tercer puesto con 29 puntos no es fruto de la casualidad a pesar de contar con una de las plantillas más humildes de la categoría.

“Con la igualdad que hay, era inimaginable conseguir todos estos puntos a estas alturas”, destaca su entrenador. Sin embargo, la regularidad que han mostrado ha permitido cosechar un total de nueve victorias, dos empates y cuatro derrotas. Resultados que han sdo posibles gracias a la confección de una plantilla que “veíamos capaz de competir con solvencia ante cualquiera de los 15 equipos restantes”.

Con más ilusión que nunca afrontarán una segunda vuelta que se antojará más complicada si cabe dada la necesidad de reforzarse por parte de muchos conjuntos. Félix no esconde que “repetir lo mismo que hemos conseguido en la primera vuelta va a ser muy difícil, pero en el mundo del fútbol hay que ser ambiciosos. Y es lo que vamos a ser nosotros para realizar una segunda vuelta igual o mejor, manteniendo la plantilla que tenemos y tratando de recuperar a muchos jugadores que todavía tenemos lesionados”.

Robres

El Robres es otro de los conjuntos que concluyó la primera vuelta de una manera inmejorable a pesar del cambio de entrenador en las últimas jornadas. La marcha de Javier Genovés al Ebro de Segunda RFEF obligó a Eloy Aznar a tomar las riendas del conjunto robresino para darle continuidad al trabajo realizado por el zaragozano con anterioridad. Su paso de segundo a primer entrenador en las últimas fechas no impidió que el Robres siguiera creciendo, ya que finalizó la primera vuelta en cuarta posición, con 27 puntos y “un balance muy positivo”.

Por encima de todo, Aznar destaca que “los chicos han ido evolucionando y creyendo en la idea que tenemos, y eso es lo más satisfactorio”. Aunque tampoco esperaban convertirse en uno de los rivales a batir de la temporada, algo que ha ayudado a ello es que “nosotros nos centramos en mejorar en nuestra idea de juego sin marcarnos grandes objetivos”. Por esa misma razón, es probable que “nadie esperaba que el proceso de adaptación fuera tan bien y tan rápido”.

Ahora llega un segundo tramo de liga en el que “todo va a ser mucho más complicado” para ellos. La mala situación del Ebro en Segunda RFEF ha provocado que “ahora estamos subiendo jugadores con ellos para mejorar su dinámica”, explica el actual entrenador del Robres, quien ahora cuenta con menos jugadores de los que podía utilizar con anterioridad. Debido a ello “es más complicado entrenar, pero vamos a hacer todo lo posible por seguir así”, asegura con optimismo antes de adentrarse en la segunda vuelta a partir de este fin de semana.

El gran objetivo que se marca el Robres para este año 2023 es “seguir mejorando en la idea que tenemos” y, por supuesto, “que los chicos que menos minutos han disputado puedan tener más oportunidades y crecer”. En definitiva, la filosofía va a ser inamovible cuenten con más o menos jugadores, siempre en busca de terminar en el mejor puesto posible de la clasificación.

SD Huesca B

Quizás no haya sido el primer tramo que esperaban en la SD Huesca B. Sin embargo, su quinto puesto, dentro del play off con 26 puntos, permite ver las próximas 15 jornadas con confianza, aunque “con mucho margen de mejorar todavía”, según Sebas Martínez, entrenador del filial azulgrana.

“Los jugadores han mejorado mucho. A nivel de clasificación, creo que hemos podido terminar más arriba si hubiéramos sacado algún partido más. No lo hemos echo mal, por lo que tenemos que hacer una segunda vuelta mucho mejor”, destaca el técnico argentino, quien llegó a la capital oscense durante el pasado verano para afrontar la nueva etapa del Huesca B tras el descenso que provocó la salida de Dani Aso.

Por otra parte, el principal objetivo que se marca el filial azulgrana es “corregir los errores y que se vea la experiencia que han adquirido los jugadores en los 15 partidos disputados hasta ahora”. Lógicamente, Sebas no oculta que “nosotros queríamos quedar primeros, pero no ha podido ser”, algo que no tapa tampoco el crecimiento que consideran han sufrido los jugadores con el paso de las jornadas. Así, “a partir de ahora habrá que tener en cuenta si los jugadores se han nutrido de esa experiencia y transmitirlo en buenas sensaciones”.

No va a faltar la ilusión por quedar más arriba al término de la segunda vuelta, pero parece que tampoco las ganas por convertirse en un conjunto mucho más regular que el visto hasta el momento.

Barbastro

A cuatro puntos de la zona noble. Así es como se encuentra el Barbastro de Josete Tomás antes de arrancar un segundo tramo liguero que será todo un reto tanto para ellos como para el resto de clubes que conforman la Tercera División aragonesa.

Podría decirse que la regularidad ha caracterizado al Barbastro, hasta el punto de poder asentarse en la zona media-alta de la tabla, concretamente en un séptimo puesto amarrado después de no haber perdido ninguno de los cuatro últimos partidos disputados.

Su firmeza en casa, con tan solo una derrota (frente al Robres en la primera jornada de liga), le permite soñar en grande si algunos de los empates cosechados con anterioridad no vuelven a repetirse.

At. Monzón

De la alegría más absoluta hasta la tranquilidad, pasando por el hoyo más profundo y difícil de superar. Así ha sido el primer tramo de la temporada del Club Atlético Monzón, quien comenzó convirtiéndose en campeón de la Copa Federación tras vencer al Brea en penaltis y acabó teniendo que nadar muy a contracorriente para salir de aquella dinámica tan negativa en la que entró en los primeros cinco partidos de liga, los cuales perdió de forma consecutiva.

Sin embargo, el conjunto montisonense se repuso y ha conseguido enderezar la situación en los últimos diez encuentros, tras los que ha concluido la primera vuelta en 11º puesto con 16 puntos. Es cierto que está a tan solo dos del descenso, pero tal y como manifiesta Cristian Abad, su entrenador, “se ha conseguido cierta regularidad y tiene mucho mérito viendo de dónde venimos”.

Para Abad, el punto de inflexión para salir del “hoyo más profundo” fue “la confianza y tranquilidad mostrada por parte del club hacia el trabajo de nosotros, pues confiaron en el momento más crítico y en el que muchos otros hubieran apostado por un cambio radical”.

Ahora, tiene claro que ”si conseguimos esa regularidad de las 10 últimas jornadas tendremos algo más de tranquilidad. Vamos de menos a más y eso nos permite ser optimistas para poder seguir creciendo”.

Binéfar

El lado más amargo de la temporada se lo ha llevado, por el momento, el Binéfar. Su técnico, David Giménez, lamenta que el balance sea “muy negativo” ya que ha sido “un cúmulo de circunstancias entre lesiones, amonestaciones, expulsiones, situaciones de gol...”. La suma total de todo ello ha dejado al equipo binefarense en puestos de descenso, aunque a tan solo un punto de la zona tranquila.

A pesar de ello, consideran que “hemos merecido mucho más de lo que hemos conseguido finalmente” y que “no esperábamos empezar así, ni tampoco acabar campeones”. No obstante, lamenta que “no hemos podido completar en ningún momento una convocatoria. En pocas jornadas hemos llegado a tener 18 efectivos”.

Para David, el equipo ha logrado de forma meritoria “dos playoff por encima de las posibilidades del club” respecto a las limitaciones económicas que tiene. A ello, hay que sumarle que “se ha marchado gente y la plantilla no es la misma, por lo que tenemos que hacer milagros y cada año no suceden”.

A pesar de ello, no pierden la esperanza de poder salir de dicha zona, la cual comparten con el Caspe y La Almunia. Para ello, no descartan refuerzos: “Estamos intentando reforzar el equipo para tener más competencia, porque estamos encontrando sesiones de entrenamientos en las que no tenemos mucha gente”. Para el 2023, lo único que esperan es poder certificar otra permanencia en Tercera División. En definitiva, poder cumplir sus objetivos al igual que el resto de altoaragoneses. l